Las enzimas digestivas actúan sobre los alimentos, rompiéndolos para producir compuestos muy simples y que así puedan ser absorbidos a través de la pared del intestino. Las enzimas digestivas actúan sobre los hidratos de carbono complejos ya desde la boca (la saliva contiene estas proteínas). Cuando los hidratos de carbono llegan al intestino están parcialmente destruidos por las enzimas de la saliva, o bien están intactos o prácticamente intactos (tal y como estaban al ser introducidos en la boca).

Allí vuelven a actuar sobre ellos unas enzimas digestivas producidas por el páncreas y vertidas al intestino. Como consecuencia de la acción de todas estas enzimas digestivas, finalmente los hidratos de carbono son destruidos total o casi totalmente y absorbidos. Sin embargo, hay ciertos hidratos de carbono sobre los que nuestras enzimas digestivas no son efectivas y «escapan» a la destrucción por las enzimas y a su posterior absorción; estos hidratos de carbono son la fibra. Pero aunque la fibra escape a la acción de las enzimas digestivas humanas, ello no significa que no se digiera en absoluto. En realidad, una parte de la fibra dietética sufre un proceso (total o parcial) de fermentación en el intestino grueso por parte de las bacterias que normalmente tenemos allí, dando lugar a compuestos como ácidos grasos de cadena corta (ácido acético, ácido propiónico y ácido butírico) que nuestro organismo y las propias bacterias utilizan.

Composición de la fibra dietética

Lo que incluimos en la fibra dietética son sustancias algunas de las cuales forman parte de la pared de las células vegetales, dándole la estructura dura (poco deformable) típica de estas células; otras sustancias de la fibra dietética no participan como elementos estructurales de las células vegetales.

La mayoría de las sustancias que se incluyen en la fibra dietética son, desde un punto de vista químico, hidratos de carbono (azúcares) muy complejos, como la celulosa, las hemicelulosas, la pectina, los mucílagos y las gomas.

Últimamente también se incluyen en este grupo los almidones y los oligosacáridos no digeribles por las proteínas de la digestión que hay en el intestino delgado, es decir, la inulina y las oligofructosas. Otras sustancias que se incluyen en la fibra dietética no son hidratos de carbono: es el grupo de la lignina.

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