La rinitis es la inflamación de la mucosa nasal y se caracteriza por la presencia de lagrimeos, picor y bastante congestión nasal.

  • Las fosas nasales son las dos cavidades que se encuentran separadas por el tabique nasal y que cumplen las funciones de olfacción, pues en ella se ubican los bulbos olfatorios, modulación de la voz, dado que actúan como caja de resonancia, y regulación del flujo aéreo en la inspiración, controlando no solamente su presión de entrada sino también las condiciones de humedad, temperatura y pureza (atrapando mediante la mucosidad y los cilios nasales las impurezas que en parte contiene el aire). Dichas cavidades se encuentran recubiertas de una mucosa y cuando esta se inflama hablamos de rinitis. La rinitis puede ser aguda o crónica.
  • Los senos paranasales son cavidades óseas comunicadas con las fosas nasales y recubiertas de una mucosa similar a la que recubre a éstas. Al nacer solo existen los dos etmoidales; los frontales aparecen hacia los veinte años; los maxilares cuando surgen las muelas del juicio y los esfenoidales son los más tardíos. Drenan a los meatos medios (los senos maxilares, frontales y la parte anterior de los etmoidales) y superiores (los senos esfenoidales y la parte posterior de los etmoidales). Cuando se produce una inflamación del tejido mucoso que tapiza los senos, en general por una obstrucción de las vías de drenaje, se produce una sinusitis.

¿Cómo se produce la rinitis?

La rinitis se produce por una inflamación de la mucosa nasal. La causa más habitual suele ser la rinitis inespecífica aguda, es decir, la secundaria a un cuadro catarral común, lo que también se denomina coriza.

La principal causa es una infección vírica, especialmente la generada por un rinovirus. El frío, la humedad elevada y la obstrucción nasal son los principales factores que predisponen a la rinitis inespecífica aguda. El contagio suele ser aéreo o bien directo, mediante las microgotas de saliva que se generan al hablar, las llamadas microgotas de Pflüger.

Rinitis crónica

Debemos diferenciar los distintos tipos de rinitis, ya que esta puede ser:

  • Rinitis estacional alérgica, que se produce por alergia a diferentes pólenes y afecta también a la mucosa conjuntival, faríngea y bronquial; tiene carácter familiar y se produce de forma cíclica, sobre todo en primavera y verano.
  • Rinitis perenne alérgica, mantenida a lo largo de todo el año y causada por ácaros del polvo, pelos de animales y ciertos alimentos; existen antecedentes familiares, así como una reactividad a factores inespecíficos como la temperatura, la humedad o la contaminación.
  • Rinitis perenne intrínseca, sin causa alérgica, pero con una implicación de los glóbulos blancos de tipo eosinófilo.
  • Rinitis perenne colinérgica o vasomotora, sin desencadenantes ni participación de eosinófilos, por afectación del sistema nervioso parasimpático.
  • Rinitis hipertrófica, por infecciones crónicas; si evoluciona puede llegar a dar un estado de atrofia de la mucosa nasal, lo que se conoce como ozena.
  • Rinitis seca anterior, con atrofia moderada de predominio en la parte anterior de las fosas nasales.

Existen enfermedades que pueden presentar rinitis como uno de sus síntomas, como son la tuberculosis, la granulomatosis de Wegener, la sífilis, la sarcoidosis, la infección por VIH o la lepra.

En los adultos, los senos maxilares son los que se afectan con mayor frecuencia, seguidos de los etmoidales, los frontales y los esfenoidales.
En los niños solamente se pueden infectar los senos etmoidales. Cuando se produce una obstrucción de la vía de drenaje de los senos hacia las fosas nasales, disminuye la presión de oxígeno en su interior, cosa que favorece la proliferación de bacterias y la aparición de sinusitis.

El frío, la humedad y la contaminación disminuyen el movimiento de los cilios, lo cual predispone a la entrada de bacterias y a su reproducción en los senos. Otras alteraciones como los pólipos nasales, la desviación del tabique nasal o enfermedades como la diabetes pueden favorecer también la existencia de sinusitis.

La sinusitis puede ser aguda o crónica, siendo la principal causa de la sinusitis aguda la infección bacteriana, principalmente por bacterias de tipo cocos y H. influenzae. En pacientes inmunodeprimidos se deben considerar infecciones fúngicas como la aspergillosis o la mucormicosis como posibles causas. La sinusitis crónica suele ser maxilar unilateral, normalmente por alteración de una pieza dentaria que irrita el suelo del seno.

Síntomas

La rinitis se caracteriza por la presencia de congestión nasal, con rinorrea, es decir, mucosidad profusa, que en general suele ser acuosa inicialmente y más espesa si se alarga el proceso o en el caso de las rinitis crónicas. Se producen salvas de estornudos, especialmente en las rinitis alérgicas, obstrucción nasal y picor a nivel nasal y ocular, que son escasos en las rinitis intrínsecas o vasomotoras. También se produce una disminución de la capacidad olfativa (hiposmia) o su total anulación (anosmia). En la rinitis intrínseca se aprecian pólipos nasales, que son muy poco frecuentes en los otros casos.

En la rinitis seca anterior se produce una sequedad nasal en los 2/3 anteriores de la fosa nasal, cosa que también se ve en los casos de ozena. En ambos casos se pueden producir costras nasales que pueden llegar a sangrar y que en el caso de la ozena pueden producir un olor fétido, lo que se conoce como cacosmia, un olor que el paciente no percibe.

Dolor en el tabique nasal, cabeza, nariz…

La sinusitis aguda provoca dolor a nivel del seno afectado, obstrucción nasal, inflamación facial, anosmia, rinorrea mucopurulenta y congestión de la mucosa. El dolor se modifica con los cambios de postura, intensificándose al aumentar la presión sobre el seno afectado. La afectación maxilar produce un dolor por debajo del ojo que aumenta al agachar la cabeza.

La sinusitis etmoidal causa un dolor entre los ojos y sobre la raíz del tabique nasal. La sinusitis frontal produce un dolor frontal que aumenta al presionar el canto interno de los ojos y que disminuye a lo largo del día. La sinusitis esfenoidal nunca se presenta aislada y causa dolor detrás de los ojos o en el centro de la cabeza. La sinusitis crónica produce síntomas más solapados, con rinorrea y sin dolor de cabeza.

Diagnóstico

El diagnóstico de la rinitis se basará en la clínica y la exploración física. En las rinitis alérgica e intrínseca se apreciará una mucosa nasal pálida, mientras que en la rinitis vasomotora se observará congestionada, de color rojo. En caso de sospecha de causa alérgica se deben realizar baterías de test para determinar los alérgenos.

En la analítica de sangre se apreciará elevación de la IgE en las rinitis alérgicas. En caso de no haber elevación de la IgE, los eosinófilos se encontraran elevados en la rinitis intrínseca, mientras que sus cifras serán normales en la rinitis vasomotora o colinérgica.

La sinusitis se diagnostica en base a los síntomas del paciente, la exploración física y radiografías en diferentes proyecciones que permitan apreciar los senos paranasales y ver si éstos se hallan ocupados por material mucopurulento.

Tratamiento de la sinusitis y la rinitis

El tratamiento de la rinitis será en general sintomático, con abundante hidratación para fluidificar las secreciones mucosas, descongestivos nasales y apiréticos si hay fiebre.

  • El tratamiento de elección en las rinitis alérgicas son los antihistamínicos, así como evitar la exposición a los alérgenos causantes.
  • La rinitis intrínseca suele responder bien a los corticoides tópicos, mientras que la vasomotora solo responde parcialmente.
  • Las rinitis secas deben tratarse con lavados con suero fisiológico para hidratar las fosas nasales y pomadas oleosas. Si existe una hipertrofia muy marcada o pólipos de gran tamaño se puede recurrir a la cirugía.

La sinusitis aguda se  tratará básicamente con antiinflamatorios y tratamiento antibiótico durante unos 10 días, siendo la amoxicilina con ácido clavulánico el tratamiento de elección.

  • Si se produce una sinusitis maxilar que no responde al tratamiento se puede plantear el drenaje quirúrgico del seno.
  • La sinusitis crónica se trata con corticoides tópicos, principalmente budesonida o fluticasona.

Si el tratamiento farmacológico no es suficiente, se puede realizar una intervención quirúrgica, agrandando los orificios de drenaje de los senos afectados.  Además, debe evitarse la exposición a alérgenos, mantener una correcta higiene de las fosas nasales, evitar los ambientes muy cargados de humo y contaminación y tomar precauciones higiénicas al estar en contacto con personas con un cuadro infeccioso respiratorio.

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