Las funciones del globo ocular, dependen muchas de ellas del tamaño uniforme y constante de éste, ello se consigue por las estructuras o «humores «que rellenan el globo. En primer lugar el Humor Vítreo, de naturaleza gelatinosa, rellena la cavidad posterior del ojo. En la parte anterior se encuentra el Humor Acuoso, de naturaleza liquida y que circula desde su origen en el Cuerpo ciliar, hasta un filtro, denominado Trabeculum que se extiende en la unión entre la esclera y la cornea.

Del equilibrio entre la cantidad producida y la cantidad filtrada obtendremos una «presión intraocular», cuyos valores normalmente aceptados varían entre 10 y 21 milímetros de mercurio (mmHg). Presiones inferiores a 10 las denominaremos hipotensión ocular y mayores de 21 hipertensión ocular.

Las consecuencias de la hipertensión ocular, consisten esencialmente en un daño progresivo e irreversible de las fibras del nervio óptico a lo que denominamos Glaucoma.

El glaucoma es una enfermedad relativamente frecuente en nuestro medio, afecta a un 2,8 % de los mayores de 40 años, pero el problema más importante radica en que es asintomático hasta sus estadios finales, por lo que se calcula que un 50% se encuentra sin diagnosticar.

Existen varios tipos de glaucomas, pero el más frecuente es el Glaucoma Crónico Simple. De causa desconocida, tiene un cierto patrón hereditario que debe poner en alerta a los familiares. En todos los tipos de glaucoma el diagnostico precoz es el elemento básico, ya que las perdidas visuales que se producen antes del diagnóstico y tratamiento son irrecuperables. Las primeras fibras que se afectan en el glaucoma , son las que transmiten la visión de un área paracentral ( sobre unos 20º del centro visual) por lo que el enfermo no percibe el avance de la enfermedad, que puede llegar a dejar una visión en «tubo de escopeta» o finalmente, en casos muy evolucionados y excepcionales, la ceguera.

Diagnóstico

Exploración rutinaria de la presión intraocular en los mayores de 40 años y en los casos de antecedentes familiares, y en los casos sospechosos (hipertensión ocular), realizar unas pruebas de diagnóstico y seguimiento que, básicamente consisten en la cuantificación de la visión periférica (campimetría computarizada) y el «contaje» de las fibras del nervio óptico mediante sistemas de análisis de fibras como el HRT, GDX u OCT.

Tratamiento

Una vez diagnosticado el glaucoma (hipertensión ocular que inicia el daño del nervio óptico).comprende varias familias de fármacos, que, solos o en combinación, pretenden disminuir la producción del humor acuoso, o bien aumentar el filtrado del mismo.

Otro modo de aumentar el filtrado, en casos que no responden suficientemente bien al tratamiento farmacológico con colirios, es mediante el láser (trabeculoplastia láser), o, finalmente mediante varios tipos de cirugías, encaminadas a producir una «fístula» hacia el espacio que se encuentra por debajo de la conjuntiva.

Un tipo especial de glaucoma, es el Glaucoma de Angulo Estrecho. En este caso la dificultad de salida del Humor Acuso, se produce porque el ojo es excesivamente pequeño, (ojo hipertrope), y/o la catarata subyacente, empuja progresivamente al iris hacia adelante, quedando el trabeculum bloqueado, esencialmente cuando la pupila se agranda por la oscuridad, estrés, antidepresivos, y multitud de fármacos, que pueden producir un cierre brusco y por tanto una subida abrupta de la presión intraocular, denominándose al cuadro: Glaucoma Agudo de Angulo Cerrado. Si no actúa a tiempo, las consecuencias son nefastas para la visión.

En este caso, al ser de instauración aguda, con una elevación importantísima de la presión, si produce síntomas. Dolor intenso («dolor del clavo»), Ojo rojo, disminución de agudeza visual con visión de «arco iris» en los focos luminosos y síntomas como nauseas o vómitos, que en ocasiones hacen confundirlo con abdómenes agudos.

En cuanto al tratamiento, es urgente y consiste básicamente en realizar con láser un pequeño orificio en el iris para romper el bloqueo.

Prevención

Consiste en la realización preventiva de ese orificio llamado «iridectomía láser», que al ser poco molesto, puede indicarse en casos de ángulo estrecho con o sin hipertensión asociada. En caso de no practicarse, hay que aconsejar una estricta revisión de los prospectos de los fármacos que se utilicen, por si favorecen el bloqueo del ángulo.

Lo que debes saber…

  • Se produce como consecuencia de la hipertensión ocular, que produce un daño progresivo e irreversible de las fibras del nervio óptico.
  • Como se trata de una enfermedad asintomática hasta sus estadios finales, el 50% de quienes lo sufren está sin diagnosticar.
  • Se puede dar tratamiento farmacológico con colirios, recurrir al láser o bien a diferentes tipos de cirugías.

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