Muy resistentes

Las bacterias, como todo ser biológico, tiene una capacidad de adaptación a su medio ambiente. Dado que son organismos unicelulares que se reproducen constantemente, las bacterias pueden ir sufriendo mutaciones a medida que proliferan. Si alguna de estas mutaciones hace que la cepa de la bacteria se resistente a un antibiótico o a una familia de antibióticos que, en principio, son capaces de destruirla, su capacidad de supervivencia y de proliferación aumentará, de manera que cada vez habrá mayor resistencia a estos antibióticos y bacterias más difíciles de erradicar, las llamadas superbacterias

La resistencia a los antibióticos es un fenómeno que ocurre naturalmente; puede reducirse, pero no eliminarse por completo. Con el paso del tiempo, las bacterias se adaptan a los medicamentos diseñados por la industria farmacéutica para acabar con ellas y mutan para garantizar su supervivencia. Por esta razón, los tratamientos estándar para las infecciones bacterianas se van volviendo menos eficaces y, en algunos casos, por desgracia, pueden llegar a ser ineficaces.

Cada vez más resistentes

Están apareciendo nuevos mecanismos de resistencia que se propagan a nivel mundial y ponen en peligro la capacidad para tratar enfermedades infecciosas comunes, lo cual conlleva un aumento de la discapacidad y el número de muertes, así como a una prolongación de la enfermedad. Sin antimicrobianos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, intervenciones como el trasplante de órganos, la quimioterapia, el tratamiento de la diabetes o la cirugía mayor (por ejemplo, las cesáreas o las prótesis de cadera) se convertirán en procedimientos de muy alto riesgo. La resistencia a los antibióticos de las superbacterias aumenta el coste de la atención sanitaria a causa de la mayor duración de las hospitalizaciones y la necesidad de una atención más intensiva.

¿Por qué aparecen las superbacterias?

Las superbacterias son un fenómeno que aparece de forma natural con el tiempo, generalmente por modificaciones genéticas. Sin embargo, el proceso se ve acelerado por el mal uso y el abuso de los antibióticos. En muchos lugares hay un abuso y mal uso de los antibióticos tanto en las personas como en los animales, y es frecuente que se administren sin supervisión de un profesional. Un claro ejemplo de un uso incorrecto de los antibióticos es su administración para tratar infecciones víricas como resfriados o la gripe, que jamás se curarán gracias a un antibiótico (dado que estos no afectan a los virus), su uso como estimulantes del crecimiento de animales o para prevenir enfermedades en animales sanos. A medida que se expone a bacterias a estos antibióticos de manera innecesaria aumenta la probabilidad de que las bacterias se conviertan en superbacterias al crear resistencias a los fármacos.

Los microbios resistentes a los antimicrobianos están presentes en las personas, los animales y el medio ambiente. Pueden transmitirse de persona a persona o entre las personas y los animales, así como mediante la alimentación de origen animal. El mal control de las infecciones, las condiciones sanitarias deficientes y la manipulación inadecuada de los alimentos también fomentan la existencia de las superbacterias.

¿Qué sucede si nos infecta una superbacteria?

Los pacientes afectos por una superbacteria tienen un mayor riesgo de padecer complicaciones y secuelas graves de la infección, así como un mayor riesgo vital. Son especialmente graves los casos de superbacterias hospitalarias, en pacientes con ingresos prolongados y catéteres, dado que estas bacterias son de base más resistentes a los fármacos habituales. En el momento en que se vuelven resistentes a antibióticos específicos de uso hospitalario, las superbacterias suponen un grave riesgo para la salud, así como un elevado coste sanitario.

¿Cómo hacerles frente?

Para poder hacer frente a las superbacterias es esencial evitar el uso indebido de los antibióticos. Por ese motivo, nunca se debe tomar un antibiótico para tratar una infección a menos que lo haya prescrito un médico. Cuando un médico prescriba un tratamiento antibiótico este se debe cumplir a rajatabla y no dejarlo, aunque nos encontremos mejor. Los antibióticos se dan un determinado número de días porque se ha visto que es el tiempo eficaz para acabar con toda la población de bacterias que causan la infección. Si se toma durante menos tiempo, no todas las bacterias habrán sucumbido al efecto letal del antibiótico y aumenta el riego de que, expuestas al antibiótico, algunas muten y se hagan resistentes al fármaco. Ante cualquier duda a la hora de tomar un medicamento el Seguro de MAPFRE Salud cuentan con un servicio de Orientación Médica 24 horas donde podrás realizar cualquier consulta relacionada con tu salud y la de tu familia.

Otras medidas eficaces para evitar el contagio y la propagación de las superbacterias son: lavarse bien las manos al ir visitar a un paciente al hospital, manipular con cuidado los alimentos y, en la medida de lo posible, consumir alimentos que no hayan sido tratados con antibióticos. Un consumo responsable y sostenible ayuda a evitar también la formación de superbacterias y su propagación.

Lo que debes saber:
  • Las superbacterias son un fenómeno que aparece de forma natural con el tiempo, por modificaciones genéticas. Pero el proceso se acelera por el mal uso y abuso de los antibióticos.
  • Los pacientes afectados por una superbacteria tienen un mayor riesgo de padecer complicaciones y secuelas graves de la infección, así como un mayor riesgo vital
  • Para poder hacer frente a las superbacterias es esencial evitar el uso indebido de los antibióticos.