El control de la micción se aprende en la primera infancia mediante un entrenamiento consciente que luego pasa a ser mecánico. Para establecer y mantener esta continencia urinaria y el control miccional es imprescindible que todas las estructuras genitourinarias y las nerviosas y musculares que participan en su control estén indemnes.

El sistema genitourinario se compone de dos grandes estructuras, las genitales y las urinarias. Ambas están muy relacionadas entre sí y afectan a la continencia urinaria.

Las estructura anatómicas implicadas en el mecanismo de la continencia son:

Genitourinarias

    • Vejiga urinaria: es el reservorio de la orina por la elasticidad de su pared. La actividad de contracción del músculo detrusor, con fibras musculares involuntarias, produce el vaciado de la vejiga cuando se abre el esfínter interno.
    • Uretra: es el conducto por el que pasa la orina de la vejiga al exterior. En su trayecto se encuentran los esfínteres (interior involuntario y exterior voluntario), que son las puertas al paso de la orina.

Musculares

    • Músculo detrusor: fibras musculares involuntarias integradas en la pared de la vejiga; al contraerse empujan la orina desde la vejiga hacia la uretra, iniciando la micción cuando se abren los esfínteres.
    • Esfínteres: El interno es involuntario y se abre al contraerse el músculo detrusor. El externo es voluntario, se abre al querer iniciar de forma consciente la micción, o bien se cierra con más fuerza cuando no es conveniente orinar, aun cuando se abra el esfínter interno y se contraiga el detrusor.
    • Músculos del suelo de la pelvis: forman el piso sobre el que descansa la vejiga y por el que pasa la uretra. Un suelo de la pelvis en correcto estado mantiene en su sitio las estructuras anatómicas y asegura un correcto funcionamiento.

Nerviosas

    • Nervios periféricos: los nervios sacros, que mediante las fibras parasimpáticas involuntarias que se originan en el centro reflejo de la micción (situado en la medula sacra) envían estímulos para la contracción del detrusor, en respuesta al estiramiento de la pared de la vejiga, en un proceso sin control consciente.
    • Médula espinal: Desde el bulbo se emiten fibras del sistema nervioso simpático (también involuntarias) que anulan el efecto de contracción de las fibras sacras, inhibiendo la micción.
    • Corteza cerebral frontal y nervios somáticos medulares: en este caso de control voluntario, controlan la apertura y cierre del esfínter externo, en el caso de desear o no la emisión de orina.

Otras estructuras

    • Próstata: al estar situada bajo al vejiga y rodeando la porción primera de la uretra en los varones, su crecimiento puede estrangularla y dificultar la salida de la orina. A largo plazo puede provocar incontinencia por rebosamiento (la vejiga nunca se vacía y está enseguida demasiado llena como para impedir el paso de la orina)
    • Vagina y vulva: su atrofia en la menopausia es causa de deterioro en la función del esfínter externo, que pierde fuerza de contracción.

Estas son los principales elementos anatómicos implicados en la continencia urinaria, pero para mantener una continencia correcta es necesaria una percepción consciente del deseo de orinar (sistema nervioso central) y la habilidad física adecuada para llegar al baño, despojarse de la ropa e iniciar la micción (aparato locomotor y sistema nervioso central).

Teniendo en cuenta estas estructuras anatómicas y su función, la incontinencia urinaria se va a producir por alteración de cualquiera de estos requerimientos para ser continente:

Función adecuada del tracto urinario inferior

  • Durante el llenado y almacenamiento de la vejiga:
    • La vejiga debe acomodarse a volúmenes progresivos de orina sin que aparezcan contracciones involuntarias.
    • El esfínter uretral debe permanecer cerrado impidiendo la salida de la orina.
    • Existe sensación de llenado vesical.
  • Durante el vaciamiento de la vejiga:
    • La vejiga se contrae adecuadamente.
    • Existe una obstrucción que impide la salida de la orina.
    • Hay coordinación entre la relajación de los esfínteres y las contracciones vesicales.

Función física adecuada

  • Movilidad adecuada para alcanzar el WC.
    • Destreza para usar el retrete o sus sustitutos y manejar la ropa.

Funciones cognitivas adecuadas

  • Que permitan a la persona reconocer la necesidad de ir al WC y encontrar éste o un sustituto (orinal, etc.)
    • Que le permita reconocer el momento y el lugar adecuados para realizar la micción.

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Motivaciones para ser continente

  • Ausencia de barreras arquitectónicas y factores iatrogénicos.
  • Retretes o sustitutos accesibles.
  • Disponibilidad de cuidadores.
  • Evitar el uso de fármacos con efectos secundarios que comprometan la continencia.