⌚ 2 minutos | La vitamina D (colecalciferol) es una vitamina liposoluble que ayuda al cuerpo a absorber el calcio que ingerimos en los alimentos. También ayuda al organismo a mantener una cantidad adecuada de calcio y fósforo en la sangre.
La Vitamina D la sintetiza el cuerpo cuando tomamos el sol. De 10 a 15 minutos de exposición solar tres veces a la semana son suficientes. También la podemos obtener de los alimentos.
Los alimentos que contienen Vitamina D son: los productos lácteos (mantequilla, leche, queso…), pescado, cereales, margarinas y ostras.
Exceso de Vitamina D
Un exceso de Vitamina D causa niveles anormalmente altos de calcio en la sangre que pueden ocasionar, con el tiempo, daños en los huesos, tejidos blandos y riñón.
Los síntomas principales son:
Problemas oculares
A la larga puede dejar secuelas como la alteración del funcionamiento del riñón y litiasis renal (piedras en el riñón).
Déficit de Vitamina D
El déficit de Vitamina D se llama raquitismo. Este trastorno ocasiona el debilitamiento de los huesos. Se da con más frecuencia en bebés de 6 a 24 meses.
La Vitamina D se absorbe de los alimentos o puede ser producida por la piel con la exposición solar.
La falta de producción de Vitamina D puede ocurrir cuando:
Prematuro
Es posible que no se obtenga Vitamina D suficiente de la dieta si el niño:
No toma productos lácteos
Existen algunas enfermedades que pueden originar raquitismo como algún problema renal (acidosis tubular) o trastornos de malabsorción intestinal de las grasas.
En los niños con alto riesgo de padecer raquitismo se les dan suplementos de Vitamina D para evitar el raquitismo.
Los síntomas del déficit de Vitamina D son:
Calambres musculares
Deformidades esqueléticas: cráneo, piernas arqueadas, protuberancias en las costillas, escoliosis o cifosis y deformidades de la pelvis.
Dra. Esther Martínez García
Especialista en Pediatría
Médico consultor de Advance Medical
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