La calabaza es una hortaliza más dulce que la mayoría, y si bien es cierto que eso se debe a un mayor contenido en azúcares, para nada debemos considerar que sea un alimento rico en azúcar. La calabaza es un estupendo alimento que puede venir muy bien a aquellas personas un tanto reacias a las verduras de hoja verde.

Tiene fama de ser más dulce, más calórica y más azucarada que el resto de hortalizas pero en cantidades pequeñas. Por ejemplo, 100 gramos de calabaza aporta:

  • 30 Kcal: similar a la energía que proporciona la misma cantidad de pimiento rojo, champiñón o cebolla blanca.
  • 3,5 g de azúcar: lo que significa 1 g más que el azúcar que contienen 100 g de judías verdes o de berenjena y menos de la mitad del azúcar que contiene el típico sobrecito del bar, que suelen ser 8 g.

Valor nutricional de la calabaza

  • Agua
  • Fibra
  • Potasio
  • Vitamina A
  • Carotenoides

Ideas para comer calabaza

La calabaza, al tener ese punto dulce, se puede utilizar tanto en platos salados como dulces, en platos principales o en postres y repostería:

  • Un clásico es la crema de calabaza, que se puede hacer solo con calabaza y aceite de oliva o añadiendo cebolla o puerro rehogado o sofrito. También se puede elaborar crema de calabaza con patata o mezclada con muchas otras verduras.
  • Otra opción es cortarla a daditos pequeños y rehogarla o saltearla junto con otros vegetales, se puede utilizar de acompañamiento de una carne, o formando parte de una ensalada o elaborar con ella múltiples recetas, un risotto, una lasaña, un humus y ya no hablemos de la pasta rellena de calabaza… ¡Y se puede hacer rellena!
  • En su versión dulce podemos hacer crema con pera, mermelada de calabaza, diferentes tipos de tarta de calabaza, las tortillas de calabaza con canela típicas de canarias…
  • No olvidemos que también se consumen las pepitas, que podemos añadir a un yogur, una ensalada o cualquier otro plato, además de preparar deliciosos panes con ellas.

Aceite de calabaza

En Eslovenia es típico el uso de aceite de semilla de calabaza, tiene un sabor suave y un color oscuro que tiñe de verde aquello que toca. Se puede utilizar para aliñar cualquier tipo de plato, igual que utilizamos aquí el de oliva.

¿A quién conviene y a quién no?

Se aconseja para:

  • Dietas de fácil digestión: la pulpa de calabaza es rica en mucílagos a los que se atribuye un papel protector de la mucosa gastroduodenal y propiedades anti-ulcerosas, por lo que se considera adecuada en personas que sufren dolencias como la gastroenteritis.
  • Personas (adultos o niños) con aversión a las verduras: su color, aroma y sabor la diferencia bastante del conjunto de las hortalizas, al menos de las verdes, que en ocasiones son rechazadas. Es una buena manera de tomar hortalizas y, además, de mil formas.
  • Deportistas: el potasio es uno de los minerales que intervienen en la contracción muscular y mantiene el equilibrio electrolítico de nuestro cuerpo.
  • En episodios de vómitos o diarreas u otras situaciones de necesidades incrementadas de potasio: en estos casos podemos ayudar a reponer la pérdida de potasio que ocasionan estos episodios con la ingesta de alimentos ricos en potasio como la calabaza.

No resultan adecuadas en caso:

  • Tendencia a padecer flatulencias: en algunos casos, especialmente poco cocida, la calabaza se ha relacionado con flatulencias. Todo depende de la forma de cocción y la sensibilidad personal. Por ejemplo, una crema de calabaza bien cocida ocasionará menos flatulencia que la calabaza cocida entera y no muy hecha.
  • Problemas renales u otras limitaciones de potasio: los enfermos renales que tengan que limitar la ingesta de potasio deberán controlar el consumo de calabaza por su alto contenido en potasio.

Consejos de compra y conservación

  • Tanto si escogemos una calabaza de invierno o de verano, se aconseja adquirir ejemplares firmes y con la piel intacta.
  • Por otra parte, es preferible que conserven el rabo o pedúnculo pues, de no tenerlo, la calabaza irá perdiendo humedad. Ahora bien, si escogemos una calabaza de verano debemos escoger una de tamaño mediano, las más grandes suelen tener la carne más amarga.
  • La calabaza ha de estar tierna pero firme, con la piel brillante, muy suave y no excesivamente dura. La falta de brillo o una piel dura o áspera son signos de que su carne está seca.
  • Al adquirir una calabaza de invierno, se recomienda escoger ejemplares bien maduros y de corteza gruesa (una piel suave nos indica que aún no está madura). Además, la calabaza de invierno debe ser pesada en relación a su volumen.

Lo que debes saber:

  • Temporada: las más consumidas suelen ser de otoño e invierno pero existen variedades diferentes durante todo el año, pues hay calabazas de verano, y calabazas de invierno.
  • Beneficios: se le atribuyen propiedades protectoras de la mucosa gástrica, es rica en antioxidantes, los carotenoides, y una gran fuente de potasio.
  • Ideales en: dietas de fácil digestión, y para niños o adultos con aversión a las hortalizas verdes.