A todos nos resulta evidente que vivir cerca de la naturaleza es más beneficioso para la salud, sobre todo respiratoria, que vivir en una zona sin árboles ni plantas, con contaminación ambiental, polución y gases emitidos por los vehículos de motor. Sin embargo, aunque es algo que parece “de cajón”, no es hasta hace poco que se han publicado estudios que refrendan esta idea asumida por todos.

Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el Instituto para la Política Ambiental Europea (IPAE) han redactado diversos estudios en los cuales se recogen los datos y las conclusiones obtenidas a este respecto.

Espacios naturales, todo cuenta

Los beneficios para la salud de los espacios naturales son múltiples, incluyendo tanto su vertiente física, mental, social y ambiental. Son espacios en los cuales se pueden desarrollar actividades deportivas al aire libre, lugares donde recuperarse de la fatiga mental, espacios que conceden oportunidades para el ocio familiar y entornos ambientalmente valiosos y beneficiosos para nuestra salud.

Las áreas periurbanas, así como los grandes parques urbanos y los parques metropolitanos, junto con los espacios naturales protegidos cercanos a ciudades, ofrecen interesantes posibilidades para impulsar los beneficios para la salud vinculados a la naturaleza.

Es decir, tanto los que vivimos cerca de espacios naturales como los que vivimos en ciudades podemos beneficiarnos de la influencia de la naturaleza, acudiendo al que nos quede más cercano, sin necesidad de desplazarse hasta el bosque o la montaña en caso de vivir en una ciudad. Los parques de la ciudad producen los mismos beneficios que la naturaleza en suelo no urbano.

Muchos beneficios para todos

Algunos de los beneficios que estos estudios plantean son:

  • Mitigación del estrés térmico, al proporcionar sombra, evaporación y transpiración.
  • Reducción de la exposición a contaminantes atmosféricos.
  • Disminución del estrés acústico, dado que la vegetación impide la propagación del ruido al absorberlo o difractarlo.
  • Reducción del estrés y mantenimiento del bienestar cotidiano; la exposición habitual a la naturaleza tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo, la concentración, la autodisciplina y el estrés mental.
  • Disminución de los niveles de tensión arterial, frecuencia cardíaca y cortisol en sangre.
  • Uso de las zonas verdes como espacios para llevar a cabo tratamientos y rehabilitación.
  • Beneficio para el desarrollo de los menores, especialmente con una mejoría de su concentración, habilidades motoras, autoestima y control de las emociones.
  • Promoción de las actividades recreativas y la movilidad sostenible, dado que realizar actividades físicas en las zonas verdes proporciona beneficios para la salud tanto en el plano físico como psicológico.
  • Apoyo a la cohesión social, dado que el acceso a las zonas verdes públicas y a grandes infraestructuras naturales reducen la tensión social, especialmente para las minorías (étnicas, religiosas, etc.) y las personas en riesgo de exclusión, como los inmigrantes o las personas con ingresos muy bajos o nulos.
  • Fomento el voluntariado y la participación local, lo cual aumenta el tejido social de barrios y de ciudades y reduce el aislamiento social.
  • Creación de oportunidades para el aprendizaje, el desarrollo personal y la autoestima, ya que proporcionan un marco de interacción social y establecimiento de conexiones entre personas.

En nuestras manos está cuidar la naturaleza

Para poder disfrutar de estos beneficios, que son un factor más de los varios que están en nuestras manos para mejorar nuestra salud y calidad de vida (como la alimentación, la actividad física y el evitar el consumo de tóxicos como el tabaco), debemos hacer lo posible para exponernos en nuestro día a día a estas zonas verdes. Si se vive en una zona urbana, basta con ir a algún parque para desconectar unos minutos a lo largo de nuestra jornada laboral e intentar también realizar salidas periódicas a la naturaleza.

Y en las de la Administración…

Con todo, es importante que las administraciones tomen las medidas políticas, económicas y medioambientales adecuadas para garantizar el acceso de los ciudadanos a área verdes, con la promoción de medidas como la construcción de pulmones verdes en las zonas urbanas, un acceso mediante transporte público a las zonas naturales colindantes a la urbe, promoción del arbolado de las calles y plazas, o incremento de la existencia de tejados verdes o jardines verticales.

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Lo que debes saber…

  • La salud se beneficia porque estamos menos expuestos a contaminantes atmosféricos, estrés acústico, mejora del estado de ánimo, reducción de la tensión arterial, promoción de la actividad física, espacios para la rehabilitación…
  • Pero también hay otros beneficios: apoyo a la cohesión social, fomento del voluntariado…
  • Para poder disfrutar de estos beneficios, debemos hacer lo posible para exponernos en nuestro día a día a estas zonas verdes