El progreso en el lenguaje en esta etapa es espectacular, aprende rápidamente y se interesa por el nombre de objetos que no conoce.

Es importante, como en todas las etapas, hablarle con claridad, diciendo las cosas por su nombre y no imitando la lengua de trapo del niño.

Utiliza una jerga propia (habla mucho pero no se le entiende todo). Ya utiliza el «No» cuando no quiere alguna cosa que se le propone. Es capaz de señalar alguna parte de su cuerpo y algún dibujo que se le pregunta en una lámina. Su vocabulario es más amplio de más de 15-20 palabras a los 18 meses; a los dos años es vocabulario ya no puede ser cuantificado porque es más amplio (100 palabras o más). Muchas veces emplea palabras-frase.

Al final de esta etapa puede realizar alguna frase o protofrase: junta dos palabras, por ejemplo: «mamá agua».

Empieza a utilizar los pronombres «yo», «tu»,»mío»…

La capacidad de comprensión es muy alta y prueba de ello es que puede ejecutar dos órdenes sencillas que se le digan en una misma frase (ej: «quítate las botas y cierra la puerta»).

Expresa verbalmente sus necesidades: hambre, sed o sueño.