Causas

Se estima que el 90% de las causas del mal aliento tienen su origen en la boca mientras que el 10% restante tiene su origen en alteraciones o manifestaciones de procesos extraorales.

La principal causa de la halitosis es la actividad de las bacterias anaerobias que, como su nombre indica, viven en zonas de la boca, de la lengua y de la mucosa oral con poco oxígeno. Son bacterias que forman parte de la flora habitual de la boca. El papel de estas bacterias, en la halitosis, es la producción de gases volátiles malolientes a través de la transformación de los restos alimenticios.

Citaremos a continuación las causas principales de la halitosis:

  • Causas orales: son aquellas que se originan por alteraciones en la dentadura, la encía, la saliva y la mucosa de la boca.
  • Dentadura: debido a los restos alimentarios que pueden quedar entre los dientes, a caries, a procesos inflamatorios en la erupción de dientes como la pericoronaritis(habitual en la erupción de la muela juicio), a la presencia de prótesis orales, a tratamientos quirúrgicos reconstructivos o extracciones dentales, etc.
  • Encía: puede ser síntoma de gingivitis, de periodontitis o de abscesos debidos a la enfermedad periodontal.
  • Saliva: la disminución de la saliva induce cambios en el Ph oral y favorece la aparición de la halitosis.
  • Lengua: su mala higiene puede suponer un buen refugio para las bacterias anaerobias.
  • Mucosa oral: sus lesiones, como las úlceras o aftas orales, también pueden ser un foco causante de la halitosis.
  • Enfermedades como la diabetes pueden favorecer alteraciones en mucosas, en la encía y en la producción de saliva provocando el mal aliento. Además, algunas alteraciones metabólicas del organismo pueden manifestarse de esta manera, como es el caso de la cetosis.
  • Causas extraorales, se ha estimado que constituyen el 10 % del total de halitosis.
  • Alteraciones de vías respiratorias altas como las amigdalitis, catarros, sinusitis, respiración oral, laringitis, cuerpos extraños alojados en la nariz.
  • Alteraciones en vías respiratorias bajas: patologías tan diversas como neumonías, bronquitis, tuberculosis o enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
  • Alteraciones de órganos: el fallo hepático o el renal pueden provocar halitosis por el aumento de restos en el organismo. Éstos acaban eliminándose de forma parcial e insuficiente a través del aliento. Su acúmulo da lugar a la halitosis.
  • El consumo de alcohol y tabaco también favorece la halitosis.
  • Alteraciones digestivas: las gastroenteritis y el reflujo gastroesofágico son causas muy frecuentes de halitosis.

¿Conoces los beneficios del Seguro de Salud MAPFRE? Descubre todas las coberturas.

CALCULA TU PRECIO