En cama

Procuraremos dormir en un colchón firme y recto, aunque mullido, que pueda adaptarse a las formas de nuestro cuerpo.

Evitaremos dormir en un sofá o colchón blando, sin soporte o que esté hundido.

Las mejores posturas son:

  • Boca arriba con las piernas flexionadas y una almohada bajo las rodillas.
  • De lado, manteniendo las rodillas y las caderas en flexión, adoptando la postura fetal. Ésta es la mejor.
  • Boca abajo es la menos aconsejable para la espalda, ya que contribuye a pronunciar las curvas fisiológicas, aumenta la curvatura de la columna lumbar y obliga a mantener el cuello girado para poder respirar.

  • La elección de la almohada también es importante, en especial para las personas con dolores cervicales.
  • El prescindir de la misma arquea excesivamente el cuello, provocándose una contractura de los músculos. Sin embargo, una almohada excesivamente gruesa coloca en tensión los ligamentos extensores del cuello.
  • Debe aconsejarse un tipo de almohada adaptada al espacio hombro-cuello de nuestra espalda, que mantenga la alineación de la columna cervical.
  • Al levantarnos de la cama, nos pondremos primero de lado y apoyándonos en los brazos nos incorporaremos hasta sentarnos en el borde de la cama.

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