La chirivía o pastinaca sativa es una hortaliza de raíz perteneciente a la familia de las umbelíferas, similar a la zanahoria, apio o hinojo, cuya carne es carnosa y gruesa. Suele consumirse en los meses de otoño e invierno.

Es originaria de Asia y Europa y se consideraba un alimento básico en la gastronomía antes de que llegara la patata. Pese a que en la actualidad su consumo no está muy extendido, es una hortaliza muy versátil que podemos utilizar como ingrediente en muchísimos platos (caldos, sopas, guisos de carne o de pescado…)

Para evitar cardiopatías

Debido a su contenido en fibra y ácidos grasos esenciales, ayuda a mejorar el perfil lipídico, la tensión arterial y en general prevenir enfermedades cardiovasculares.

Función antioxidante

Gracias principalmente a la vitamina C que contiene la chirivía protege las células del daño causado por los radicales libres, que contribuyen al desarrollo de ciertas enfermedades y juegan un papel en los procesos de envejecimiento.

Durante el embarazo

Su contenido en ácido fólico la convierte en un alimento muy adecuado para las mujeres embarazadas, ya que ayuda a prevenir entre otras cosas la espina bífida.

Prevenir el estreñimiento

La fibra tanto soluble como insoluble presente en la chirivía contribuye a prevenir y mejorar el estreñimiento.

Control o pérdida de peso

Gracias a su contenido en fibras que le otorgan características saciantes y su bajo contenido calórico (61,36Kcal/100 gramos de alimento), es una hortaliza ideal en dietas de pérdida de peso.

6 Nutrientes que destacan de la chirivía

La chirivía destaca por su contenido en hidratos de carbono complejos, fibra y ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6, vitaminas del grupo B, C y E y minerales.

Fibra

La chirivía aporta tanto fibra soluble (pectina) como insoluble (lignina). La fibra insoluble confiere volumen a las heces y ayuda a que los alimentos pasen más rápido por el tracto digestivo. La fibra soluble es aquella que capta el agua formando una sustancia voluminosa tipo gel que ayuda en la digestión, que suaviza y ayuda a eliminar las heces.

Folatos

Otra de las vitaminas que encontramos en cantidad nada despreciable en la chirivía son los folatos, también llamado ácido fólico o vitamina B9, que interviene en la producción de los glóbulos rojos, en el desarrollo del sistema nervioso, participa en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos. Además, es importantísimo a la hora de prevenir anemias y la espina bífida en el embarazo.

Acido grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales (AGEs) son componentes nutricionales vitales ya que son necesarios para llevar a cabo innumerables funciones como, por ejemplo, reduce la acumulación de lípidos en las arterias, promueve la síntesis de hemoglobina, interviene en la síntesis de colesterol, son componentes de las membranas celulares, etc. Como su nombre indica, son nutrientes esenciales, porque nuestro organismo no puede sintetizarlos, por eso deben ser aportados necesariamente a través de la dieta, como con la chirivía.

Vitamina C

La vitamina C es un antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres que producen en el organismo por diferentes motivos, dañinos para el organismo. Además, es necesaria para el crecimiento y reparación de tejidos, formando proteínas que componen la piel, tendones, ligamentos… Ayuda en la cicatrización de las heridas y participa en la absorción del hierro.

Magnesio

La chirivía contiene cantidades destacables de este mineral. El magnesio se encarga, entre otras funciones, de mantener un funcionamiento adecuado de los intestinos, músculos y nervios, también participa en la regulación de la contracción cardíaca, mejora el sistema inmunitario, y además forma parte de huesos y dientes

Potasio

La chirivía destaca por su contenido en potasio. Este mineral es propio de los vegetales, indispensable para la transmisión y generación del impulso nervioso, participa en la contracción muscular, así como en el equilibrio hídrico tanto en el interior como en el exterior de la célula. Una de las consecuencias de la pérdida de electrolitos debido a la deshidratación, puede ser sufrir calambres.

Compra, conservación y consumo

Para escoger bien una chirivía, debemos fijarnos en que tengan una carne consistente y una piel fina, sin golpes o marcas. Al cogerla no debemos ser capaces de doblarla, pues si es así, la chirivía esta pasada.  Podemos conservarla en la nevera y consumirla antes de una semana para que no pierda sus propiedades. Se puede conservar en el congelador, pero debe “blanquearse” antes, es decir “semicocinar”. Las herviremos en agua con una pizca de sal durante 5 minutos si queremos guardar la pieza entera, o tres minutos si la congelamos troceada.

Recuerda que…

  • La chirivía contiene folatos, también llamado ácido fólico o vitamina B9, que interviene en la producción de los glóbulos rojos, en el desarrollo del sistema nervioso, participa en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos.
  • Debido a sus propiedades nutricionales la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo de forma habitual.