Los gatos son los responsables de transmitir la toxoplasmosis, ya que cuando están infectados por el parásito eliminan sus huevos por los excrementos. Estos huevos pueden ser ingeridos por otros animales (vacas, bueyes, cerdos) e infectarse. El ser humano se infecta al comer carne cruda infectada con el parásito, huevos crudos, leche sin pasteurizar, fruta o verdura que no ha sido lavada y ha tenido contacto con excrementos de gato.

Si la mujer no está embarazada es una infección sin importancia ni gravedad. Los síntomas se parecen a un catarro leve y se pasa una vez en la vida.

Cuando la toxoplasmosis ocurre en el embarazo, existe el peligro de que el parásito atraviese la placenta y afecte al bebé. Afecta al 50% de los hijos de bebés de madre infectada durante el embarazo.

Son estos los motivos por los que se realiza una prueba, en las primeras semanas de embarazo, para determinar si ya se ha tenido la enfermedad. Se realiza una serología que determina si, en el cuerpo de la madre hay anticuerpos protectores contra toxoplasma.

Si la serología es positiva: se ha pasado la toxoplasmosis (la mujer tiene anticuerpos contra el parásito), no hay riesgo de que la vuelva a pasar durante el embarazo y, por lo tanto, no hay riesgo para el bebé.

Si la serología es negativa: significa que la madre no ha padecido la enfermedad.

Prevención

El mejor modo de prevenir la toxoplasmosis congénita es evitar la infección en la madre embarazada. Las medidas a tomar son las siguientes:

  • No comer carne cruda o poco cocida.
  • No comer jamón serrano, chorizo ni salchichón (están hechos de carne cruda).
  • Lavar muy bien la verdura cruda que crece cerca del suelo.
  • Si se convive con un gato hay que realizar una prueba al animal para asegurarse que no está padeciendo la enfermedad. Si tiene la enfermedad la embarazada no debe tener contacto con él. Si está sano la futura mamá no debe limpiar ni la arena ni los excrementos del gato. Mantener al animal fuera de casa y darle pienso, alimentos envasados o guisados.
  • Si se realizan trabajos de jardinería hay que usar guantes.
  • Evitar el contacto con las aves: gallinas, palomas. Si hay dudas sobre el estado de salud de las mismas hay que consultar con el veterinario.

Los perros no transmiten la enfermedad ni el comer pescado crudo.

Riesgo para bebé

  • Primer trimestre: la toxoplasmosis es más grave para el bebé en las primeras semanas del embarazo. Las secuelas para el feto son más graves, incluso puede producir la muerte del bebé (aborto).
  • Segundo y tercer trimestre: son las últimas semanas del embarazo donde es más fácil transmitir la enfermedad al bebé. Las secuelas son leves o sin síntomas aparentes al nacer.

Síntomas en el bebé

  • Retraso del crecimiento intrauterino (feto pequeño).
  • Riesgo de ser prematuro.
  • Ictericia al nacer (coloración amarilla de piel y mucosas).
  • Afectación neurológica: convulsiones, microcefalia (cráneo pequeño) o hidrocefalia.
  • Afectación ocular: microoftalmia (ojo anormalmente pequeño), alteraciones de la retina y del nervio óptico.
  • Puede ser que al nacimiento no se aprecie ninguna repercusión en el bebé pero que con el tiempo aparezcan problemas neurológicos o visuales que sean debidos a una toxoplasmosis.

Tratamiento

Se trata con medicinas adecuadas para combatir el parásito.

Si la infección la padece la madre durante el embarazo, se dan medicinas que intentan minimizar el paso del parásito al feto.

Si el bebé nace infectado se da un tratamiento largo de un año en todos los casos. A pesar del tratamiento muchas de las secuelas son irreversibles y causarán problemas en el niño para siempre.