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La función del nebulizador es convertir un medicamento líquido en pequeñas gotas que se puedan inhalar a través de una boquilla o mascarilla, es decir, en un aerosol. De esta manera, el fármaco puede ser inhalado por el paciente y llegar a los bronquios, donde hace su acción.

Es una de las mejores vías de administración de los fármacos inhalados (broncodilatadores, antibióticos o corticoides) ya que nos permite que el fármaco llegue directa y rápidamente a donde nos interesa, evitando los efectos adversos de la administración vía oral.

Además, nos permiten dosificar de manera muy ajustada el tratamiento, adaptándose a las características del paciente, por lo que pueden utilizarlo adultos y niños.

Tipos de nebulizadores

Los nebulizadores están compuestos por un compresor, el kit nebulizador y la mascarilla de nebulización o boquilla y se clasifican según el tipo de mecanismo que utilizan para convertir el medicamento líquido en aerosol:

  • Nebulizadores con compresor o tipo Jet: utiliza aire comprimido para crear el aerosol. Es un tipo de aerosol muy eficiente y barato. La única pega es que es muy ruidoso o muy grandes, lo que los hace menos portables. Pueden nebulizar fármacos y suero hipertónico.
  • Nebulizadores ultrasónicos: utiliza vibraciones de muy alta frecuencia (ultrasónicas) para convertir el líquido en aerosol. Son muy rápidos y menos ruidosos. Solo sirven para nebulizar suero hipertónico y no se recomiendan para administrar medicamentos ya que la vibración genera calor y puede alterar las propiedades de los fármacos.
  • Nebulizadores de malla: utiliza una malla que vibra a alta frecuencia para generar el aerosol. Es un nebulizador muy compacto y silencioso. Es el modelo más rápido y efectivo, pero también el más caro y requiere una limpieza más frecuente. Pueden funcionar con baterías y, por lo tanto, pueden ser portátiles. Con ellos se pueden nebulizar medicamentos y suero hipertónico.

Uso del nebulizador en bebés y niños

En los niños es especialmente eficaz en los procesos que se acompañan de broncoespasmo (cierre o contracción de los bronquios) como la bronquiolitis, el asma o enfermedades más graves como la fibrosis quística. De hecho, en algunas de estas situaciones el pediatra puede aconsejar nebulizaciones con suero hipertónico para ayudar a ablandar y expectorar la mucosidad bronquial o bien a disminuir la inflamación de las vías respiratorias.

Los nebulizadores son muy fáciles de utilizar, pero deben solo usarse bajo prescripción médica.

¿Cómo realizar la nebulización correctamente?

Para que un fármaco inhalado llegue a los bronquios y la nebulización sea eficaz lo primero es:

  • El uso de una mascarilla adecuada a la edad y tamaño del paciente nos asegura que se ajuste a su cara perfectamente y no tengamos fugas.
  • No se aconseja nebulizar a la persona cuando duerme ya que este tiende a cerrar la boca y la respiración puede ser más superficial. Eso dificultaría que el fármaco llegue correctamente a los pulmones.
  • Durante la nebulización es importante que la persona no hable, respire por la boca lenta y profundamente, aguantando, si puede, unos segundos la respiración tras cada inspiración.
  • Una nebulización eficaz requiere que la persona esté tranquila, sin miedo y que colabore, en la medida de lo posible. En el caso de los niños, antes de empezar a utilizarlo en casa se debe realizar una primera nebulización supervisada por personal sanitario.
  • Se deben lavar muy bien las manosantes de preparar la nebulización para evitar la contaminación de sus componentes.
  • La nebulización se prepara poco antes de comenzar el tratamiento y se debe llenar el recipiente con la dosis exacta. Una vez terminada la nebulización, hay que enjuagarse correctamente la boca para eliminar los restos de medicación, sobre todo si contenía corticoides. Y si se ha usado mascarilla, también hay que lavarse la cara y la nariz.
  • El tiempo que dura la nebulización depende del dispositivo y de la dosis de fármaco. Lo habitual es entre 10 y 15 minutos.

Cuidado y mantenimiento del nebulizador

  • Limpiar muy bien el nebulizador tras cada uso siguiendo las instrucciones del fabricante, siempre con el aparato desenchufado.
  • El lavado de la mascarilla o boquillase realiza con agua templada y jabón neutro, enjuagándolos bien con agua del grifo.
  • Se debe secar al aire.
  • En pacientes inmunodeprimidos o con elevado riesgo de infección respiratoria (fibrosis quística), se recomienda esterilizar el kit nebulizador una vez a la semana.
  • El filtro de aire no se debe lavar ni limpiar. Debe reemplazarse tras los usos recomendados en las instrucciones. Y si se humedece el filtro hay que sustituirlo porque puede generar obstrucciones.

 

Lo que debes saber…

  • Para que un fármaco inhalado llegue a los bronquios y la nebulización sea eficaz lo primero es disponer de un nebulizador específico para niños. El uso de una mascarilla adecuada a su edad y tamaño nos asegura que se ajuste a su cara perfectamente y no tengamos fugas.
  • En los niños es especialmente eficaz en los procesos que se acompañan de broncoespasmo (cierre o contracción de los bronquios) como la bronquiolitis, el asma o enfermedades más graves como la fibrosis quística.
  • Como es un dispositivo que debe recomendarlo el pediatra o neumólogo infantil, antes usarlo en casa se debe realizar una primera nebulización supervisada por personal sanitario.