Los geles energéticos son el suplemento deportivo estrella para competiciones, pero igual que pueden ser un gran aliado también son capaces de arruinar la competición.

Los geles son una fuente altamente concentrada de hidratos de carbono

Entre el 65-70% aportan entre 25 y 35 g de hidratos, se presentan en textura gel y por ello son fáciles de digerir y consumir. Pueden variar en sabor, cantidad, concentración, tipo, mezcla de carbohidratos y la presencia de otros ingredientes “activos” como electrolitos, cafeína… Sus diferentes composiciones los harán más adecuados para ser utilizados durante o después de los entrenos/competiciones, según las necesidades individuales.

Mejor tomarlos en actividades largas

Los geles, al igual que las bebidas deportivas, se aconseja utilizarlos durante entrenamientos o competiciones que duren más de 60-70 minutos, o bien si la duración es menor pero la comida previa ha sido insuficiente. Durante el ejercicio deben consumirse entre 30-60 gramos de hidratos de carbono por hora de actividad. En este sentido, el gel aportará una buena fuente de hidratos de carbono.

Los geles deben tomarse muy despacio

Son productos extremadamente concentrados en azúcares y sales, proporcionan una gran cantidad de energía en poco peso y volumen, por ello son ideales para llevar encima, pero resultan un arma de doble filo si no se toman correctamente. Si se consumen rápidamente el sistema digestivo recibe un semilíquido muy concentrado con una alta osmolaridad que puede provocar vómito ya que el estómago no lo tolera, o bien puede ocurrir que llegue al intestino y éste se vea obligado a aumentar la concentración de agua para poder digerirlo y absorberlo, lo que puede provocar diarreas.

Consejo: deben tomarse en pequeños tragos, para que los nutrientes pasen lentamente al aparato digestivo y se absorban de manera más gradual. Así, los azúcares pasarán lentamente a la sangre y se evitarán hipoglucemias reactivas. Debe tardarse al menos entre 5-10 minutos en tomarlo.

Los geles, siempre acompañados de agua

No deben tomarse con bebidas isotónicas, ya que éstas también están formuladas para aportar la máxima cantidad de hidratos de carbono tolerables por el sistema digestivo. Si a éste se le añade un producto aún más concentrado en azúcares como un gel, las molestias digestivas están aseguradas. Como norma general un gel se consumirá con 300 a 500 cc de agua.

Los geles siempre deben probarse en los entrenamientos

Cuando se entrena, el sistema digestivo pasa a un segundo plano, la sangre está concentrada en los músculos, por ello al sistema digestivo puede costarle más digerir determinados alimentos o bebidas que en condiciones de reposo toleraría perfectamente. Por ello, debe acostumbrarse al cuerpo a asimilar líquidos y alimentos durante los entrenamientos, si nunca se ha comido o bebido mientras se hace ejercicio es probable que aparezcan molestias como flato, retortijones… La alimentación y la hidratación también deben entrenarse. Nunca debe probarse el gel el mismo día de la competición.

No todos los geles sientan igual a todo el mundo

Cada deportista es un mundo y debe ir probando qué es lo que mejor le sienta y qué marca le gusta más o asimila mejor. A veces nos fiamos de la marca que a un compañero/a que entrena al mismo nivel le ha sentado bien o de la marca patrocinadora del evento, y no realizamos pruebas anteriores a la competición. Haber probado un gel no significa haber probado todos. No vale la pena arriesgarse, prueba cada uno de ellos de manera individual.

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Lo que debes saber…

  • Para que sean un aliado en las competiciones lo mejor es ir probando varios geles durante los entrenamientos, nunca el mismo día de la prueba.
  • Se aconseja tomarlos con agua y de forma lenta para que se digieran bien y no provoquen molestias digestivas que interfieran en el ejercicio.
  • La alimentación del deportista es básica para ayudarle a mejorar el rendimiento y conseguir sus objetivos por lo que es bueno pedir consejo al especialista.