En ocasiones, el estudio de orina incluye conocer sus características microscópicas (por medio del sedimento de orina, para ver la presencia de células, cristales, cilindros y bacterias) y su cultivo (urocultivo, para identificar gérmenes).

Características de la orina

Físicas

En condiciones normales, la orina es de color amarillo claro y en función de su concentración (contenido de agua) puede adoptar una coloración amarillo claro (si está diluida) o amarillo oscuro (si está concentrada). La orina normal no suele contener sustancias químicas ni elementos anormales (células, cristales) o sólo trazas de ellos. Así, la orina puede tener una apariencia turbia si en ella hay células (leucocitos, hematíes) o cristales. O también si se están tomando ciertos medicamentos ya que la orina podría verse teñida por ellos.

Químicas

En el análisis de orina con tira reactiva se incluyen varios parámetros químicos. Dos de ellos son la esterasa (o esterasa leucocitaria) y los nitritos. La esterasa es una proteína que se encuentra en los glóbulos blancos o leucocitos y si éstos están en la orina, podemos detectar la presencia de esterasa con la tira reactiva. La presencia de nitritos indica la presencia de bacterias en la orina y, en consecuencia, una probable infección de las vías urinarias. La introducción de una tira reactiva en la muestra de orina hace que ésta cambie a color violeta ante la presencia de esterasa y de nitritos, poniéndonos tras la pista de una infección urinaria.

Microscópicas

La presencia en la tira reactiva de nitritos y/o de esterasa nos indicará la necesidad de realizar un estudio del sedimento urinario y, a veces, también del cultivo de la orina. En el sedimento urinario se investiga la presencia de células (incluyendo glóbulos blancos y glóbulos rojos), de cristales, de cilindros y de bacterias. Los cristales se deben a la cristalización de algunas sustancias que se encuentran disueltas en la orina, principalmente sales. Los cilindros son como huellas de los túbulos renales que se crean cuando las células urinarias, las proteínas o ambas precipitan en los túbulos renales y se eliminan en la orina. La presencia de cristales y de cilindros puede orientarnos a enfermedades renales o de la vía urinaria.

Consiste en incubar la orina en medios de crecimiento bacteriano específicos para identificar el posible responsable de la infección.

El cultivo de la orina (urocultivo)

Los resultados de todos estos estudios (tira reactiva, sedimento y cultivo de orina) generalmente están listos en pocos minutos (la tira reactiva) u algunas horas (el sedimento) o pocos días (el urocultivo). Sin embargo, algunos tipos de bacterias se reproducen lentamente y los resultados pueden tardar bastantes días o incluso semanas.

¿Cómo debe ser la recogida de la orina?

Es importante la obtención de una muestra de orina en las mejores condiciones posibles. Dependiendo del estudio que vamos a realizar, necesitaremos un tipo de muestra de orina u otro. En el caso que nos ocupa, y para una simple tira reactiva, podrá ser una muestra aleatoria, es decir, una muestra de orina cogida al azar en cualquier momento, aunque sería preferible hacer una recogida de la orina tras varias horas tras la última micción. En el caso de tomar una muestra para hacer un sedimento y para hacer un cultivo es preferible extremar las medidas de recogida de la orina.

  • Antes de recoger la orina es imprescindible el lavado de los genitales externos con agua jabonosa templada y después aclarar con agua abundante y secar bien.
  • La orina se tiene que recoger en un recipiente que sea limpio o estéril (habitualmente dicho recipiente está envuelto en una pequeña bolsa de plástico que mantiene la limpieza) y con cierre hermético.
  • No hay que destapar el recipiente hasta el momento en que se está preparado y se vaya a iniciar la recogida de la orina. Es mejor despreciar el primer chorro y recoger la porción media del chorro de orina «al vuelo», sin detener la micción.
  • Si va a pasar cierto tiempo entre la recogida y la entrega en el laboratorio, lo mejor es conservarla en un lugar refrigerado (por ejemplo, la nevera); no hay que congelarla. Después habrá que transportarla hasta el laboratorio intentando que se altere lo menos posible (básicamente que el recipiente esté en posición vertical, bien tapado y sin que esté sometido a altas temperaturas), y llevar rápidamente la muestra al laboratorio.
  • Es también importante que el recipiente donde esté recogida la muestra de orina esté bien etiquetado con nuestro nombre y algún otro dato que permita la identificación correcta.

¿A qué nos referimos con leucocitos en la orina?

La presencia en el sedimento de orina de un número excesivo de eritrocitos (o hematíes o glóbulos rojos) recibe el nombre de “hematuria”. Y la presencia de un número excesivo de leucocitos (o glóbulos blancos) recibe el nombre de “leucocituria”.

Si en la orina se detectan, además de leucocitos, eritrocitos y ambos están en la misma o similar proporción como están en la sangre, no podemos hablar de leucocituria sino de simple hematuria.

¿Qué cantidad de leucocitos es normal?

Puede ser normal la presencia de unos pocos glóbulos blancos (hasta 5 leucocitos por campo de alta resolución, campo de 400 aumentos) cuando se analiza la orina al microscopio óptico. Cuando los valores son iguales o superiores a 5 leucocitos hablamos de leucocituria.

El resultado del laboratorio también puede venir expresado en otras unidades: así, se considera que es normal la presencia de hasta 10 leucocitos por microlitro (mcL) ó 10.000 células por mililitro (mL).

Significado de la presencia de leucocitos

La presencia de leucocitos altos en la orina no significa, de entrada, que debamos alarmarnos. Y, en la mayoría de los casos, la causa va a ser un problema leve de salud. Deben siempre correlacionarse los resultados del análisis de orina con el estado de salud de la persona (síntomas actuales, antecedentes previos de alguna enfermedad, toma de medicamentos por otra razón, etc.).

¿Por qué pueden aparecer leucocitos?

Las posibles causas de la presencia de leucocitos en la orina son muchas, pero de entrada siempre hay que pensar como primera opción en una infección de orina.

Infección de orina

Es la causa más frecuente, especialmente en mujeres. Puede corresponder a una cistitis (lo habitual) o a una pielonefritis, y es causada por bacterias. Los síntomas de cistitis incluyen quemazón o picor al orinar, dolor al orinar, ganas de orinar con mucha frecuencia, color turbio y mal olor de la orina y, en ocasiones, debilidad, cansancio y fiebre.

Los síntomas son de aparición súbita y con intensidad variable. La pielonefritis (infección renal) es una infección más grave y se manifiesta con dolor y micciones frecuentes que se acompañan de fiebre alta, escalofríos, taquicardia y vómitos. Hay una mayor probabilidad de desarrollar una infección renal si una persona está inmunodeprimida (tiene un sistema inmunológico débil) o si ha estado usando un catéter urinario durante algún tiempo. En el análisis de orina encontraremos, además de numerosos leucocitos, la presencia de bacterias y de nitritos.

Infección de orina sin bacterias:

Es posible tener leucocitos en la orina y con síntomas de infección bacteriana, pero sin demostrarse tal infección (no hay bacterias en el sedimento ni en el cultivo). Se llama leucocituria estéril. Esto ocurre en una infección urinaria que haya sido “decapitada” por un tratamiento antibiótico o no acabado o con resistencia parcial del germen al antibiótico usado. También hay algunas enfermedades de transmisión sexual, infecciones por virus o por hongos o incluso la tuberculosis que pueden causar esto. En estos casos (salvo en el caso de los virus, que podemos estudiar mejor en el análisis de sangre) se debe hacer un cultivo especial para demostrar estos gérmenes.

Bacterias en la orina sin síntomas:

Es la presencia de bacterias en el análisis de orina (confirmado en el sedimento y en el cultivo de orina) pero sin síntomas. Se llama bacteriuria asintomática. Puesto que no hay síntomas, el análisis de orina se puede haber hecho por otro motivo. Esta entidad no suele tratarse con antibióticos, y sólo se reserva este tratamiento cuando la persona tiene un riesgo aumentado si por no tratarla se llegase a producir una infección del tracto urinario.

Prostatitis aguda y crónica:

Esta entidad sólo se da en hombres. La forma aguda se caracteriza por la presencia de dolor al orinar, dificultad al orinar, micciones frecuentes, sobre todo por la noche, fiebre y escalofríos. También puede haber dolor en el abdomen, la pelvis o la región lumbar. La prostatitis crónica es poco frecuente y suele cursar con episodios repetidos como si fuese una infección aguda (aumento de la frecuencia, urgencia y escozor al orinar) y entre los episodios puedes no haber ningún síntoma o presentar una clínica mantenida de dolor en el abdomen bajo o pelvis.

Litiasis (piedras) o arenilla en el riñón o en la vía urinaria:

Los síntomas característicos son el dolor en la parte baja de la espalda, dificultad para orinar, disminución de la cantidad de orina, náuseas, vómitos, escalofríos y fiebre. En el análisis de orina encontramos leucocitos, eritrocitos y cristales, pero no debería haber bacterias.

Glomerulonefritis (Nefritis no infecciosa):

Se trata de una inflamación aguda del riñón (los glomérulos renales), ya sea como debut de la enfermedad o como brotes de agudización de una enfermedad previa ya conocida. Lo síntomas pueden ser variados: disminución en la formación de orina, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, cansancio, palidez de la piel, hinchazón… La cifra de leucocitos en la orina suele ser mucho menor que en el caso de una infección y los leucocitos de la orina puede ser eosinófilos. Además, en la orina suele haber proteínas y puede haber eitrocitos. No hay bacterias. En el análisis de sangre la función renal está afectada.

Lupus eritematoso sistémico:

Es una enfermedad autoinmune, es decir, que es una enfermedad en la que las células del sistema inmunológico actúan contra el propio organismo, produciendo inflamación en las articulaciones, piel, ojos y riñones. En el examen de orina se puede observar una gran cantidad de leucocitos; además, también podremos encontrar proteínas y eritrocitos.

Cistitis intersticial:

Es un trastorno de larga duración y causa muchas veces desconocida. Los síntomas son molestias o dolor, presión y aumento de sensibilidad en la región de la vejiga, en la parte inferior del abdomen y en la zona pélvica. Los síntomas varían de persona a persona, y pueden ser leves o fuertes. Pero generalmente son muy incapacitantes y deterioran la calidad de vida de la persona que los padece.

Retención de orina:

Si la orina se acumula en la vejiga, la presencia de bacterias aumenta el riesgo de infección. Esto puede elevar los niveles de leucocitos en la orina.

Uso de algunos medicamentos:

Algunos medicamentos, como antibióticos, aspirina, corticoides y diuréticos, por ejemplo, pueden hacer aparecer leucocitos en la orina. Los leucocitos suelen ser eosinófilos.

Cáncer:

Tumores en la vejiga, en la próstata y en los riñones pueden dar leucocitos en la orina, ya que en estas situaciones el sistema inmune se debilita. Estos leucocitos pueden ser eosinófilos. Además, la presencia de leucocitos puede producirse como consecuencia del tratamiento realizado contra los tumores.

¿Cuándo acudir al médico?

Generalmente, el análisis de orina lo habrá solicitado un médico que haya visto al paciente y ante los síntomas que éste puede explicar, de manera que en la visita de control y ya con los resultados, el médico podrá explicarle a la persona el significado de la presencia de leucocitos y si hay que hacer nuevos estudios o si hay que empezar un tratamiento.

En el caso de que el análisis se haya hecho sin indicación del médico, el acudir al mismo deberá hacerse siempre y cuando aparezcan valores alterados y/o síntomas, tal y como se ha explicado en este texto. En general, se puede acudir al médico de Atención Primaria. Y si los síntomas son intensos o no se controlan con la medicación iniciada o aparecen nuevos síntomas, se puede acudir a un servicio de urgencias para valoración.

Interpretación

La detección de valores elevados de leucocitos en el análisis de orina permitirá cuantificar su presencia, además de detectar otras alteraciones (presencia de cilindros, de eritrocitos, de glucosa o azúcar, de proteínas, etc.) que nos orienten a su origen.

Tratamiento

El tratamiento se basa en tratar la causa que provoca la leucocituria. Por eso, sólo un diagnóstico correcto nos va a permitir un adecuado tratamiento.

En la mayoría de las ocasiones, o no hay que hacer tratamiento de la leucocituria, o bien se administrarán antibióticos en caso de infección o del tratamiento correspondiente para cada enfermedad.

El médico de Atención Primaria va a poder tratar adecuadamente la mayoría de las situaciones. Si hay sospecha de piedras en el riñón o la vía urinaria, o si hay sospecha de procesos inflamatorios no infecciosos o de infecciones atípicas, se deberá acudir al especialista.

Para infecciones bacterianas pero que puedan ser más graves o aquellas que no se resuelven fácilmente con el antibiótico administrado, es posible que se necesite un tratamiento médico más complejo. En algunos casos, puede ser necesaria la hospitalización.

Prevención para evitar infecciones de orina

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir las infecciones bacterianas de orina. Éstos incluyen:

      • Beber habitualmente más cantidad de agua; se debe tomar suficiente agua como para que la orina sea clara.
      • Orinar cuando se tienen ganas y no retener la orina.
      • Prevenir el estreñimiento y no posponer la evacuación, para que así los gérmenes no colonicen las áreas cercanas al tracto urinario.
      • Mantener su zona genital limpia.
      • Limpiarse la zona genital y anal de adelante hacia atrás después de usar el baño
      • Limpiar las zonas genitales y anales antes y después de la actividad sexual.
      • Orinar antes y después de la actividad sexual.

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Lo que debes saber…

  • La presencia de un número excesivo de leucocitos (o glóbulos blancos) en la orina recibe el nombre de “leucocituria”.
  • Las posibles causas de la presencia de leucocitos en la orina son muchas, pero no debe alarmarnos y, de entrada, siempre hay que pensar como primera opción en una infección de orina.
  • En la mayoría de las ocasiones, o no hay que hacer tratamiento de la leucocituria, o bien se administrarán antibióticos en caso de infección o del tratamiento correspondiente para cada enfermedad.