¿Qué es?

La enfermedad crónica del recién nacido también se llama displasia broncopulmonar. Es el daño pulmonar causado por el oxígeno y/o la ventilación mecánica.

Causas

La displasia broncopulmonar aparece cuando los alvéolos de los pulmones del niño resultan dañados por el uso, durante un tiempo prolongado, de oxígeno y ventilación mecánica. Los productos de desecho que se forman por la descomposición del oxígeno en los pulmones, los dañan formándose como una especie de cicatrices que comprimen los bronquios. El pulmón es más rígido, haciéndose más dificultosa la respiración y produciendo una pobre oxigenación de la sangre.

Por un lado, el oxígeno y la ventilación artificial son necesarios temporalmente para tratar una enfermedad pulmonar en el recién nacido pero, al mismo tiempo, también pueden causar problemas respiratorios.

Síntomas

Los síntomas son: respiración rápida y dificultosa, crepitantes y sibilantes (ruidos y «pitos» al respirar). En los bebés prematuros, el diagnóstico de displasia broncopulmonar, se establece cuando el bebé continúa precisando oxígeno y es dependiente de las medidas de soporte para respirar cuando está a punto de llegar a la fecha que se dio para el parto.

Tratamiento

El tratamiento consiste en un soporte respiratorio continuo, mantener una nutrición correcta y medicinas que permitan eliminar el exceso de líquido en los pulmones. Algunos bebés pueden necesitar oxígeno durante muchos meses tras el alta hospitalaria, cuando están en casa. Con el tiempo y los cuidados adecuados, la mayoría de los prematuros con displasia broncopulmonar superan la enfermedad.