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Disciplina y límites

Todo esto fomenta su sentido de independencia y, evidentemente explorará los límites de comportamiento con sus padres. Este es el momento apropiado para establecer los límites.

Las primeras normas que se deben poner al niño son para proteger su seguridad y se deben decir de forma clara y coherente. Todos los familiares de la casa deben ir en una misma línea.

Hay diferentes estrategias para poner límites a esta edad:

  • Anticiparse a sus pasos, distrayendo al bebé para que no ponga atención en actividades ni objetos peligrosos.
  • Guardar el «¡no!» para prevenir riesgos claramente importantes, no para todo. Si se usa indiscriminadamente empezará a hacer caso omiso a la prohibición. En los niños el uso de negativas debe ser limitado, se debe dar las explicaciones o pedirle las cosas de otra manera, siendo positivos (es mejor decir «ahora toca comer» que decir «¡no juegues durante la comida!»)
  • Utilizar la comunicación no verbal. El niño debe entender con una mirada firme si lo que está haciendo está bien o mal.
  • No se deben usar los castigos corporales. Pegar a un niño no hace que este se porte mejor. La violencia genera más violencia.

Los sentimientos

Es cada vez mayor la capacidad del niño de expresar los sentimientos. Es la época donde empiezan a dar besos y abrazos cuando se lo pides. Disfruta con la risa y las bromas.

El niño es consciente de sus logros y los comparte con sus padres. Le encanta que le digan lo bien que ha hecho una cosa. Puede empezar a no tolerar la frustración cuando no le salen las cosas como él quiere. Extraña a sus padres cuando no están y llora si lo dejan solo en la habitación.

La autonomía

El niño presenta habilidades nuevas que le permiten hacer más cosas por sí mismo. Le gusta ser autónomo y los padres deben fomentar esta independencia de niño animándole a comer solo, beber de un vaso, caminar y explorar.

En este momento, aunque sus padres sigan siendo su referente hacen incursiones en el medio que les rodea para volver de nuevo con sus padres. Cada vez las incursiones las hacen más lejos (cosa que los padres deben vigilar para evitar peligros)