LO QUE DEBES SABER…

  • La necesidad o el deseo de tener lo último del mercado es algo que suele presentarse más en varones adultos, con poder adquisitivo y elevado liderazgo.
  • Puede convertirse en fuente de infelicidad, al hipotecar el propio bienestar en función de la adquisición constante de nuevos productos materiales.
  • Este comportamiento puede convertirse en un problema cuando pasa a ser obsesivo y se pierde el control.
Esta atracción por el último modelo de zapatillas, por el más innovador smartphone del mercado o por el alimento o bebida que se haya puesto a la venta recientemente se convierte en un “modus vivendi” de estas personas, que a su vez dejan de usar determinados productos, no porque ya no funcionen, sino porque han aparecido versiones más nuevas de los mismos.

Varón, adulto, líder y con poder adquisitivo

Estadísticamente, esta tendencia se presenta mayoritariamente en hombres de un nivel económico medio-alto y una edad comprendida entre los 20 y los 40 años, que generalmente muestran un espíritu crítico y conocimientos avanzados de los productos que adquieren, con una atención extrema en las últimas novedades del mercado. Habitualmente, son personas con un elevado liderazgo y una gran capacidad de influencia social, además de buscar activamente un prestigio y estatus social. Asimismo, parece que el poseer o hacer uso de tales pertenencias les ayuda a crear su identidad y, a su vez, a diferenciarse de los demás por lo que poseen.

Motores de la sociedad de consumo

Estas personas persiguen y disfrutan de la sensación que se deriva de poseer lo más novedoso y, tras adquirirlo, tienden a planificar y desear, en un corto plazo de tiempo, el siguiente, con lo cual parecen no estar nunca satisfechas y necesitar un constante cambio. Incluso, son capaces de desplazarse a otros países o de hacer largas colas y esperas con el objetivo de conseguir el objeto que se proponen adquirir. Son, por lo tanto, muy sensibles a las campañas de marketing, a las modas y tendencias, y tienden a vivir mal el uso de productos que consideran obsoletos.

La neofilia es uno de los motores de la sociedad del consumo y, a la vez, puede convertirse en una fuente de infelicidad, al hipotecar el propio bienestar en función de la adquisición constante de nuevos productos materiales. Las personas con este funcionamiento pueden llegar a creen que la felicidad va asociada a los objetos materiales, al consumo, sin sospechar que es más bien un estado de plenitud interior. Así, pueden confundir momentos efímeros de alegría, ilusión o satisfacción con la auténtica felicidad.

¿Cuándo la Neofilia es un problema?

Este comportamiento puede convertirse en un problema cuando, por ejemplo, los gastos que hace una persona exceden sus posibilidades económicas, cuando existe una necesidad de validación por parte de los demás ante el hecho de poseer tales productos o, simplemente, cuando la atención ante las últimas novedades del mercado se convierte en una obsesión, afectando a otros ámbitos de la vida cotidiana o perdiendo el control sobre el propio comportamiento.

Recuerda que…

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