La glándula tiroides está en el medio del cuello y produce la hormona tiroidea. El cáncer de tiroides se produce cuando las células normales de la tiroides se transforman en células anormales y crecen de manera descontrolada.

¿Cuáles son los síntomas?

Al principio, es posible no notar ningún síntoma, por lo que puede ser descubierto debido a que el médico realice una exploración del cuello por otro motivo.  Cuando el cáncer de tiroides causa síntomas, el más común es un crecimiento llamado “nódulo” en la glándula tiroides que podría aumentar de tamaño en poco tiempo o crecer más lentamente.

Los síntomas asociados al cáncer de tiroides son:

  • Voz ronca o no poder hablar
  • Dificultad para respirar
  • Dificultad para tragar
  • Tos o tos con sangre

¿Cómo se puede detectar?

En caso de crecimiento de la glándula tiroides, el médico realizará pruebas para confirmar si se trata o no de cáncer (muchas veces no lo es).

Estas pruebas diagnósticas pueden incluir:

  • Estudios de imagen como los ultrasonidos
  • Estudio de la tiroides: la persona recibe una píldora o inyección con una pequeña cantidad de sustancia radioactiva, luego, una cámara especial toma una imagen de la glándula tiroides.
  • Pruebas de sangre
  • Aspiración con aguja: obtención de una pequeña muestra de células del crecimiento con una aguja delgada, para luego ser observadas en un microscopio.

Tipos de cáncer de tiroides

Existen distintos tipos de cáncer de tiroides, algunos, más graves que otros:

  • Carcinoma Papilar
  • Carcinoma Folicular
  • Carcinoma Medular
  • Carcinoma Anaplásico
  • Linfoma tiroideo

Estadificación del cáncer

La estadificación del cáncer permite a los médicos determinar si se ha esparcido el cáncer más allá de la capa de tejido donde comenzó y, si es así, les permite determinar cuánto se esparció.

El tratamiento adecuado dependerá en gran medida del tipo de cáncer de tiroides que tengamos, el estadio en que se encuentre el cáncer y otros problemas de salud.

Tipos de tratamiento para el cáncer de tiroides

En la mayoría de los casos se trata con cirugía para extirparlo (parte de la glándula tiroides, o toda). Es posible que también se extirpen ganglios linfáticos cercanos, que son órganos que luchan contra las infecciones. También se puede recurrir al yodo radioactivo (píldoras o líquido) y se toma por vía oral. Contiene una pequeña cantidad de radiación y puede destruir gran parte de la glándula tiroides.

El tratamiento con hormona tiroidea se inicia después de la cirugía o del tratamiento con yodo radioactivo. De esa forma, nuestro organismo tendrá la cantidad correcta de hormona tiroidea.

Otras dos vías de tratamiento son la radioterapia y la quimioterapia.

  • Radioterapia: utiliza dosis altas de rayos X, llamadas radiación, para destruir las células cancerosas. La radiación se emite desde una máquina fuera del cuerpo.
  • Quimioterapia: son medicinas que destruyen las células cancerosas o que evitan que crezcan.

En el tratamiento de cáncer de tiroides es necesario tomar muchas decisiones, por eso conviene hablar siempre con nuestro equipo médico acerca de cómo nos sentimos con respecto al tratamiento. Es fundamental hablar con el médico sobre posibles efectos secundarios o problemas durante el tratamiento.

¿Qué sucede después del tratamiento?

Tras el tratamiento, el médico nos realizará pruebas regularmente para ver si el cáncer vuelve a aparecer. Los controles de seguimiento periódicos incluyen exámenes, pruebas de sangre y estudios de imagen.  También debemos estar atentos a los síntomas mencionados anteriormente, ya que la presencia de estos puede significar que el cáncer de tiroides ha vuelto.

Si se descubre que el cáncer ha vuelto o se ha extendido, es posible que debamos someternos nuevamente a una cirugía, a un tratamiento con yodo radioactivo, a radioterapia o a quimioterapia.

Lo que debes saber…

  • Cuando el cáncer de tiroides causa síntomas, el más común es un crecimiento llamado “nódulo” en la glándula tiroides.
  • En caso de crecimiento de la glándula tiroides, el médico realizará pruebas para confirmar si se trata o no de cáncer (muchas veces no lo es).
  • El tratamiento adecuado dependerá en gran medida del tipo de cáncer de tiroides que tengamos, el estadio y otros problemas de salud.

 

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