Hace algunos años, Ángela conoció a través de una amiga la realidad de los enfermos oncológicos. Desde entonces, descubrió el gran vacío que existía en torno a las necesidades estéticas de los pacientes oncológicos y de los efectos psicológicos que esto producía durante los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.

Desde ese momento comenzó un proyecto que es ya una realidad y que le ha hecho dedicarse en cuerpo y alma a este proyecto. Actualmente, es Presidenta y Fundadora de la Asociación Española de estética reparadora integral (AEERI), dirigida por y para el cuidado de la imagen y autoestima de las personas con cáncer.

¿Qué es la estética oncológica?

El asesoramiento a este tipo de pacientes, según palabras de Ángela Navarro, requiere una necesidad prioritaria de I+D ya que «no nos olvidemos de que se trata de estética aplicada a la salud«. Como puntos importantes, destaca varias líneas de acción:

  • Contar con locales acondicionados para preservar la intimidad de los pacientes.
  • Un mayor número de profesionales con conocimientos en psicología y en las consecuencias estéticas que suponen los tratamientos contra el cáncer.
  • Avanzar en una cosmética no agresiva y adaptada a la sintomatología de estos pacientes.
  • Apostar por una posticería más avanzada, capaz de devolver al paciente su imagen anterior a la enfermedad o para que tenga la posibilidad de elegir un cambio de imagen.

Efectos psicológicos por la pérdida del pelo durante el tratamiento oncológico

El impacto y los cambios que produce esta enfermedad se manifiestan a dos niveles:

  • Físico: con reacciones como la alopecia, la hiperpigmentación o las irritaciones cutáneas, entre otras.
  • Psicológico: esos cambios físicos afectan a nivel personal, emocional, familiar y laboral.

Por esa razón, los objetivos prioritarios se centran «en minimizar el cambio del paciente para que éste se reconozca a sí mismo, en mantener su autoestima respecto a su cambio físico y en evitar el rechazo y compasión social respecto a la enfermedad».

Trabajo multidisciplinar para abordar el impacto psicológico de la enfermedad

Para entender todos los componentes del impacto que supone para una persona esta enfermedad, la Asociación Española de Estética Reparadora Integral (AEERI) se ha entrevistado con médicos oncólogos, dermatólogos, psicólogos y ha vivido el día a día con pacientes. Gracias a ello se ha podido crear una Guía llamada «Pautas para el autocuidado en pacientes oncológicos» donde se abordan temas y consejos sobre el cuidado del pelo, cambios de imagen, como tratar la piel tras los efectos y sensibilidad a la radiación, el aspecto psicológico del problema, consejos generales y comentarios médicos.

Para conseguir estos objetivos, Ángela Navarro plantea la necesidad de:

  • Formar a los pacientes en su autocuidado, a los profesionales de la salud y a los profesionales y especialistas de la peluquería y la estética. De ahí la importancia de los Talleres que promueve la Asociación, a los que asisten pacientes oncológicos junto con profesionales de la salud y de la estética, lo que posibilita un intercambio de experiencias sobre las diferentes formas de enfocar esta problemática. Para ello han elaborado diferentes publicaciones en colaboración con Fundaciones, Dirección General de la Mujer, de la Comunidad de Madrid, Consejerías de Sanidad de diferentes Comunidades Autónomas, Hospitales como el Gregorio Marañón, de la Princesa, Rúber Internacional, San Camilo, MD Anderson de Madrid, entre otros:
    • Cursos para profesionales de la estética que quieran trabajar con enfermos de cáncer.
    • Trabajo con las consejerías de sanidad de las CC.AA. para incorporar el cuidado de la imagen en los planes contra el cáncer.
  • Promover investigación y desarrollo (I + D) ya que, en la actualidad, el mercado internacional de la posticería presenta grandes deficiencias: pelucas sin control sanitario y estético, poca transpiración, pegamentos abrasivos… que dan la sensación al paciente de «ir disfrazado». Por eso, el equipo de Ángela está trabajando en nuevas pelucas que permitan mayor transpiración, tejidos hipoalergénicos y con sujeción a través de novedosos métodos, como las cintas, que eviten el uso de pegamentos. El asesoramiento, las opciones de cambio de imagen por ordenador, con la aplicación de nuevas técnicas informáticas como los simuladores virtuales, consiguen evitar al paciente desplazamientos innecesarios o visitas continuadas al centro. Por último, investigación en el campo de la cosmética específica para estos pacientes: componentes cicatrizantes que favorezcan la hidratación, de la que suelen adolecer siempre producto de los agresivos tratamientos a los que se ven sometidos.

Ayuda a los pacientes sin recursos económicos

La labor de la Asociación Española de Estética Reparadora Integral (AEERI) que preside Ángela Navarro está enfocada en destinar parte de sus fondos al servicio de pacientes con bajo nivel económico. Sin embargo, este pequeño grano de arena no es suficiente sin la implicación de instancias superiores, organismos y colectivos cercanos a esta realidad y al mundo de la salud. En este sentido, los profesionales de la salud deberían sensibilizarse más con el impacto psicológico que produce el cambio físico en los pacientes oncológicos y responsabilizarse en la importancia de la estética y cómo ésta puede ayudarles en el proceso de su enfermedad. Es vital la colaboración del mundo de la estética en los programas de salud.

Para ello, las acciones que AEERI propone son:

  • Informar y formar a los pacientes.
  • Realizar I+D sobre nuevos tejidos, soluciones para la posticería, productos hipoalergénicos…
  • Ayudas económicas y financiación de los tratamientos para los pacientes con menos recursos.

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