Está formado por tres anillos que tienen como función mantener en su posición la vejiga, el útero y el recto, contrarrestando la fuerza de la gravedad.

¿Qué es el prolapso genital?

Con la edad, la musculatura de debilita y pierde fuerza, lo que puede producir una caída de estos órganos llamada prolapso. En caso de que sólo baje el útero se llama prolapso uterino, si desciende la vejiga se denomina cistocele y si desciende el recto se denomina rectocele. Los embarazos debilitan la musculatura del suelo pélvico por la fuerza que ejerce la presión de la barriga sobre el suelo pélvico.

Otros factores de riesgo para tener un prolapso genital (de cualquiera de los tres órganos) son:

  • Los embarazos y sobre todo los partos por vía vaginal con fetos grandes.
  • La realización de deportes de impacto, con saltos y con alzamiento de pesos importantes,
  • El estreñimiento, con la fuerza que se realiza contra el suelo pélvico,
  • Los cambios hormonales de la menopausia, con la debilidad de los tejidos y la atrofia por la falta de estrógenos.
  • La obesidad, por el mayor peso que deben sujetar estos músculos.
  • La tos crónica, por la fuerza que ejerce la presión abdominal sobre la musculatura del suelo pélvico

Incontinencia urinaria

Además del prolapso genital, el debilitamiento de esta musculatura puede producir una incontinencia urinaria de esfuerzo. Se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina al realizar algún esfuerzo como puede ser toser, estornudar, reír, saltar, correr… El prolapso de la vejiga de la orina produce un cambio en el ángulo de salida de la uretra, el conducto que conduce la orina desde la vejiga al exterior. Este cambio anatómico dificulta el cierre correcto de la uretra con la presión y, por tanto, la salida involuntaria de la orina. Si se consigue mejorar el tono de la musculatura del suelo pélvico se puede corregir la incontinencia urinaria de esfuerzo leve.

Este tipo de incontinencia debe distinguirse de la urgencia miccional que se produce por la contracción involuntaria del músculo de la vejiga de la orina sin la orden de hacerlo. Por ello la paciente tiene una sensación imperiosa de orinar y en ocasiones no puede evitar que la vejiga se vacíe antes de llegar al baño. Este tipo de incontinencia no se produce por un cambio estructural del suelo pélvico y por ello el tratamiento es distinto que el de la incontinencia de esfuerzo.

Cómo ejercitar esta zona con ejercicios de KEGEL

En la década de los años 1940 el médico ginecólogo Arnold Kegel describió una serie de ejercicios para prevenir y solucionar la incontinencia urinaria de esfuerzo tras el parto. Más tarde se comprobó que estos ejercicios mejoran el sostén de los órganos pélvicos y también la función sexual.

El éxito de estos ejercicios depende de la práctica apropiada de la técnica y de un cumplimiento de la planificación de los ejercicios. Los fisioterapeutas son los especialistas en planificar una buena tabla de ejercicios de Kegel adecuada a cada paciente. Antes de nada, la mujer debe aprender a localizar y controlar bien la musculatura del suelo pélvico. Una forma fácil de tomar conciencia de dónde se localizan estos músculos es intentando retener el flujo de orina mientras se realiza una micción sentada en el baño. Muchas pacientes lo localizan erróneamente o bien en vez de contraerlo empujan hacia el suelo empeorando la presión sobre la musculatura.

  • Para poder ser consciente de los músculos a trabajar y cómo trabajarlos se puede utilizar la biorretroalimentación y la estimulación eléctrica. Se sitúan unos electrodos en el abdomen, en la zona perineal y en la vagina, para poder monitorizar la contracción de los músculos a trabajar. En un monitor se registra la actividad contráctil de forma que la paciente puede darse cuenta de si realmente está realizando bien los ejercicios. La corriente eléctrica estimula los músculos de forma que los obliga a contraerse de forma repetitiva.
  • Otra forma de trabajar la musculatura del suelo pélvico es con los conos vaginales. Son dispositivos que se colocan en la vagina a modo de tampón con un hilo que se deja salir por la vulva para poder extraerlo con facilidad. Estos conos tienen distintos pesos para poder empezar con el de menor peso y progresivamente ir aumentando el peso del cono a retener. Para la inserción del cono puede utilizarse algún tipo de lubricante si hace falta e introducirlo a modo de tampón con la parte más estrecha en la zona superior de la vagina. Se debe mantener el cono en el interior de la vagina durante unos 15 minutos un par de veces al día mientras se está caminado, de pie, realizando vida normal activa en casa… de forma que la musculatura debe trabajar para mantener el cono ahí. Poco a poco se va aumentando el peso del cono a medida que la musculatura va aumentando su fuerza.

Lo que debes saber:
  • Con la edad y los embarazos se debilita la musculatura pubo-coccígea y puede producir una caída de la vejiga, el útero o el recto, llamada prolapso genital, así como incontinencia urinaria.
  • Los ejercicios que describió el ginecólogo Arnold Kegel en 1940 ayudan a prevenir y solucionar la incontinencia urinaria y a mejorar el sostén de los órganos pélvicos.
  • Los fisioterapeutas son los especialistas en planificar una buena tabla de ejercicios de Kegel adecuada a cada paciente.

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