¿Qué es?

El paracetamol es un medicamento que se utiliza para calmar el dolor (analgésico) y la fiebre (antitérmico). Es una de las causas más frecuentes de intoxicación medicamentosa en la infancia. La dosis tóxica en el niño es cuando se superan los 150 mg por kilo de peso. Es un fármaco que se elimina por el hígado y cuando se sufre una intoxicación por esta medicina se daña muchísimo este órgano.

Causa

La intoxicación es debida a la ingestión accidental de paracetamol, normalmente en forma de jarabe y por parte del niño (de aquí la importancia de nunca dejar al alcance del niño las medicinas).

Síntomas

En las primeras horas tras la ingesta de la dosis tóxica el niño está con malestar, presenta náuseas y vómitos y una sudoración profusa. A partir de las 24-72 horas el niño inicia los síntomas causados por el daño hepático: inflamación del hígado con dolor en la parte superior derecha del abdomen, ictericia en piel y mucosas, alteraciones de la coagulación y obnubilación. En los casos más graves el daño puede progresar y alterar las funciones del riñón, el corazón o el páncreas. Puede incluso producir la muerte.

Tratamiento

Si se sospecha la ingesta de una dosis tóxica de paracetamol se debe acudir a un servicio de urgencias lo más rápido posible para aplicar las medidas adecuadas que eviten síntomas graves. Se debe intentar expulsar del estómago el paracetamol ingerido para evitar la absorción del fármaco. Para esto se suele hacer un lavado gástrico, dar algún fármaco que provoque el vómito (jarabe de ipecacuana) o dar carbón activado para impedir la absorción.

Se pueden monitorizar los niveles de paracetamol en sangre para controlar la evolución y valorar la gravedad del niño. Existe un antídoto que anula los efectos del paracetamol que es la N-acetilcisteína.