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Gracias a estos buenos resultados no es extraño ver en nuestras playas cada vez más grupos heterogéneos de deportistas practicando este deporte.

Muchos beneficios

Es un deporte muscularmente muy completo ya que se trabaja tanto a nivel de extremidades superiores (brazos) como de tronco y de extremidades inferiores (piernas). Así pues, entran en juego muchos músculos, lo cual ayuda a mantenerlos fuertes y correctamente tonificados.

No sólo los músculos se ven beneficiados sino que el sistema cardiovascular obtiene también resultados positivos. Un corazón que bombea sangre de manera rítmica y constante va a mejorar ese latido fortaleciendo las paredes cardiacas y disminuyendo a su vez el riesgo de padecer hipertensión.

En qué consiste el voleibol de playa

Es un deporte que tiene muchas variantes ya que se puede practicar por parejas o en equipo, y permite disfrutar del deporte y del aire libre, tanto a mayores como a pequeños.

De manera oficial, se divide por categorías masculinas y femeninas pero de manera amateur son muchos los grupos mixtos y más entre los jóvenes que con el voleibol buscan un deporte divertido, en grupo y de exterior.

Evitar problemas derivados del terreno

A diferencia del voleibol en pista, el que se practica en la playa tiene una serie de particularidades que deben tenerse en cuenta y que no siempre se llegan a valorar.

La más evidente es que no necesita calzado (en competiciones oficiales sólo se puede llevar si los árbitros lo autorizan). Por esta razón, es especialmente importante que se vigile el terreno en el que se va a jugar: liso, sin desnivel y limpio.

Cuando se juega en formato liga o profesional estos detalles están más que cuidados pero cuando se juega de manera amateur no siempre se tienen en cuenta estos aspectos.

El factor desnivel tiene importancia ya que al pisar, nuestro pie y las articulaciones no van a caer en suelo estable por lo que es más fácil llegar a lesionarse. Buscar un terreno adecuado en este sentido evita la posibilidad de torceduras y esguinces.

En cuanto al aspecto de la arena, es relevante revisarlo para evitar cortes o lesiones debidas a objetos que se pueden encontrar más o menos escondidos. No sólo los pies pueden resultar afectados sino que en más de una ocasión, el jugador acaba por el suelo y la camiseta o el top no cubre toda la superficie por lo que la piel queda expuesta.

Trabajo previo

Fortalecer los músculos que dan soporte a los tobillos es práctica habitual entre los más profesionales y sería muy recomendable imitarlos. Con ello se conseguirá proporcionar una mayor estabilidad y en el momento de la caída se ofrece protección. Además, unos músculos fuertes ayudarán a la hora de impulsarse y favorecerán la capacidad de reacción sobre este terreno poco estable.

El tronco y las extremidades superiores son, junto con las piernas, las herramientas del jugador. Adquirir un buen tono es esencial para que el jugador no sufra lesiones y pueda desarrollar de manera correcta esta disciplina.

Igualmente importante es proteger la piel de otro factor que puede agredirla, el sol. Cuando uno está jugando se le olvida en muchas ocasiones el tiempo que lleva dedicado al juego y la piel va recibiendo los rayos solares. Es necesario usar crema y gorra, y procurar jugar cuando el sol es menos agresivo (a primera hora de la mañana o última de la tarde).

Lo que debes saber…

  • Fortalecer los músculos que dan soporte a los tobillos es muy conveniente para evitar lesiones.
  • Unos músculos fuertes también ayudarán a la hora de impulsarse y favorecerán la capacidad de reacción sobre la arena.
  • Como se juega en un terreno poco estable, es aconsejable que sea lo más liso y limpio posible.

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