El deporte de fuerza en niños no significa levantamiento de pesas ni halterofilia. Cuando se habla de trabajo en el que exista un componente de fuerza en rutinas para niños nos referimos, básicamente, a incluir ejercicios de resistencia adaptados sin buscar la hipertrofia muscular, lo cual sería un error.

De hecho, sólo hay que acercarse a un parque y observar cuántos niños ya están realizando este tipo de ejercicios al trepar por cuerdas, subir por estructuras móviles o saltar de un elemento a otro. Ellos, sin ser conscientes, ya están cubriendo parte de ese programa cada vez más recomendado por especialistas: levantar su propio cuerpo es una manera fácil y perfecta para empezar a incluir el entrenamiento de fuerza.

Convertir el juego en rutina

Además de este tipo de ejercicio, que al fin y al cabo es un juego, existen una serie de accesorios que ayudan a convertir el juego en una rutina que forme parte de un entrenamiento y que debe entenderse como parte del desarrollo del niño, no como un programa para convertirlo en un profesional del levantamiento de peso.

El uso de gomas (las hay de diferentes resistencias) es una recomendación muy acertada para los que empiezan a incluir palabras como repeticiones y series en su vocabulario. Son una opción ideal para el tren superior e inferior en lugar de las pesas, ya que se evitan posibles caídas de las pesas que, aunque sean ligeras, pueden provocar lesiones así como problemas al realizar la técnica de manera inadecuada. También aquí son válidos todos aquellos deportes en los que la fuerza se incluye dentro de su preparación física como la gimnasia, en la que la necesidad de un trabajo muscular incluido en la rutina es básico para un correcto desarrollo de la disciplina deportiva, tanto masculina como femenina.

Niños mayores

En chicos de edades más avanzadas, usar máquinas o pesos libres son opciones que se pueden considerar, siempre bajo la supervisión de un adulto con conocimientos para poder corregir la técnica si fuera necesario. Sería adecuado, previo al trabajo muscular, realizar un calentamiento cardiovascular y de este modo los músculos estarán en mejores condiciones. Las recomendaciones se basan en sesiones en las que se incluyan la mayoría de grupos musculares y en las que se realicen de 8-15 repeticiones, unas 2-3 veces a la semana, con pequeños y graduales incrementos de la resistencia con la que se trabaja.

¿Cuáles son los beneficios del deporte de fuerza en niños?

Según la Academia Americana de Pediatría y la de Medicina del Deporte los beneficios son:

  • Aumenta la fuerza y la resistencia muscular de los niños
  • Ayuda a alcanzar una buena salud ósea
  • Control de las cifras de peso y colesterol
  • Protege músculos y articulaciones de lesiones
  • Mejora el rendimiento en la práctica de cualquier deporte
  • Aumenta la autoestima y la confianza

Las mismas instituciones se posicionan respecto a lo que serían los riesgos, que siempre se han mencionado, cuando los niños practican la fuerza. Según sus miembros, los niños que siguen programas supervisados en los que se entrena la fuerza no tienen un mayor riesgo de lesión que si se compara con la práctica de otros deportes. Tampoco existe evidencia por lo que respecta a la alteración en el desarrollo de los más pequeños, que siguen programas de entrenamiento a este nivel, siempre y cuando sean adaptados a sus necesidades. Hay que comentar que no sólo no hay evidencias de que no es negativo sino todo lo contrario, como hemos visto en los beneficios.

LO QUE DEBES SABER…
  • Levantar su propio cuerpo, como ya hacen muchos niños en parques al trepar por cuerdas o estructuras móviles, ya es una manera de incluir el entrenamiento de fuerza.
  • Además de este tipo de ejercicio, que al fin y al cabo es un juego, existen una serie de accesorios que ayudan a convertir el juego en una rutina que forme parte de un entrenamiento.
  • Músculos, huesos, articulaciones se ven beneficiados, a la vez que mejora el rendimiento en otros deportes, aumenta la confianza y ayuda al control de peso.