La comercialización de melatonina en niños fue, en su inicio, como esa luz al final del túnel que todos queríamos, pero, a pesar de su libre venta inicial, la Asociación Española de Pediatría ha alertado de la necesidad de regular su uso, definir sus indicaciones y ser recetada por el pediatra.

Los trastornos del sueño en la población infantil

Aproximadamente, un 30% de los niños portan, en algún momento de su desarrollo problemas con el sueño y un 18% de los adolescentes se quejan de insomnio en la consulta del pediatra.
El descanso nocturno es fundamental en el desarrollo del niño, en su conducta, en el aprendizaje y en su crecimiento, por lo tanto, es una de las actividades necesarias para garantizar un buen estado de salud.
En el caso de los niños pequeños, la causa más frecuente suele ser la presencia de malos hábitos, en cambio, en los adolescentes, se combinan las rutinas inadecuadas (jugar a videojuegos por la noche, el estrés o tomar bebidas excitantes, por ejemplo) con una dificultad para iniciar el sueño debido a que su curva de secreción de melatonina endógena está retrasada.

¿Qué es la melatonina?

La melatonina es una neurohormona producida por la glándula pineal, localizada en el cerebro, durante la noche. Su secreción es regulada por nuestro ritmo circadiano o “reloj biológico” (día-noche), de manera que deja de fabricarse con la exposición a la luz. Este pequeño detalle ha permitido realizar estudios donde se observa una disminución de su síntesis durante la noche si nos exponemos a luz blanca o azulada. Por otro lado, para ayudar a nuestro cuerpo a sintetizar una correcta cantidad de melatonina por la noche, dormir a oscuras es la mejor opción.
La producción de melatonina empieza a los tres meses de vida, su máxima producción es entre los 8 y 10 años y, durante la vejez sus niveles disminuyen hasta el 10%.

Qué funciones tiene

Sus funciones son las siguientes:

  • Regular el sueño y sincronizar el ciclo sueño/vigilia: esta función justificaría su uso en situaciones donde el reloj biológico está alterado como el jet lag o los turnos de trabajo nocturnos.
  • Efectos sobre el sistema inmunitario.
  • Acción antioxidante y retarda el envejecimiento (popularmente se llama a la melatonina “hormona de la juventud”).
  • Protección contra el desarrollo de algunos tumores.
  • Protección de los huesos.
  • Regula la acidez del tracto gastrointestinal.
  • Regula la tensión arterial.

Uso de melatonina en niños: cómo, cuándo y por qué

Hay pocos estudios en niños con melatonina, y los pocos de los que disponemos parece que, la melatonina, puede beneficiar las dificultades de inicio del sueño y una disminución de los despertares nocturnos, en este caso, en niños con trastorno del neurodesarrollo.
Las indicaciones actuales del uso de melatonina en niños se aplican a partir de los seis meses de edad y son las siguientes:

  • Insomnio infantil: cuando el niño presenta una dificultad crónica para dormir, tanto en el inicio del sueño como en su calidad de sueño, que provoca alteraciones en el niño y en su entorno familiar.
  • Síndrome de retraso de fase: se caracteriza por un retraso mayor de dos horas en los horarios socialmente aceptados, en el inicio del sueño y despertar.
  • Síndrome de piernas inquietas: es un trastorno neurológico que se caracteriza por la necesidad imperiosa de mover las piernas en reposo y que empeora al final del día.

Siempre se recomienda empezar con la mínima dosis inicial y ajustar el tratamiento según las necesidades y la respuesta al mismo. La cantidad de melatonina recomendada oscila entre 1 a 3 mg al día y no se recomienda que se prolongue el tratamiento más de cuatro semanas en lactantes. En niños pequeños se puede dar por más tiempo.

IMPORTANTE

    Es conveniente que el uso de melatonina sea controlado por el pediatra y se acompañe de medidas de higiene del sueño, ambientales y de alimentación.

Efectos secundarios de la melatonina en niños

En niños los estudios son escasos, por lo tanto, la mayor parte de los efectos secundarios reportados son en adultos que tomaban melatonina. El efecto adverso más frecuente relacionado con la sobredosificación es la somnolencia. Otros son: dolor de cabeza, mareos, náuseas y alteraciones hepáticas.
En niños, su uso durante un corto período de tiempo (cuatro semanas) parece bastante seguro. A largo plazo, sin embargo, no existe aún suficiente información.
Un riesgo potencial es su posible es la aparición del adelanto de la pubertad en niños y también existe controversia en su efecto protector o no de los niños con epilepsia.
Se recomienda, por lo tanto, precaución en el uso de melatonina en niños que presenten:

  • Enfermedades autoinmunes.
  • Tumores hematológicos.
  • Asma mal controlada.
  • Diabetes.
  • Epilepsia activa.

Otras maneras para tratar los trastornos del sueño y que modulan la secreción de melatonina

  • Rutinas previas al irse a dormir: un baño, un vaso de leche caliente o evitar el uso de pantallas.
  • Regular los horarios de irse a dormir y levantarse.
  • Evitar siestas muy largas o que terminen más allá de las 17h.
  • Crear un ambiente en el dormitorio agradable y silencioso con una temperatura entre 19 y 22ºC.
  • Realizar deporte, pero no a última hora del día.
  • Despertar con luz por las mañanas favorece el inicio del sueño por la noche.
  • Restringir el uso de pantallas al menos una hora antes de irse a dormir.
  • Evitar bebidas estimulantes: té, café, bebidas de cola…
  • Cenar al menos media hora antes de irse a dormir.
  • El triptófano es el aminoácido a partir del cual nuestro cuerpo produce melatonina, por lo tanto, el consumo de alimentos ricos en triptófano (tomados con moderación) favorecen el sueño, como la leche.

 

Lo que debes saber…

    • En niños, su uso durante un corto período de tiempo (cuatro semanas) parece bastante seguro. A largo plazo, sin embargo, no existe aún suficiente información.
    • Las indicaciones actuales del uso de melatonina en niños se aplican a partir de los seis meses de edad y son en insomnio infantil, síndrome de retraso de fase, y síndrome de piernas inquietas.
    • Es importante que el uso de melatonina sea controlado por el pediatra y se acompañe de medidas de higiene del sueño, ambientales y de alimentación.