Sin embargo, también hay que señalar que en otros estudios no se ha demostrado ningún efecto protector de las frutas y verduras contra el cáncer. En cualquier caso, aunque el consumo abundante (al menos cinco raciones al día) de frutas y verduras no disminuyera la incidencia de cáncer, sí ayudaría a disminuir el riesgo de otras enfermedades como las cardiovasculares.

Ricas en anticarcinógenos

Los estudios de investigación han demostrado la existencia de anticarcinógenos en esos alimentos que pueden actuar bloqueando la acción de un carcinógeno, o bien evitando que la neoplasia progrese.

Algunos de estos anticarcinógenos son:

  • Los isotiocianatos y las índoles, presentes en la col, el brócoli, calabaza y coliflor
  • El ácido fólico
  • Las vitaminas C, E y A
  • El selenio
  • Los polifenoles
  • Los flavonoides
  • Los alisulfuros de ajos y cebollas
  • Los inhibidores de las proteasas presentes en las leguminosas y en el maíz.

¿Cómo actúan?

Aunque los mecanismos exactos a través de los cuales actúan no se conocen, se piensa que su capacidad antioxidante sería uno de los mecanismos de prevención del desarrollo del cáncer; otros efectos son la prevención de las alteraciones en la síntesis del material genético, la potenciación de la inmunidad celular contra las células tumorales, o la disminución de la proliferación de células tumorales.

Sin embargo, la administración aislada de estas sustancias anticarcinógenas (en forma de suplementos) no tiene el efecto protector demostrado por los alimentos completos.

¿Qué pasa con la fibra?

La fibra es otro componente de frutas y verduras con efecto anticarcinógeno: diluye sustancias carcinógenas que haya en el tubo digestivo; disminuye el tiempo de contacto de los carcinógenos con la mucosa intestinal; elimina los metabolitos de los carcinógenos que el hígado produce a través de la circulación entre hígado y tubo digestivo; e impide o dificulta el tiempo de contacto de las bacterias con el bolo de comida (impidiendo que las bacterias, al actuar sobre ese bolo, produzcan radicales libres que dañen el material genético de las células de la pared intestinal y hagan aparecer células cancerosas).

Bien lavadas

Un aspecto a destacar, y muchas veces olvidado, es que debemos lavar cuidadosamente todas las frutas y verduras antes de comerlas para eliminar residuos de pesticidas y herbicidas artificiales, que son potencialmente carcinógenos.

Recuerda que para cualquier consulta relacionada con la alimentación MAPFRE Salud cuenta con los mejores especialistas en dietética y nutrición.

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