Definición

La exploración se realiza mediante la visualización de dicha estructura mediante un colposcopio. Este instrumento esta constituido por una serie de lentes de diversos aumentos, dispuestas a modo de telescopio que al ser aproximados a la vagina proporciona una visión ampliada del cérvix. Actualmente se dispone de multitud de colposcospios a lo que se les puede incorporar fuentes de luz, cámara fotográfica o video. Mediante un monitor es posible obtener una visualización directa y registrar las imágenes obtenidas. Su uso se ha ampliado a la exploración de las paredes vaginales, introito vaginal y periné. Permite identificar lesiones, estudiar la vascularización del cuello uterino e identificar procesos potencialmente malignos.

Para complementar el estudio se aplican tinciones sobre el cuello uterino con el fin de revelar lesiones que pudieran pasar desapercibidas a simple vista. Una de las tinciones más utilizadas es la tinción con solución de lugol rica en yodo o test de Schiller. La superficie del cérvix o epitelio cervical se tiñe de color marrón oscuro, salvo las zonas lesionadas que se ven blanquecinas. Cuando se identifican áreas anómalas, puede ser útil la toma de biopsias o muestras de tejidos de cérvix para realizar estudios adicionales.

¿Cómo se realiza el estudio?

La exploración se realiza en una consulta ginecológica. Al igual que en una revisión ginecológica habitual, la paciente se tumba en la camilla en posición ginecológica. El facultativo procede al examen del cérvix con la ayuda de un espéculo, que mediante dos valvas permite ensanchar la abertura vaginal y facilitar la observación directa. El colposcopio se coloca frente a la vagina pero sin llegar a contactar con ella. Posteriormente se puede optimizar la visualización con la aplicación de soluciones para revelar la presencia de lesiones. La tinción suele realizarse mediante un hisopo embebido en la solución que se aplica suavemente sobre el cérvix. Puede que el ginecólogo crea oportuno realizar una biopsia de la zona tras observar alguna área anómala. En ese caso se aplicará anestesia local en el área a biopsiar con lo cual la paciente tan solo notará un leve pinchazo. La prueba suele durar de 5 a 10 minutos.

Preparación para el estudio

No es necesario ningún tipo de preparación previa. Seria aconsejable no introducir nada en la vagina durante los dos días previos al procedimiento, como por ejemplo óvulos vaginales o tampones para evitar que estos puedan alterar la identificación de células anómalas. Es recomendable evitar el examen durante la menstruación puesto que podría dificultar la exploración.

¿Qué se siente durante y después del estudio?

Durante la colposcopia se suele sentir la misma molestia que en una exploración ginecológica rutinaria. En caso de proceder a la toma de biopsias puede notar una breve sensación de quemazón en el momento de la aplicación de la anestesia. Si no se aplicase anestesia por las dimensiones de la lesión, pudiera notar un pequeño pellizco. Pueden quedar molestias residuales que remiten en minutos u horas. Si se han tomado biopsias puede presentar sangrado leve autolimitado.

Riesgos del estudio

En caso de realizar algún tratamiento farmacológico o de presentar alguna alergia se debe poner en conocimiento del ginecólogo. Las pacientes que realizan tratamiento antiagregante (aspirina, clopidogrel, ticlopidina) o anticoagulante (heparina, sintrom) pueden presentar sangrados importantes en el momento de realizar la biopsia. Una de las tinciones más utilizadas durante la exploración es la de lugol yodado, por lo que pudiera dar lugar a reacciones anafilácticas en pacientes con alergia al yodo.

Contraindicaciones del estudio

Es una prueba segura. Únicamente se contraindicará la aplicación de soluciones yoduradas en pacientes alérgicas y la toma de biopsias en pacientes con tratamiento anticoagulante. También se desaconseja la manipulación del cérvix uterino en gestantes, debiendo ser el ginecólogo el que individualice la indicación de la prueba.

Razones por las que se realiza el estudio

La colposcopia se puede realizar a cualquier mujer que se haga una revisión ginecológica por primera vez. También está especialmente indicada cuando las pruebas de citología cervical o Papanicolau muestran alguna alteración que pudiera sugerir desde un proceso inflamatorio hasta una lesión cancerosa.