Los juguetes y los juegos son una parte fundamental e importante en la vida de los niños y niñas. Como padres, debemos aprovechar el juego y los juguetes para educar, potenciar la creatividad y enseñar valores de manera divertida. Es muy importante “jugar para crecer”.

¿Qué es jugar?

Jugar es una de las actividades fundamentales en la vida de las personas. El juego, además de ser una actividad lúdica que proporciona placer, es una de las mejores actividades para aprender. El niño y la niña, jugando, lo aprenden todo.

Aprenden a desarrollar sus sentidos, desarrollan diversas capacidades, como: la percepción, la atención, la memoria, la imaginación y la fantasía. Cuando jugamos nos mostramos tal como somos, actuamos tal como somos y decimos las cosas tal como las pensamos. Así adquirimos hábitos, normas y reglas de todo tipo, entre otras, todo lo referente al comportamiento y el respeto a los otros. Aprendemos a conocer a las personas, su nombre, su forma de ser y de comportarse.

No podemos concebir una infancia sin juegos. Mediante el juego el niño observa, descubre, manipula y experimenta, es decir, interpreta el mundo que le rodea. A medida que el niño crece, el juego le ayuda a aprender a relacionarse con los demás.

Por otro lado, el juego no es exclusivo de la infancia. Jugar es un excelente recurso de diversión para todas las edades, que favorece la relación y comunicación entre los adultos, los niños y los adolescentes.

¿Qué es un juguete?

El juguete es el instrumento a través del cual se realiza el proceso del juego, por lo que éste debe estimular la imaginación para desencadenar los mecanismos del juego y enriquecer su escenario, favoreciendo la interacción, asegurando la comunicación y perfeccionando la actividad desarrollada.

Es importante recordar que en las manos de un niño cualquier objeto se puede convertir en un juguete, estimulando su imaginación y creatividad. Por ejemplo, una caja de cartón puede ser un camión, un carrito de la compra, una cuna para su muñeca preferida…

Los juguetes deben ser atractivos y estimulantes para el niño, que permitan que desarrolle un juego rico que estimule en global su desarrollo o bien que incida en alguna área específica como la motricidad, los sentidos o la inteligencia.

A la hora de adquirir un juguete hemos de tener en cuenta

  • La edad del niño
  • Sus intereses personales
  • Criterios educativos
  • Desarrollo integral del niño: cognitivo, social y emocional
  • Parámetros de calidad y seguridad

Los principales errores a la hora de comprar juguetes

  • Adquirir muchos juguetes no relacionados entre sí.
  • Regalar juguetes no adecuados a la edad del niño.
  • Videojuegos antes de los 8-9 años.
  • Teléfonos móviles antes de los 11-12 años.
  • Televisión y ordenador para su habitación: la TV y el ordenador se deben compartir en familia, ya que los contenidos han de ser controlados por los padres.
  • Juegos, juguetes o videojuegos violentos.
  • Comprar juguetes muy caros que después prohibamos utilizar para que no los rompan.
  • Juguetes sofisticados que suelen resultar atractivos para los adultos pero que no son útiles para los niños/as ya que limitan su imaginación y les incitan a la contemplación y a la pasividad.
  • Fomentar roles sexistas en niños y niñas: tanto unas como otros deben jugar con todo tipo de juegos y juguetes… No hay juegos de niñas y de niños.

¿Cuántos juguetes hay que regalar a un niño?

La lista a los Reyes Magos o de Papá Noel suele ser interminable, pero a veces poco apropiada a la edad o las necesidades de los más pequeños. No es tarea fácil elegir el juguete adecuado con buen criterio, estableciendo prioridades, sin decepcionar a los niños pero tampoco sometiéndonos a todos sus deseos. La televisión publicita constantemente muchísimos juguetes; en algunos casos los mensajes engañosos hacen confundir la felicidad del niño con el hecho de tener muchas cosas.

El principal error de los padres o familiares es comprar todo lo que pide el niño. Llega un momento que el niño disfruta más rompiendo el envoltorio que con el juguete en sí. Regalar muchos juguetes no es educativo: el niño amontona los regalos, no los valora y no tiene ni tiempo de jugar con ellos.

Hay que utilizar la magia de los Reyes Magos para sacarle provecho, para que el niño aprenda a aceptar la vida como viene, que le traigan regalos sorpresa, que no esperaba y que algunos que ha pedido no están, porque esa es la realidad. El niño debe aprender a tolerar la frustración, su vida futura estará llena frustraciones.

Los niños no se traumatizan por no tener el juguete de moda o porque su amigo tenga una consola y él no. Este miedo es de los padres. Si el niño tiene claro que le han traído un regalo especial para él, estará encantado y no le importará lo que tengan los demás y si no es así, es que hay algún problema. Porque si el niño está satisfecho, valorado y querido estará encantado con lo que le traigan.

Un truco…

Los padres deben poner límites tanto al número de regalos como a los familiares a la hora de comprarlos. Una buena táctica es buscar una temática cada año: animales, bicicleta, viaje, muñecas… de manera que si compramos una bicicleta a nuestro hijo o hija, otros familiares compren el casco, los protectores, un traje de ciclista, un retrovisor, la cesta o la bocina. De esta manera, todos los regalos tienen una conexión y el niño puede valorarlo mejor.

Cuando son más mayores se pueden regalar cosas no tan materiales, como un viaje temático en familia entre todos los familiares y una maletita con neceser para las vacaciones.

Tipos de juegos

  • Juegos sensomotrices: estimulan y desarrollan la psicomotricidad, el conocimiento del propio cuerpo, la noción del espacio. Son juguetes basados en el movimiento y en el desarrollo de las capacidades físicas. Hay varios tipos:
    • Sensoriales: móviles, espejos, instrumentos musicales, hinchables y mantitas de juego,
    • Manipulativos: sonajeros, mordedores, gimnasios para bebés, juguetes de baño, arena, juegos de apilar
    • Motores: balancines, pelotas, tubo de gateo, correpasillos, triciclos, bicicletas…
  • Juegos simbólicos: estimulan la imaginación del niño/a por medio de la imitación del mundo adulto: jugar a papás y mamás, a médicos, a maestros, a ir a comprar a la tienda. Ayudan a representar la realidad, a imaginar las situaciones de la vida cotidiana. En este tipo de juegos se engloban desde los libros y pinturas hasta los muñecos, miniaturas y vehículos que imitan en entorno.
  • Juegos de construcción: estimulan la percepción espacial a través de piezas para encajar, ensamblar, apilar y realizar construcciones. Trabajan la precisión, la atención, la paciencia, la capacidad de orientación espacial y la creatividad. En ellos se engloban los puzles y encajes, manualidades, modelismo…
  • Juegos reglados: juegos principalmente de grupo, que fomentan la socialización. Son juegos con unas normas concretas; permiten desarrollar las habilidades sociales, cooperar, asociarse, competir… Pueden ser los juegos de mesa de toda la vida o los deportivos.
  • Juguetes seguros: Un juguete es todo producto destinado a ser utilizado con fines de juego por niños de menos de 14 años y, por lo tanto, debe ser seguro. Todos los juguetes que compremos a nuestros hijos deben cumplir la normativa europea que comprende las disposiciones de carácter obligatorio a las que deben ceñirse los fabricantes, distribuidores y comerciantes. Para poder comercializarse han de ir marcados con la marca CE, que determina la conformidad con las normas de seguridad que le son de aplicación.

Un libro, un regalo diferente a los juguetes de siempre

Los libros pueden ser considerados como auténticos juguetes. Desde los primeros meses de vida podemos adquirir libros para bebés, de tela o plástico, con diferentes texturas, imágenes y colores atractivos para tocar, explorar, observar y entretenerse.

Entre 1 y 2 años les podemos ofrecer libros con páginas de cartón plastificadas que permitan el juego verbal e imaginativo y favorezcan el desarrollo del lenguaje. Para los niños de 2 y 5 años, además de los cuentos con ilustraciones y texto breve, podemos encontrar los libros troquelados con mecanismos simples, como tiras de cartón que se manipulan y permiten el movimiento.

A partir de 6 años ya pueden empezar a leer libros donde aparecen las palabras, las historias o las aventuras… Aquí el libro se convierte en juguete o soporte del juego más característico: el de ficción o simbólico. Con  los libros se fomenta el gusto por la lectura desde la infancia.

Lo que debes saber…

  • Jugar desarrolla los sentidos y otras capacidades del niño como la memoria, la atención y la imaginación.
  • Regalar muchos juguetes no es educativo: el niño amontona los regalos, no los valora y no tiene tiempo de jugar con ellos.
  • Al elegir un juguete hay que tener en cuenta su seguridad y calidad, así como la edad del niño, sus intereses y criterios educativos.