¿Qué capacidades tiene un fisioterapeuta?

La fisioterapia es una disciplina de titulación universitaria donde se forman profesionales de la sanidad con conocimientos anatómicos y de la fisiología humana, el fisioterapeuta. Están especializados en el tratamiento de afecciones mediante distintas terapias manuales, ejercicio terapéutico y agentes físicos como calor, frío, luz, agua, electricidad, etc. Todo en su conjunto el objetivo de mantener y restaurar las capacidades funcionales de los pacientes y mejorar su calidad de vida.

Un fisioterapeuta es capaz de realizar un diagnóstico propio en fisioterapia con la ejecución de pruebas manuales a nivel muscular, neural o articular y pautar un tratamiento óptimo para el paciente. No obstante, trabajan también con otros profesionales de la sanidad, como médicos, enfermeros, terapeutas ocupacionales o psicólogos, formando parte de un equipo interdisciplinar.

¿Dónde podemos encontrar a un fisioterapeuta y cuáles son sus competencias?

Los fisioterapeutas se encargan de prevenir lesiones, de la educación de los pacientes en el ámbito sanitario y de la rehabilitación de afecciones agudas o crónicas. El día a día es recibir pacientes derivados de médicos de cabecera o especialistas como, por ejemplo, traumatólogos, reumatólogos o neurólogos.
Trabajan tanto el ámbito privado como en el público, en un amplio abanico de lugares como clínicas, ambulatorios, hospitales, geriátricos, gimnasios, clubes deportivos, etc…
Los principales objetivos de un fisiterapeuta son: prevenir, curar y aliviar problemas musculoesqueléticos de manera física y tratando de minimizar y reparar al máximo los daños.
La fisioterapia interviene en tres niveles:

  • Prevención, educación y habilitación.
  • Curación del proceso.
  • Tratamiento de la patología o procesos crónicos.


Es común la derivación o acudir por cuenta propia al servicio de fisioterapia cuando se sufre una patología o dolencia de carácter musculoesquelético. Es un servicio muy demandado por pacientes con problemas traumatológicos o reumatológicos como pueden ser procesos artrósicos, lumbalgias, cervicalgias, fracturas, esguinces, roturas fibrilares entre otras.
No obstante, como se ha comentado anteriormente, la intervención en fisioterapia se ha ido poco a poco abriendo a otras especialidades, por lo que hoy en día, un fisioterapeuta debe tener competencias básicas en:

  • Traumatología y Reumatología: artrosis, fracturas, esguinces, capsulitis, escoliosis, etc.
  • Pediatría: problemas del desarrollo sensorio-motriz secundarios a enfermedades congénitas, bronquiolitis, fibrosis quística, etc.
  • Uroginecología: disfunciones del aparato urinario y reproductor, suelo pélvico, pre y post-parto, etc.
  • Deporte: lesiones deportivas y readaptación al deporte.
  • Geriatría: mantener y fomentar la autonomía del adulto mayor a través del ejercicio y prevención de caídas.
  • Neurología: ictus, afectados medulares, afasias, etc.
  • Rehabilitación cardiorrespiratoria: EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), enfisema pulmonar, deficiencias respiratorias secundarias a patologías degenerativas, problemas cardiovasculares, obesidad, etc.
  • Investigación: realizar estudios basados en la evidencia científica donde se prueba la metodología de las técnicas o tratamientos en fisioterapia para las diferentes afecciones.

¿Cuál es el procedimiento cuando me derivan al fisioterapeuta?

Cuando el paciente llega a la consulta del fisioterapeuta, derivado por un médico, o por cuenta propia, el primer día corresponde a la primera visita del paciente. Se trata de la primera toma de contacto entre paciente y especialista, en la que se evalúa la condición y se pauta el mejor tratamiento. Durante la entrevista inicial se comentan los informes y las pruebas diagnósticas realizadas, antecedentes o patologías de interés, se analizan las actividades de la vida diaria (AVD), hábitos, aficiones, etc.


Posteriormente, se realizan pruebas para evaluar la movilidad, fuerza muscular y flexibilidad de la extremidad afectada, además de tests manuales específicos discriminatorios para localizar o confirmar la lesión.
Una vez terminada la valoración, se pauta un tratamiento que incluirá técnicas manuales (masoterapia, inhibición del punto gatillo, punción seca, estiramientos, manipulaciones articulares, etc.), electroterapia, que se basa en la aplicación de corrientes antiálgicas o magnetoterapia para reducir la inflamación y una pauta de ejercicios de carácter terapéutico, con el objetivo de recuperar progresivamente la funcionalidad total.

La importancia de un buen diagnóstico en fisioterapia es primordial, ya que también nos ayudará a determinar si es un paciente que podemos tratar o si, por lo contrario, deberemos derivarle al médico especialista.

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Lo que debes saber…

  • Un fisioterapeuta es capaz de hacer un diagnóstico propio en fisioterapia mediante pruebas manuales a nivel muscular, neural o articular y pautar un tratamiento óptimo para el paciente.
  • Los principales objetivos de los fisioterapeutas son: prevenir, curar y aliviar problemas musculoesqueléticos de manera física y tratando de minimizar y reparar al máximo los daños.
  • Es un servicio muy demandado por pacientes con problemas traumatológicos o reumatológicos como procesos artrósicos, lumbalgias, cervicalgias, fracturas, esguinces, roturas fibrilares entre otras.