¿Qué es el romero?

El romero es una planta perenne que pertenece a la familia de las labiadas (Labiatae). Este arbusto puede llegar a alcanzar un metro y medio de altura. Posee muchas hojas finas y unas flores que pueden ser azuladas, blanquecinas o rosáceas.
Tiene un sabor fuerte con aromas de alcanfor, pino, nuez moscada y lavanda. En el ámbito gastronómico, suele combinar bien con otras plantas aromáticas como el tomillo o el laurel. Es un condimento que potencia el sabor de los alimentos, por lo que es utilizado en guisos tradicionales de carnes, pescado pocos grasos y algunas verduras, también en adobos o en la preparación de encurtidos. Los principios activos se concentran en las hojas y, a veces, en la sumidad florida (flores).

Esta planta fue utilizada como una planta mágica para combatir la brujería, el mal ojo o quitar la envidia, así como también para purificar el ambiente de enfermedades como la peste negra. También se usaba en las bodas de la antigua Roma y Grecia para simbolizar el amor y la felicidad de la pareja, considerándola una hierba sagrada.

Propiedades farmacológicas

La actividad principal del romero está íntimamente vinculada al sistema digestivo por estimular y favorecer las secreciones y la producción de jugos gastrointestinales. También sorprende en otros efectos no tan vinculados. A continuación, los destacamos:

  • Efecto carminativo: favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo y con ello disminuyen las flatulencias y cólicos.
  • Facilita la expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar.
  • Efecto diurético como la cola de caballo, antiinflamatorio, antiulcerogénico y antioxidante.
  • Efecto antibactericida, antiséptico, fungicida y balsámico.
  • Efecto rubefaciente y cicatrizante aumenta el flujo de sangre en la zona localizada aliviando dolores de afectaciones osteomusculares.

Además, el romero está especialmente indicado en los siguientes casos:

  • Dispepsias y síntomas asociados: aerofagia, sensación de plenitud gástrica, flatulencias, espasmos abdominales.
  • Anorexia.
  • Afecciones osteomusculares dolorosas: artritis y artralgias.
  • Afectaciones biliares: dispepsia biliar, litiasis biliar o colelitiasis.
  • Dismenorrea.
  • Cefaleas.
  • Afectaciones bucofaríngeas: faringitis y estomatitis.
  • Afectaciones dérmicas: dermatitis o lesiones cutáneas.

¿Cómo usarlo?

El romero se puede administrar internamente o de manera externa. La fracción que se aprovecha son las sumidades floridas y las hojas, con ellas se pueden hacer diferentes remedios destinados a ayudar o aliviar diversos problemas. También en el mercado se pueden encontrar presentaciones ya formuladas y destinadas a un tratamiento específico.

Uso interno del romero

Destinados a facilitar la digestión, flatulencias y mejora de la función biliar.

  • Infusión es la forma más tradicional. Mezclar de 2-4 g de hojas secas en 150 ml de agua hirviendo. Infusar de 10-15 minutos y filtrar. Tomar de dos a tres (tazas) al día, preferiblemente después de las comidas principales.
  • Cápsulas son de hojas pulverizadas concentradas en diferentes dosis.
  • Extracto fluido: 30 gotas, tres veces al día.
  • Esencia 3-4 gotas, tres veces al día diluido en líquido.

Uso externo del romero

Destinados para cicatrizar heridas, antisépticos y analgésicos en dolores osteoarticulares y musculares.

  • Aceite esencial se puede aplicar mediante un suave masaje sobre la zona afectada directamente o bien a través de un vehículo como aceite de oliva.
  • Baños de romero usados como antisépticos y antiinflamatorios. Hervir 50 g de hoja de romero en 1 litro de agua, dejar reposar 30 minutos, colando y añadiéndolo a la bañera.
  • Alcohol mezclar 5 g de esencia de romero con 95 g de etanol 96º.
  • Cocción se prepara con 30-40 g de hojas secas por litro de agua, dejar hervir durante 10 minutos y filtrar. Se puede aplicar en forma de compresas o fomentos sobre heridas o zonas doloridas por reumatismo o en fricciones sobre el cuero cabelludo.

Es importante comentar que siempre se debe priorizar las sugerencias del médico para tratar cualquier afectación de salud o mediante la supervisión de un facultativo especializado en fitoterapia o naturopatia. El tratamiento con romero debería ser una ayuda, nunca un sustituto de aquello que pueda recetar el médico.

Efectos secundarios y contraindicaciones

Se considera que el principio activo del romero carece de toxicidad; sin embargo, las personas especialmente sensibles pueden experimentar reacciones alérgicas, como dermatitis por contacto y eritema.
No es recomendable su uso en personas con cálculos biliares sin consultar previamente con un médico, esto es debido a que un aumento del drenaje de la vesícula biliar puede ir acompañado de una obstrucción de los conductos biliares.
Aunque la probabilidad de presentar una intoxicación por el consumo de infusiones de romero es muy baja, una sobredosis podría derivar en un cuadro caracterizado por espasmo abdominal, vómitos, gastroenteritis, hemorragia uterina e irritación renal.
En cuanto al uso del aceite esencial, en concentraciones elevadas puede ser tóxico para el sistema nervioso central y provocar convulsiones. No se recomienda su uso durante períodos de tiempo prolongados o a dosis mayores a las recomendadas y se debe tener especial cuidado cuando se usa en niños.
El romero no debe usarse en embarazo y lactancia, ya que puede inducir a un aborto espontáneo por su posible efecto estrogénico.

Lo que debes saber…

  • La actividad principal del romero está íntimamente vinculada al sistema digestivo por estimular y favorecer las secreciones y la producción de jugos gastrointestinales.
  • El romero se puede administrar internamente (infusión, cápsulas, extracto fluido…) o de manera externa (aceite esencial, baños, alcohol…).
  • El tratamiento con romero debería ser una ayuda, nunca un sustituto de aquello que pueda recetar el médico.