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Cada vez son más las voces que abogan por un correcto y adecuado descanso, no sólo en cuanto a horas de sueño, sino a la calidad del mismo. No es lo mismo para nuestro bienestar dormir ocho horas seguidas que hacerlo de manera discontinua, o en condiciones ambientales poco favorables como exceso de luz o de ruido.

Qué sucede mientras dormimos

Al dormir se activan una serie de funciones metabólicas que son imprescindibles para nuestra salud. Por ejemplo, se reduce el consumo metabólico, la frecuencia cardíaca y baja la temperatura corporal. A nivel endocrino existen una serie de sustancias que ven modulada su secreción como las hormonas tiroideas, el cortisol o la hormona de crecimiento, todas ellas relacionadas de una u otra forma con la actividad física.

Beneficios de hacer deporte

Todo aquel que realiza actividad física compromete su cuerpo, lo lleva a situaciones de exigencia, en menor o mayor medida en función de las condiciones de cada quien. En este momento en el que se le solicita al cuerpo un esfuerzo éste responde, pero esta respuesta se acompaña también de un desgaste tanto físico como mental. Con el sueño se aumenta la plasticidad neuronal y los circuitos neuronales se regeneran permitiendo así una mejora a nivel cognitivo. Para aquellos que crean que este hecho en el deporte tiene poca relevancia, comentar que para un rendimiento deportivo adecuado es esencial esta regeneración neuronal.

La práctica, sea de un deporte o de cualquier actividad física requiere de una serie de conocimientos técnicos ciertamente y es que se necesitan horas de práctica de entrenamiento y sin ellas difícil sería avanzar. Pero según demuestran los estudios, aquellos deportistas que duermen adecuadamente y disfrutan de un sueño saludable, tienen mejor rendimiento. Al dormir se retiene lo aprendido en la cancha o en la sala de entrenamiento, se organiza el cerebro y por tanto hay una consolidación de la nueva información.

En cuanto la necesidad física de dormir, no hay nadie que ponga en duda su importancia y que al dormir se reparan los tejidos. Existe una recuperación física, fisiológica y metabólica. Los músculos son uno de los elementos que necesitan en mayor medida el descanso, ya que al ejercitarnos existe un elevado desgaste a este nivel. Al descansar permitimos que nuestros músculos estén más preparados para la nueva exigencia a la que los vamos a someter al día siguiente.

Cabe destacar también a nivel fisiológico que un sueño saludable interviene directamente en una adecuada respuesta del sistema inmunitario, que nos protege delante de posibles infecciones. La práctica de actividad física no siempre se realiza en el mejor de los ambientes, por ejemplo, en condiciones de frío. Si además de sufrir los “envites” de temperaturas bajas no se duerme de manera correcta, la posibilidad de caer enfermo o de no recuperarse adecuadamente aumenta.

Es importante destacar que en los últimos años están apareciendo grupos de trabajo que fomentan el sueño saludable y publican datos que nos deben hacer reflexionar. Tan importante es hacer deporte para tener una buena salud como dormir las horas recomendadas. Las horas de sueño tienen en muchísimas ocasiones una relación directa con el riesgo de sufrir diferentes patologías. Esta relación tiene una “forma de U” que no es más que cuando se duerme en exceso o en el caso de déficit el riesgo de enfermedades como la obesidad, la hipertensión o algún tipo de cáncer aumenta. ¡Es por ello que conseguir un equilibrio entre dormir adecuadamente y realizar deporte es fundamental, para que todos los beneficios sumen salud!

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Lo que debes saber:

  • Aquellos deportistas que duermen adecuadamente y disfrutan de un sueño saludable, tienen mejor rendimiento.
  • Al dormir se retiene lo aprendido en la cancha o en la sala de entrenamiento, se organiza el cerebro y por tanto hay una consolidación de la nueva información.
  • Si el deportista no duerme bien, la posibilidad de caer enfermo o de no recuperarse adecuadamente aumenta.