La molécula de ozono es muy inestable y su vida media en el ambiente es de 30 a 60 minutos. Cuando se oxida deja en las superficies iones de oxígeno que son potentes biocidas en altas concentraciones. Por ello, el ozono también es conocido por su poder desinfectante (biocida) contra microorganismos, al igual que otros productos como la lejía y el alcohol.

El papel del ozono en la lucha contra el Covid-19

El Covid-19, es un coronavirus encapsulado, que permanece activo en el ambiente durante al menos 3 horas, incluso días en función de la composición de la superficie.

En teoría, el ozono podría tener el poder de destruir por oxidación la membrana externa del virus y provocar que pierda su capacidad infectiva. Sin embargo, en la actualidad, no hay evidencias suficientes de la eficacia del ozono frente al coronavirus.

Por otro lado, los generadores de ozono o sus derivados no se consideran una opción válida para desinfectar superficies y objetos contaminados por coronavirus, ya que al usarse en concentraciones inferiores a las especificadas por Salud Pública (0,05 ppm en el aire interior) no elimina eficazmente virus, bacterias, moho ni otros contaminantes biológicos según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, coincidiendo con las recomendaciones del Centros de Control y Prevención de Enfermedades ni de la OMS.

Actualmente se comercializan diversos aparatos generadores de ozono, con la pretensión de que sean útiles para la desinfección de espacios públicos. Pero la comunidad científica no concluye una recomendación expresa de su uso.

En España, el ozono está fuera del listado oficial de productos autorizados registrados por el Ministerio de Sanidad como viricidas para ser utilizados en trabajos de desinfección. Sin embargo, el 27 de abril de 2020 Sanidad comunicó que la comercialización de los aparatos productores de ozono está permitida, respetando las medidas de seguridad, mientras no concluya su evaluación por parte de la Unión Europea.

Efectos del ozono para la salud

Según la OMS, el ozono es considerado un agente irritante por inhalación, un oxidante muy potente y una sustancia peligrosa con potenciales graves efectos para la salud.

En concentraciones bajas de ozono pueden causar dolor en el pecho, tos, falta de aliento e irritación de la garganta. En concentraciones mayores de 0,05 ppm o 0,1 mg/m3 puede ocasionar:

  • Empeoramiento de enfermedades respiratorias crónicas (EPOC, asma…).
  • Crisis respiratorias, tos e irritación de las vías respiratorias altas.
  • Quemaduras graves en la piel.
  • Daños oculares importantes, así como en otros órganos.
  • En concentraciones muy altas puede ser mortal por inhalación.
  • Es muy tóxico para la vida acuática y puede causar o intensificar el fuego (oxidante).
  • Además, está en evaluación como alterador endocrino.

Si bien es verdad, que hay personas con diferente susceptibilidad al ozono, tanto las sanas como las enfermas pueden experimentar una reducción de la capacidad pulmonar o inflamación de las vías respiratorias tras la exposición al ozono.

Lo que debes saber…

  • En teoría, el ozono podría tener el poder de destruir por oxidación la membrana externa del virus y, por ello, provocar que éste perdiera la capacidad infectiva, pero no hay evidencias suficientes.
  • Actualmente se comercializan diversos aparatos generadores de ozono para la desinfección de espacios públicos de forma segura.
  • En España, el ozono está fuera del listado oficial de productos autorizados por el Ministerio de Sanidad como viricidas para ser utilizados en trabajos de desinfección.