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Las lesiones en el colectivo de deportistas son variadas, tanto en lo que se refiere a su origen como a su localización. Relacionado con el origen, éste puede ser de causas intrínsecas a la persona o extrínsecas, siendo estas últimas aquellas que dependen directamente del tipo de deporte, superficie en la que se practique o el equipamiento que se utilice, por ejemplo. En cuanto a las primeras, dependen directamente del individuo, sus características anatómicas y fisiológicas.

Todo ser humano tiene unas características anatómicas comunes. Tenemos músculos, huesos, tendones… pero en ocasiones éstas pueden sufrir alteraciones y predisponer a problemas físicos o lesiones deportivas.

La boca puede parecer una localización anatómica con poca relación con posibles lesiones pero también la tiene. El bruxismo o “el chirriar de dientes”, que suelen sufrir especialmente las parejas al dormir junto al que rechina, es una de las patologías bucales que pueden ocasionar predisposición a lesión. Ello es debido a que al apretar los dientes pueden aparecer contracturas musculares, por ejemplo, en la zona de cuello y hombros. En función del deporte que se practique, al no disponer de una musculatura al 100% puede derivar en la aparición de una lesión.

Las alteraciones del sistema musculoesquelético suelen ser las que más aumentan la predisposición a lesionarse, básicamente por el hecho de que producen cambios en la alineación corporal y, por tanto, en la distribución de fuerzas que aparecen con el movimiento intrínseco a la práctica deportiva. Algunas de ellas son las siguientes:

Dismetría de extremidades inferiores

Esta se define como la diferencia de longitud entre ambas extremidades inferiores. El 10% de la población sufre esta alteración sin que se diagnostique una causa concreta para su existencia. Para esta población esta diferencia no se considera patológica y no suele tratarse. Cuando las diferencias son más significativas, éstas pueden ocasionar lesiones como consecuencia del desequilibrio que repercute a nivel muscular y articular.

Se debe tener en consideración que, cuando existe déficit en una articulación o músculo, aparece una sobrecarga en su complementaria, que obliga a soportar mayores tensiones y como consecuencia una mala distribución de carga y de trabajo. La tendinopatia del Aquiles o el síndrome de la cintilla iliotibial son algunas de las patologías que pueden sufrir deportistas que presentan dismetría de extremidades y que no realizan la corrección adecuada (ésta se basa, en general, en el uso de plantillas correctivas).

Alteraciones estructurales y lesiones

Alteraciones en las rodillas

Las rodillas pueden presentar dos alteraciones en su alineación. Genu varo, cuando éstas tienen una desviación hacia fuera, en forma de “O” o también conocida como “de paréntesis”, y Genu valgo, cuando las rodillas miran hacia dentro (también conocidas como rodillas en “X”). En este caso, el ser hombre o mujer es un factor predisponente a sufrir en mayor medida esta alteración (Genu varo en hombres y Genu valgo en mujeres).

Estas dos alteraciones estructurales afectan a la disposición del eje de las articulaciones y una de las patologías que aparecen como consecuencia con mayor frecuencia es el síndrome patelofemoral, sobre todo asociada a las rodillas en valgo. Un dolor de carácter sordo va ocasionando molestias que pueden derivar en consecuencias más graves, como la imposibilidad de una técnica deportiva adecuada. En este caso, es importante realizar un trabajo de compensación muscular, cuyo objetivo será reducir la carga que debe soportar la articulación y minimizar así los síntomas.

Alteraciones y lesiones en deportistas

 

LO QUE DEBES SABER…
  • Hay una serie de lesiones que pueden tener su origen en las características anatómicas y fisiológicas del individuo.
  • Las alteraciones del sistema musculoesquelético suelen ser las que más predisponen a lesionarse, al producir cambios en la alineación corporal y, por tanto, en la distribución de fuerzas.
  • La diferencia de longitud en las extremidades inferiores, o las alteraciones en la alineación de las rodillas son dos claros ejemplos de alteraciones estructurales que pueden causar lesiones.