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¿Elogios o castigos?

Reconducir los comportamientos inadecuados de los niños no es fácil, requiere paciencia y perseverancia, además de ser asertivo. Si tuviéramos que dar la clave del éxito sería disciplinar con cariño y hacerles saber lo que se espera exactamente de ellos. No hay nada más desesperante para los padres que un niño rebelde que no quiere cambiar su comportamiento: que pega a otros niños, que desobedece constantemente o incluso que con su conducta pone en riesgo su seguridad.

Un método muy eficaz para eliminar estos comportamientos es la técnica del sándwich, una técnica que no se basa en los castigos, sino en el poder de los elogios. Un cambio de perspectiva sorprendente.

¿En que consiste la técnica del sándwich?

La técnica del sándwich se basa en conseguir un cambio de conducta mediante una crítica constructiva. Antes de lanzar un mensaje negativo al niño, se debe suavizar ese momento con un elogio y terminar con un mensaje positivo. Su objetivo principal es lograr un cambio de comportamiento haciendo que los niños reflexionen sobre la conducta inadecuada. Es un método que favorece la escucha y receptividad en los niños para que logren cambiar su comportamiento, a la vez que fortalece la autoestima infantil, le ayuda en la toma de decisiones y facilita la comunicación entre padres e hijos. Incentiva a tomar decisiones y le otorga responsabilidad sobre sus actos; es una auténtica técnica de retroalimentación. A través de esta técnica los padres también pueden hacerles saber a sus hijos lo que esperan de ellos y enseñarles a ser mejores personas.

La técnica del sándwich recibe este nombre porque consiste en hacer una crítica constructiva aplicando “varias capas”:

  • Un elogio sincero para suavizar la situación. Antes de hacer saber al niño la necesidad de un cambio de conducta se debe empezar por un elogio, corto y sincero, que el niño pueda entender. Por ejemplo: “Ya sabes que te quiero mucho”, “tienes muchos amigos…”. No se debe caer en una explicación larga porque eso desvirtúa el mensaje.
  • Petición y explicación qué cambio de conducta es necesario. Después del elogio, es el momento ideal para plantear la necesidad de que cambie de actitud o conducta. Para ello, se esperan unos segundos y se añade un “pero”… A continuación se le hace llegar el deseo de lo que necesitas respecto a su conducta: “Ya sabes que juegas muy bien al fútbol, pero…necesito que cambies y dejes de dar patadas a otros niños…” Después de hacerle llegar tu petición, se debe  explicar por qué: “Necesito que cambies y dejes de dar patadas a los otros niños porque cuando lo haces, les haces daño”… Y a continuación se le dice lo que necesitamos que haga: “Me gustaría que a partir de ahora dejes de hacer eso”… Y se explica el cambio: “… no puedes jugar tan bruto porque los niños se ponen tristes si les haces daño y no querrán jugar contigo”.
  • Agradecimiento y mensaje positivo. Se debe terminar siempre con un mensaje positivo, por eso, después de pedir el cambio de conducta, se debe terminar agradeciendo algo, utilizando el “aunque”: “Aunque te agradecería mucho que siempre que te sientas furioso, me lo digas y busquemos una solución juntos, ¿vale?”. En este punto, se le puede preguntar qué piensa al respecto o simplemente dejar que reflexione sobre lo que se le ha dicho.

¿A partir de qué edad se puede aplicar?

Los psicólogos recomiendan empezar a aplicar esta técnica a partir de los cinco años y elegir bien el momento de emplearla. El niño debe estar mínimamente calmado y receptivo. Si está muy enfadado, nervioso o cansado es bastante probable que no haga caso. Por otra parte, hay que utilizarla con moderación: si abusamos de ella, perderá todo su sentido y el niño asociará el elogio como el anticipo de una regañina o un reproche.

También es importante marcar límites claros ante conductas intolerables. Ante ellas, podemos validar sus emociones y por qué se sienten así, pero no aceptar el comportamiento o acción.

¿Cuándo se debe aplicar esta técnica?

La técnica del sándwich puede aplicarse en muchas ocasiones pero lo ideal es aprovechar para comunicarte con el niño después de haber tenido la conducta que se quiere eliminar, para que sea plenamente consciente de lo que ha hecho.

Lo que debes saber…

  • La técnica del sándwich se basa en conseguir un cambio de conducta mediante una crítica constructiva.
  • La técnica del sándwich recibe este nombre porque consiste en hacer una crítica constructiva aplicando “varias capas”: elogio; petición y explicación; agradecimiento y mensaje positivo.
  • Los psicólogos recomiendan empezar a aplicar esta técnica a partir de los cinco años y elegir bien el momento de emplearla.