Los cuidados de la piel son necesarios en cualquier época del año, pero sobre todo en verano, ya que es más frecuente que nuestra piel esté más expuesta a las radiaciones solares.

Exposición al sol

La exposición al sol es necesaria para conservar un estado de salud adecuado: siempre de manera moderada y tomando las precauciones adecuadas, estableciendo el equilibrio justo entre los beneficios y los daños posibles, derivados de la radiación. Entre los efectos positivos que han sido atribuidos a las radiaciones solares se hallan:

  • Acción antirraquítica por aporte de vitamina D.
  • Acción antidepresiva.
  • Estimulación de la circulación por dilatación de los vasos sanguíneos y efecto termorregulador.

Repasemos los tres tipos de rayos solares que existen:

  • Los UVB poseen mayor energía, pero penetran poco en la piel. Son responsables en exceso del enrojecimiento de la piel.
  • Los UVA son responsables de la pigmentación directa de la piel, por ellos se produce la aparición de un bronceado inmediato, ya que provocan la fotooxidación de los precursores de la melanina.
  • Los UVC son responsables del eritema sin bronceado, producido por las lámparas artificiales.

Cuidados de la piel en los niños

La piel infantil es especialmente sensible y necesita productos dermatológica y específicamente formulados para ella, que tengan alto poder de resistencia al agua y de permanencia. Después de la la exposición, se debe hidratar generosamente la piel del bebé/niño. La radiación solar, así como el entorno donde ésta se produce, suponen agresiones directas sobre la piel infantil, por lo cual deben proporcionarse las medidas para conseguir una adecuada protección, mantenimiento y reparación de las estructuras.

Se deberán utilizar hidratantes pediátricos específicos, no de adultos, para permitir a su piel la renovación celular, especialmente si se han producido quemaduras solares. Además, es importante la rehidratación constante del pequeño con agua, para permitir un mejor funcionamiento de la piel.

En los meses posteriores al verano, cuando ya no haya exposición solar tan abundante, los cuidados de la piel se deberán realizar con cremas especiales infantiles, las cuales eliminarán también las células muertas. Si se realizan actividades al aire libre, como en la nieve, se deberá colocar un factor de protección solar alto, evitando la aparición de rojeces.

Cuidados de la piel en jóvenes, adultos y ancianos

Una exposición solar excesiva en jóvenes y adultos, sin adoptar las medidas de protección adecuadas a nuestro tipo de piel y a las condiciones ambientales del entorno, puede producir a corto plazo, quemaduras por insolación, y a largo plazo, alteraciones degenerativas en la dermis, como fotoenvejecimiento prematuro, o ser el causante del desarrollo de algunas enfermedades cutáneas y capilares.


En los ancianos, la exposición de la piel al sol favorece la irritación y deshidratación. Por lo cual, en este grupo de población, los cuidados de la piel son importantes y se debe aumentar la fotoprotección solar y el cuidado post solar en exceso, sumado a una buena hidratación oral y a un buen estado nutricional, ya que las quemaduras producidas por la incidencia de rayos solares aumentan la mayor probabilidad de desarrollo de cáncer y lesiones asociadas.

Posterior a la exposición solar, no debemos olvidar la conveniencia de utilizar productos hidratantes (post-solares y after-sun), aunque se hayan utilizado previamente fotoprotectores.

  • Para la cara, se podrán utilizar cosméticos de aplicación post-solar rehidratantes y reparadores, que realicen reparación de ADN. Lo ideal es un cósmetico que tenga colágeno y ácido hialurónico, para prevención de arrugas.
  • Para el cuerpo, se deben utilizar después de cada exposición solar hidratantes específicos, que nutren y calman la piel. Permiten alargar el bronceado, otorgando elasticidad y firmeza a la piel expuesta. Se puede colocar en la nevera para otorgar un mayor efecto de frío al alivianar el aumento de calor corporal provocado por la exposición.

Para los meses posteriores al verano, se deberá realizar una exfoliación de la piel de la cara y del cuerpo, con una buena limpieza de cutis. Se puede realizar un peeling facial en centros autorizados, lo cual estimula la regeneración celular. Es importante el uso de cremas, aceites y mascarillas hidratantes. También podrá utilizarse la mesoterapia, junto con una dieta equilibrada y una buena hidratación, ya que permitirá que la piel sane. Las vitaminas A, B, C y E otorgan a la piel un aspecto más saludable y natural, y es una opción para estimular la regeneración celular. No se debe olvidar la utilización del protector solar a diario durante todo el año, incluso en meses de invierno, para evitar complicaciones futuras de la piel.

LO QUE DEBES SABER…

  • Para los meses posteriores al verano, se deberá realizar una exfoliación de la piel de la cara y del cuerpo, con una buena limpieza de cutis.
  • También se puede realizar un peeling facial en centros autorizados, lo cual estimulará la regeneración celular.
  • No se debe olvidar la utilización del protector solar a diario durante todo el año, incluso en meses de invierno, para evitar complicaciones futuras de la piel.
  • Ante cualquier problema con la piel, lo mejor es acudir a un especialista. Los seguros de MAPFRE Salud cuentan con un amplio cuadro médico de especialistas en dermatología.