La celulitis (o lipodistrofia) es una modificación del tejido conjuntivo que se caracteriza por una acumulación de grasa localizada, debida a un agrandamiento de los adipocitos, que son las células grasas de la hipodermis o capa más profunda de la piel. Las características especiales del tejido subcutáneo de las mujeres hacen posible que los adipocitos crezcan en gran manera y den lugar a una considerable desestructuración del tejido conjuntivo. En los hombres la organización del tejido conectivo es distinta, resulta más compacta y no permite tal crecimiento de los adipocitos. Por ello la celulitis afecta en el 98% de los casos, a una mujer.

No siempre la celulitis ha sido motivo de preocupación como lo es ahora. Para las mujeres de épocas anteriores, mostrarse “rellenitas” y con celulitis era ajustarse a los cánones de belleza del momento, se puede comprobar al contemplar pinturas y esculturas como las de Rubens, Goya y Rodin por poner unos ejemplos.

Tipos de celulitis

La celulitis puede ser generalizada, y en tal caso afecta a mujeres obesas o localizada, que es aquella que se desarrolla de forma puntual en mujeres, con o sin sobrepeso, en algunas o varias zonas: caderas, muslos, glúteos, abdomen, rodillas, brazos y nuca. La localización más frecuente es la que afecta a los muslos, “pantalón de montar” o a toda la pierna “pierna en bota”.

Cuatro estadios

El grado de celulitis de una piel se valora en los muslos por tratarse de la zona más frecuentemente afectada. El aspecto más o menos liso de la piel de esta zona, a simple vista, o una vez pellizcada hasta el tejido subcutáneo, permite distinguir cuatro estadios o niveles de afectación que corresponden a cuatro situaciones internas distintas:

  • ESTADIO 0 o ausencia de celulitis: una piel fisiológicamente normal, que se muestra lisa y que al pellizcarla se pliega y se arruga sin que aparezcan ni bultos ni hoyuelos. Este es el estado ideal, sólo habitual entre mujeres jóvenes y delgadas.
  • ESTADIO I: se altera la permeabilidad de los capilares sanguíneos, se forma edema y aumenta el tamaño de los adipocitos. La piel se hace gruesa aunque se sigue viendo lisa, a no ser que se pellizque. Al pellizcar la superficie se percibe con hoyos como “piel de naranja» o “piel acolchada”. Este es el estado natural de la mayoría de las mujeres.
  • ESTADIO II: los adipocitos se aglutinan de forma no homogénea y las fibras de colágeno constituyen una trama irregular alrededor de los capilares y de los mismos adipocitos. Si la mujer esta tumbada la piel se ve lisa, pero al ponerse de pie se hace visible la llamada «piel de naranja» sin necesidad de manipulación alguna. Este estado es habitual entre las mujeres con sobrepeso y mayores de 35-40 años.
  • ESTADIO III: las fibras de colágeno encapsulan a los adipocitos dando lugar a los nódulos. Se produce un aumento del grosor de la piel que adquiere un aspecto acolchado permanente, visible tanto si se está tumbado como de pie. Esta fase se produce después de la menopausia y en las mujeres obesas.

Obviamente el objetivo de la mayoría de las mujeres es no ir más allá del Estadio I, lo que implica prevenir y tratar la celulitis en las primeras fases y no permitir que evolucione hacia la II y III. Cuando antes se inicie el tratamiento y con más rigor se siga; mejor.

Causas

Diversos factores agravan la formación de la celulitis. Unos son intrínsecos como factores hormonales, trastornos circulatorios, herencia, diferentes estados evolutivos, pubertad, embarazo, menopausia… Y otros extrínsecos como una dieta desequilibrada, estrés, hábitos posturales… Habrá que considerarlos para seleccionar el tratamiento más idóneo.

Tratamiento

La celulitis se puede combatir desde diferentes frentes. Muchas veces lo más efectivo es realizar una combinación de diferentes tratamientos:

  • Ejercicio: practicar ejercicio regular favorece la circulación sanguínea y linfática y la compactación del tejido conectivo. Para este mismo fin, también es aconsejable no llevar ropa muy ajustada ni tacones demasiado altos.
  • Dieta: ha de ser ligera y equilibrada, rica en fibra (fruta, verdura, cereales integrales, legumbres…) y vitamina C (cítricos, kiwi, fresa, pimiento…), en la que se prioricen las técnicas de cocción sencillas, sin salsas ni condimentos fuertes. Ha de incluir dos litros de líquido al día (agua, infusiones caldos…) y reducir al máximo el consumo de grasa animal (embutidos, leche entera, mantequilla…) y sal, que causa retención de líquidos. Evitar también el tabaco, alcohol y café. La dieta es necesaria sobre todo en los casos de sobrepeso, cuando es importante una pérdida de kilos de forma gradual. Y es que una pérdida de peso brusca en mujeres cuyo tejido conjuntivo ya esté sufriendo cambios por el envejecimiento puede dar lugar a descuelgue de los tejidos.
  • Masajes, hidromasajes… incluido el automasaje, resultan muy beneficiosos para activar la circulación sanguínea y linfática.
  • Cuidados cosméticos: la aplicación de productos anticelulíticos precisan constancia en el tiempo y en la forma de aplicación. Deben utilizarse diariamente todo el año. Muchas marcas incluyen productos o pautas iniciales de “choque” para iniciar el tratamiento, seguidos de productos o aplicaciones más ligeras de “mantenimiento”.

Los productos que encontramos en el mercado suelen contener principios activos que presentan una o varias de las actividades siguientes:

  • Venotónicos y antiedematosos, que mejoran la circulación sanguínea superficial y evitan la formación de edemas. Son siempre extractos vegetales como: Castaño de indias, Centella asiática, Ginkgo biloba, Rusco, Hiedra y Vid roja.
  • Rubefacientes, como el Mentol y el Alcanfor, que aumentan de forma transitoria la temperatura en la zona de aplicación, lo que activa la circulación y el metabolismo local de la piel.
  • Lipolíticos, que reducen los cúmulos de grasa localizados en los adipocitos y corresponden a sustancias estimulantes de origen vegetal clásicas como: Cafeína, Teofilina, Guaraná, Nuez de Cola y Algas con Iodo. O nuevos principios activos de vegetales exóticos: Forskolina (Coleus forskohlii) y Visnaga (Amni visnaga).
  • Antilipogénicos, que actúan impidiendo la maduración de los preadipocitos en adipocitos, entre ellos, Glaucina y Genistina.
  • Reestructurantes: ingredientes que mediante diversos mecanismos contrarrestan la desestructuración y desorganización de las fibras del tejido conectivo como los mucopolisacáridos y varios oligolementos (Sílice, Manganeso, Cobre y Zinc) y vitaminas (A,B,C y E).

Complementos alimenticios

En los últimos años se han formulado complementos alimenticios con acción anticelulítica que constituyen un complemento, a menudo imprescindible, a los tratamientos tópicos. Están formulados con nutrientes y sustancias que actúan fisiológicamente para ayuda a combatir la celulitis desde el interior, favoreciendo la circulación, combatiendo la retención de líquidos y facilitando la movilización de grasas que son las tres causas principales de la celulitis. Los principales ingredientes utilizados son: Té verde, Té rojo, Piña, Papaya, Semilla de uva, Achicoria, Prebióticos y ácidos grasos favorecedores de la masa magra como el CLA (Ácido Linoléico Conjugado).

Tratamiento médico

Incluye tratamiento farmacológico, mesoterápico o infiltraciones de medicamentos, liposucción, técnicas de ultrasonidos para romper nódulos, láser y electroterapia para casos graves o percibidos como graves por la mujer.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ANTE LA CELULITIS
Una vez conocida y comprendida la celulitis, su evolución y tratamiento, sólo queda ponerse manos a la obra y seguir el siguiente protocolo, en parte conocido pero muy a menudo olvidado:

  • Identificar qué tipo de celulitis nos “ataca”.
  • Seguir una dieta saludable, beber líquidos, evitar abuso del alcohol y el tabaco.
  • Realizar ejercicio de verdad (no sólo paseos) y evitar la vida sedentaria.
  • Elegir productos anticelulíticos adecuados y aplicarlos a conciencia con un buen masaje: concederse el tiempo necesario para ello.
  • Elegir un buen complemento alimenticio para tomar en épocas más conflictivas, como las Navidades, que resultan a menudo “intoxicantes”, o la primavera, que conlleva problemas en la circulación periférica.
  • Seguir la pauta establecida con rigor pero también con alegría, seguros de que toda celulitis puede ser controlada.

LO QUE DEBES SABER…

  • Femenina: en el 98% de casos afecta a la mujer.
  • Tipos: generalizada o localizada (sobre todo caderas, muslos, glúteos, abdomen y rodillas).
  • El tratamiento: ejercicio, dieta, masajes, complementos alimenticios, cuidados cosméticos y tratamiento médico.