El adenoma hipofisario es una neoplasia benigna originada en uno de los cinco tipos celulares que hay en la hipófisis anterior. Dependiendo de las células afectadas, el tumor fabricará un determinado tipo de hormonas u otro: células productoras de hormona del crecimiento, células productoras de prolactina, células productoras de hormona estimulante del tiroides, células productoras de hormona estimulante de las glándulas suprarrenales y células productoras de las hormonas estimulantes del ciclo ovárico. Pero algunos tumores fabrican más de una hormona, lo más frecuente es la producción de hormona del crecimiento y de prolactina juntas. Y otros tumores que no fabrican ningún tipo de hormona o causan la pérdida de fabricación de alguna de las hormonas de la hipófisis.

Síntomas del adenoma hipofisario

Las manifestaciones clínicas del adenoma hipofisario van a depender de dos aspectos: los tumores que secretan hormonas, del tipo de hormona u hormonas que fabrican; y si no fabrican hormonas, de los síntomas derivados de su crecimiento o del bloqueo en la fabricación de otras hormonas. En el caso del prolactinoma (tumor productor de prolactina) podrá existir secreción de leche fuera del embarazo. En el caso de hipersecreción de hormona del crecimiento existirá un crecimiento exagerado del individuo (gigantismo o acromegalia). El tumor que produce exceso de fabricación de la hormona que estimula a las glándulas suprarrenales producirá un síndrome de Cushing, y el tumor que fabrica mayores cantidades de hormona estimulante del tiroides causará un hipertiroidismo.

Las manifestaciones clínicas derivadas del crecimiento del tumor van a surgir por compresión de estructuras vecinas. De esta forma, cuando el adenoma crece en dirección ascendente comprime el quiasma óptico, es decir la conjunción de los nervios ópticos que llevan los impulsos nerviosos desde la retina. Así podrán existir síntomas característicos como pérdida de visión en las regiones más laterales del campo visual. Al mismo tiempo, si el crecimiento del adenoma hipofisario se realiza predominantemente por las regiones laterales se podrán afectar los nervios craneales III, IV, y V. Así podrán aparecer síntomas como caída del párpado, parálisis de los movimientos oculares, y dolor con sensación de hormigueo en la cara. Si, por otro lado, el crecimiento del adenoma afecta al hipotálamo, podrán evidenciarse síntomas como exceso de ingesta de comida, trastornos del control de la temperatura corporal, y diabetes insípida entre otros.

El crecimiento del tumor que no produce hormonas puede llegar a condicionar una falta de crecimiento de otra u otras hormonas, dando una falta de función de la hipófisis, parcial o total (lo que se llama insuficiencia hipofisaria).

Diagnóstico

El diagnóstico del adenoma hipofisario comienza con la sospecha médica y los análisis en sangre de las hormonas.

Se completará el estudio con pruebas de imagen para localizar y precisar la extensión del adenoma y la posible afectación de estructuras vecinas. La mejor técnica es la resonancia magnética.

Tratamiento de adenoma hipofisario

El tratamiento puede ser la eliminación o el bloqueo del tumor, y el tratamiento del exceso de hormonas. Esto se puede realizar mediante tres modalidades terapéuticas: tratamiento médico, la intervención quirúrgica y la radioterapia.

El tratamiento quirúrgico suele realizarse a través de la nariz (cirugía transesfenoidal), y supone una técnica bastante segura. En el caso de adenomas pequeños tiene alta tasa de curación, mientras que en los tumores más grandes la curación es menor. Los resultados tras la cirugía suelen ser muy rápidos, aunque pueden recidivar en los años subsiguientes. La principal desventaja es que al extirpar parte de la hipófisis, pueden presentar posteriormente un déficit de una o varias hormonas hipofisarias desarrollando un hipopituitarismo.

La radioterapia suele ser eficaz para frenar el crecimiento de un adenoma, aunque sus resultados suelen tardar tiempo y no se suele conseguir un control de los síntomas de forma rápida. Se puede usar como adyuvante tras la cirugía.

El tratamiento médico suele realizarse según sea la hormona hipersecretora predominante. En el caso de prolactinomas es de elección la cabergolina o la bromocriptina; en el exceso de secreción de hormona del crecimiento y de hormona estimulante del tiroides es de elección el octreótido.

Los tumores que secretan hormona estimulante de las glándulas suprarrenales y los tumores que no fabrican hormonas no suelen responder a la medicación y requieren cirugía, radioterapia o ambas.

Medidas preventivas

No existen medidas que prevengan la aparición de un tumor en la hipófisis pero, ante síntomas de hipersecreción hormonal debe acudirse al médico para realizar un correcto examen. Consulta los seguros de MAPFRE Salud.