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La mamografía y la ecografía mamaria son dos pruebas ampliamente utilizadas para explorar las mamas y detectar posibles lesiones. La mamografía utiliza rayos X y la ecografía ultrasonidos, por lo que visualizan la mama desde puntos de vista diferentes, cada una tiene sus pros y sus contras y no pueden sustituirse una a la otra.

¿Cómo se realiza una mamografía?

Para realizar una mamografía habrá que colocar la mama en el mamógrafo y colocarla entre dos planos de fibra de metacrilato que tienen la finalidad de comprimir la mama para extender al máximo el tejido e inmovilizarlo para que la imagen sea lo más nítida posible. Esta compresión puede resultar discretamente molesta o algo dolorosa en pacientes especialmente sensibles, pero en cualquier caso es una molestia puntual y el procedimiento dura escasos minutos y habitualmente no persiste la incomodidad una vez finalizada la prueba. Para llevar a cabo esta prueba no es necesaria ninguna preparación, sino que como única recomendación estaría la de no utilizar según qué tipo de desodorantes o lociones que puedan tener talco o minerales pues pueden “oscurecer” la imagen obtenida.

Y para minimizar la molestia que comentábamos, es preferible realizar la mamografía los días posteriores a la regla, pues durante la menstruación y los días previos los senos suelen estar más sensibles. Los rayos X no persisten en los tejidos después de realizar la prueba, con lo que se pueden realizar si es necesario en madres lactantes.

Una vez el técnico de radiología ha colocado las mamas en la posición adecuada se proyectará una baja dosis de rayos X sobre las mamas, que atravesarán todo su grosor componiendo una imagen que será revisada exhaustivamente por el radiólogo para poder identificar lesiones patológicas.

Los mamógrafos han experimentado una importante evolución en los últimos años, aun así, no se puede negar que hay un impacto de los rayos X sobre los tejidos, pero hoy en día, con los aparatos actuales, se puede asegurar que el riesgo que suponen es absolutamente asumible y compensa con creces el beneficio obtenido al poder diagnosticar los tumores de mama con tanta precocidad.

¿Cómo se realiza una ecografía?

La ecografía mamaria utiliza la emisión de ondas de sonido de baja frecuencia, ultrasonidos, sobre la mama, y la realiza directamente el radiólogo que va interpretando la imagen obtenida en una pantalla en el mismo momento que se realiza. Permite distinguir la densidad de nódulos que mamográficamente pueden ser indistinguibles y saber si contienen líquido claro o denso o si son sólidos. Es una prueba inocua y que no genera ningún malestar mientras se realiza.

Quizás te preguntes ¿por qué no realizamos ecografía mamaria en lugar de mamografía para ahorrarnos el tema de la irradiación? Pues no es equivalente: la prueba realmente eficaz para el diagnóstico precoz del cáncer de mama es la mamografía, la ecografía es complementaria para sacar más información a una imagen dudosa en la mamografía o como prueba única en mujeres muy jóvenes en las que no se pretende hacer un despistaje de cáncer sino hacer un estudio con sospecha de benignidad.

Así pues, en mujeres jóvenes con bultos palpables que lo más probable correspondan a tumores benignos como fibroadenomas o quistes mamarios indicamos una ecografía. En mujeres en la franja de edad que el cáncer de mama es frecuente, ante una sospecha, o sin ella de forma periódica y preventiva, se indica una mamografía para detectar precozmente este cáncer, ya que la mamografía permite detectar el cáncer en algunos casos 2 años antes de que este sea palpable y detectable por el médico o la propia paciente.

En conclusión

Debemos ponernos en manos del especialista, que indicará una u otra prueba según el caso y que tiene el criterio de saber cuál es la más adecuada. Y en cuanto a la mamografía de cribado es importante seguir los protocolos preventivos pues no serían necesarios si supiéramos que nunca vamos a desarrollar un cáncer de mama, pero como no lo sabemos, y desgraciadamente una de cada ocho de las mujeres tendrá uno, cuanto más precozmente se diagnostique, mejores opciones de curación se tendrá.

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Lo que debes saber…

  • La prueba realmente eficaz para el diagnóstico precoz del cáncer de mama es la mamografía.
  • La ecografía es complementaria para sacar más información a una imagen dudosa en la mamografía o como prueba única en mujeres muy jóvenes en las que no se pretende hacer un despistaje de cáncer sino hacer un estudio con sospecha de benignidad.
  • Debemos ponernos en manos del especialista, que indicará una u otra prueba según el caso y que tiene el criterio de saber cuál es la más adecuada