Los callos o clavos plantares son capas gruesas y duras que aparecen sobre la piel, normalmente en los pies, como mecanismo de protección ante una presión y roces constantes o excesivos. Dependiendo del tipo de callo, el podólogo seleccionará el tratamiento para los clavos plantares que sea más adecuado.

Tipos de callos en los pies

Existen diversos tipos de callos en los pies (helomas) que en función de su causa y de su localización se denominan de diferente forma:

  • Callo duro o clavo: suelen aparecer en el dorso de los dedos o bajo los metatarsianos (a nivel plantar). En el caso de los dedos se forman por deformidades digitales como desviaciones de estos, dedos en garra o martillo y la presión del calzado. Mientras que los callos que aparecen en la planta del pie suele tener el origen en la forma de pisar, en la alteración de un hueso metatarsiano o la alteración del reparto de las presiones en la planta.
  • Callo blando: también conocido como heloma interdigital, suelen aparecer entre los dedos, con las molestias continuas al calzarse. Normalmente, surgen por la presión que ejercen los cóndilos (bordes óseos) de las falanges de los dedos.
  • Heloma neurovascular: es uno de los callos que más dolor porduce ya que el núcleo del callo comprime o estrangula a un nervio superficial de la piel y en ocasiones a un capilar sanguíneo.
  • Helomas periungueales: son formaciones de queratina que se localizan en el surco o canal periungueal y se desarrollan debido a la presión que ejerce la lámina ungueal contra el canal ungueal. Existe predisposición en las uñas en teja o en aquellas que presentan una excesiva curvatura, de modo que los laterales inciden excesivamente sobre el canal. Este tipo de callos son formaciones pequeñas que tienen forma alargada, suelen ser profundos y muy dolorosos. Aunque, muchas veces pasan inadvertidos y el dolor en la zona se atribuye a otras causas.
  • Heloma de talón: cuando el pie se apoya en el canto externo de la planta del pie se pueden llegar a formar helomas en el lateral del talón. Mientras que los pies que apoyan sobre el canto interno de la planta del pie desarrollarán estas lesiones en la zona medial y no en el lateral. No obstante, la causa más frecuente de su desarrollo es el uso de calzado descubierto en el retropié y la presencia de piel seca.
  • Heloma subungueal

 

El clavo plantar o callo debe diferenciarse de otras patologías, también habituales. La más frecuente es el papiloma o verruga plantar, que cursa con sintomatología similar, pero tiene una causa infecciosa vírica, por lo que requiere de un tratamiento específico.

Recuerda que nunca se debe manipular una lesión en el pie sin consultar con un médico especializado, ya que puede ser algo distinto de lo que pensamos. Con el Seguro de Salud de MAPFRE tendrás el servicio de podología incluido en tu póliza para cuando necesites acudir a la consulta.