¿Qué es?

La uretra masculina recorre el pene por el interior del cuerpo esponjoso y desemboca en el meato uretral en la zona apical del glande tras atravesarlo. Si a causa de una malformación en el desarrollo de la uretra ésta no desemboca en el extremo del glande sino en la cara dorsal del pene (la cara anterior del pene al estar éste fláccido) se dice que el paciente padece un epispadias.

¿Cómo se produce?

El epispadias es muy poco frecuente, se da en 1 de cada 120.000 pacientes. Se debe a una malformación congénita que en la mayoría de casos se asocia a extrofia vesical (parte de la vejiga surge a través de la piel) u otra malformaciones de la pelvis ósea, la pared abdominal o los genitales externos.

El epispadias puede clasificarse en función de la ubicación de la salida de la uretra:

  • Epispadias glandular, en el que la uretra se abre en la cara dorsal del glande, que suele ser ancho y aplanado.
  • Epispadias peneano, en el que el meato uretral se abre a lo largo de la cara dorsal del cuerpo del pene. En general existe un surco aplanado entre el meato y el glande.
  • Epispadias penopúbico, con la salida de la uretra a nivel de la unión del pene con el pubis.

Síntomas

Los principales síntomas son los derivados de la incontinencia urinaria. En general, los pacientes con epispadias glandular no la presentan, pero el resto sí. Suele deberse al desarrollo anómalo de los esfínteres urinarios. El hecho de padecer incontinencia urinaria puede predisponer a padecer infecciones de orina de repetición.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en la exploración del paciente. Se debe valorar que no existan otras malformaciones en la zona.

Tratamiento

El tratamiento del epispadias es complejo y quirúrgico. La cirugía, en ocasiones con múltiples intervenciones, requerirá la corrección de la incontinencia, quitar la cuerda para enderezar el pene y extender la uretra hasta el glande.

Medidas preventivas

Dado que se trata de una malformación congénita, no existen medidas preventivas para evitar el epispadias.