El trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno ansioso que afecta al 2% de la población mundial, con igual incidencia en hombres y en mujeres, y que suele aparecer en la adolescencia o a lo largo de la juventud. Pueden existir alteraciones de la personalidad previas, sobre todo de tipo obsesivo, aunque también se ha visto una asociación con la existencia previa de trastornos de la personalidad de tipo dependiente, evitativo o histriónico. Con frecuencia se asocia, asimismo, a depresión y/o a fobia social.

¿Cómo se produce?

Se ha observado que en el 60% de los casos suele haber un factor desencadenante. Del mismo modo se ha visto que existe una clara agregación familiar.

Se han estudiado diversas posibles explicaciones para su origen, tanto desde el punto de vista neurológico como psicológico.

Se ha visto, mediante las técnicas de tomografía por emisión de positrones (PET), que puede haber alteraciones a nivel del lóbulo frontal del cerebro, así como variaciones anatómicas también en la distribución de la sustancia gris en ciertos ganglios basales, en la profundidad del cerebro. En estos mismos pacientes se ha visto una alteración de los niveles de serotonina, que actúa en todo el cerebro pero sobre todo a nivel de los mencionados lóbulos frontales y ganglios basales.

Desde un punto de vista psicoanalítico se ha considerado que podría existir una regresión a la fase anal sádica del desarrollo psicosexual.

Síntomas del trastorno obsesivo compulsivo

Las obsesiones consisten en imágenes, ideas o pensamientos que son recurrentes e intrusivos, es decir, el paciente que las sufre tiene la sensación de que se han introducido en su cerebro pero que nadie le ha impuesto desde fuera sino que es su propia mente quien las ha creado y que pese a saberlas absurdas e intentar oponerse a ellas no puede hacer nada para frenarlas o evitarlas. Esta sensación de ocupación se reviste de un grado de ansiedad que va en aumento a medida que el paciente intenta deshacerse de dichas obsesiones.

Las obsesiones más frecuentes son:

  • Enfermedad
  • Limpieza y contaminación
  • Duda e inseguridad
  • Orden y simetría
  • Daño a otros
  • Moralidad y sexualidad

Las compulsiones son actos motores o mentales de carácter voluntario que el paciente con obsesiones lleva a cabo para evitar la ansiedad que la obsesión le produce, ya que al realizar estos actos la ansiedad cede total o parcialmente. Estas compulsiones pueden llegar a ser muy elaboradas, constituyendo verdaderos rituales complejos y abigarrados. Las compulsiones pueden guardar relación con la obsesión que intentan evitar aunque de manera muy exagerada o bien no tener la menor correlación con la idea desencadenante ni ser ningún pensamiento o acción que de forma fehaciente aunque exagerada pueda evitar la obsesión.

Compulsiones habituales pueden ser:

  • Lavarse y limpiar con frecuencia y ahínco.
  • Verificar las cosas constantemente.
  • Ordenar y recolocar las cosas simétricamente o siguiendo un patrón determinado.
  • Repetir las cosas varias veces o repetir acciones para evitar algo.
  • Perfeccionismo excesivo.
  • Supersticiones y rituales mágicos.
  • Contar y enumerar cosas constantemente.

Es evidente que todas las personas tenemos manías y costumbres en mayor o menor grado y que en ocasiones nos dejamos llevar por actos impulsivos, pero en el caso del paciente con trastorno obsesivo compulsivo o TOC las obsesiones son algo que se vive negativamente y que el paciente intenta evitar, intenta refrenar, con lo que va padeciendo una ansiedad que solamente se libera al realizar la compulsión, que a diferencia de un impulso también es algo contra lo que se lucha, no es un acto irreflexivo sino que se elabora a nivel de la corteza cerebral.

Diagnóstico

El diagnóstico se basará ante la sospecha de un paciente o de su entorno cercano de que este presenta actitudes y pensamientos repetitivos, en ocasiones absurdos y que se revisten de ansiedad e interfieren con las actividades de la vida diaria en mayor o menor medida.

Para poder establecer el diagnóstico se debe dar:

  • La existencia de obsesiones como ideas intrusas que el paciente quiere evitar y que sabe absurdas pero originadas por su propia mente.
  • La existencia de compulsiones que buscan evitar la ansiedad causada por la obsesión o bien prevenir lo que pueda suceder.
  • El paciente debe reconocer en algún momento dado que las obsesiones y compulsiones son excesivas.
  • Las obsesiones y compulsiones deben vivirse mal e interferir con la vida diaria.
  • No debe existir un trastorno físico o psiquiátrico simultáneo que pueda explicar estos síntomas.

A menos que existan otros síntomas asociados sugestivos de enfermedad neurológica no se suele realizar ninguna prueba de imagen en el estudio del TOC.

Tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo

El tratamiento del TOC, como el de muchas otras patologías psiquiátricas, se debe abordar desde un punto de vista múltiple, farmacológico y psicológico.

A nivel del tratamiento médico de los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo y dada la existencia de una alteración de los valores de serotonina, los fármacos inhibidores de la recaptación de la serotonina (ISRS) como la fluoxetina, la sertralina o la paroxetina, suelen dar buen resultado. También se administran otros fármacos como venlafaxina o mirtazapina. En caso de ansiedad excesiva asociada se pueden administrar también fármacos ansiolíticos como las benzodiacepinas.

Desde un punto de vista psicoterapéutico se pueden aplicar terapias conductuales, cognitivas o psicoanalíticas para trabajar a fondo las obsesiones y compulsiones del paciente, poder analizarlas y ayudarle poco a poco a vivir sin estar pendientes de las obsesiones y desacralizarlas, así como mecanismos tanto para evitar las obsesiones como para controlar y frenar las compulsiones.

Con la medicación y una terapia adecuada se pueden llegar a resultados de éxito en el control del trastorno de hasta un 75% de los casos.

Medidas preventivas

No existen medidas preventivas para evitar el trastorno obsesivo compulsivo. En caso de que uno mismo o una persona cercana presente actitudes que puedan corresponder con un trastorno obsesivo compulsivoes importante ponerse cuanto antes en manos del especialista.

LO QUE DEBES SABER
  • Se caracteriza por la presencia de ideas obsesivas que llevan a realizar actos para frenar la ansiedad que causan.
  • Las obsesiones más frecuentes son: enfermedad, orden, limpieza, inseguridades…
  • El tratamiento se debe abordar desde un punto de vista múltiple, farmacológico y psicológico.