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¿Qué causa la maloclusión?

La maloclusión no es de etiología o causa única. Involucra muchos y diferentes factores incluyendo los genéticos y los ambientales. Un gran peso específico lo constituyen los malos hábitos como pueden ser la succión del pulgar o de objetos como lápices o el mantenimiento del chupete durante un tiempo prolongado. La consecuencia final será la maloclusión.

En condiciones normales los dientes temporales están separados entre sí por los llamados espacios primate. Al erupcionar los dientes definitivos (de mayor tamaño que los temporales) esos espacios servirán para compensar esta diferencia de tamaño entre el diente temporal y el definitivo. Así, resulta fácil concluir que, un niño con espacios primate pequeños o ausentes será, en un futuro inmediato un escolar con maloclusión, por ejemplo por apiñamiento.

Según el Instituto Nacional de Salud son pocas las personas con una oclusión perfecta. Sin embargo, la mayoría de las alteraciones de la oclusión son tan leves que no precisan tratamiento.

Pero, ¿cómo se diagnostica la maloclusión?

Basándonos en los antecedentes médicos completos del paciente y en el examen físico de la boca. Es el ortodoncista quien se encarga del estudio óseo y dental del paciente (en la mayoría de casos niños) mediante unas exploraciones complementarias objetivas, tales como:

  • Radiografías específicas: se realiza una batería de radiografías específicas: ortopantomografía, telemetría y cefalometría. Nos dan la información necesaria para conocer con exactitud la morfología ósea de los maxilares del paciente.
  • Impresiones o modelos de yeso: para evaluar la posición de los dientes dentro de la boca y el espacio necesario para corregir determinadas maloclusiones.

El Seguro Dental de MAPFRE es el más completo, incluye asistencia odontológica gratuita para los menores de 15 años (excepto en ortodoncias y férulas). 

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