Muchas personas, tras hacer la colada, tienden la ropa en el interior de casa en los tendederos plegables, bien porque no se dispone de secadora, bien porque no hay sitio para tender la ropa al aire libre, o porque hace mal tiempo.

Pues bien, este gesto, que a priori parece inocuo, puede resultar en determinados casos perjudicial para la salud de las personas, especialmente de aquellas más susceptibles.

Cuando se combinan humedad y calor…

Al tender la ropa en el interior de casa lo que hacemos es aumentar la humedad del ambiente, cosa que con frecuencia se ve favorecido por el uso de calefacción al mismo tiempo. Este aumento de la humedad, según unos estudios realizados en varias universidades inglesas, pueden aumentar el desarrollo de rinitis (moqueo nasal), infecciones respiratorias o cuadros alérgicos, especialmente a los ácaros.

La humedad, junto con el calor, supone un excelente medio para que microorganismo como el moho, ciertos hongos o los mismos ácaros del polvo proliferen con mayor facilidad, de manera que las personas especialmente sensibles a estos microorganismos, como las personas asmáticas, bronquíticos o alérgicos pueden padecer un recrudecimiento de su sintomatología.

¿Dónde puedo tender si no es posible hacerlo fuera?

Es evidente que, por razones estructurales de nuestras viviendas no todos disponemos de un espacio al aire libre para poder tender la ropa al sol, que es lo ideal, especialmente en un país como España que tiene tantas horas de sol al año.

Sin embargo, si esto no es posible y no se puedo o se quiere comprar una secadora, se recomienda que la ropa se tienda en el interior de casa en zonas separadas, no de paso habitual, bien ventiladas y se evite tener la calefacción u otras fuentes de calor en marcha cuando se esté secando la ropa.

Se aconseja también centrifugar la ropa de nuevo una vez acabado el programa de la lavadora para reducir sus niveles de humedad, especialmente si en la casa hay personas susceptibles de padecer alergias o enfermedades respiratorias.

Otros trucos para tender la ropa

Asimismo, es conveniente ventilar bien la casa cada día para que se renueve el aire y los niveles de humedad en el ambiente disminuyan, así como las partículas de polvo. Cuando se ponga la calefacción la temperatura de la casa debe estar entre los 21ºC y los 23ºC, no es necesario más, pues de lo contrario el ambiente se carga y pueden producir dolor de cabeza e incluso mareos.

Siempre que podamos es mejor que tendamos al aire libre y si hace mal tiempo, esperar a otro día para hacer la colada. Si es imprescindible tender dentro de casa, es aconsejable seguir estas indicaciones, especialmente si en casa viven personas con alérgicas o enfermedades respiratorias.

Lo que debes saber…

  • La humedad, junto con el calor, supone un excelente medio para que microorganismo como el moho, ciertos hongos o los mismos ácaros del polvo proliferen con mayor facilidad.
  • Lo ideal es tender la ropa en un espacio al aire libre, para que se seque al sol.
  • Si esto no es posible, conviene tender la ropa en una zona separada de la casa (no de paso habitual), bien ventilada y sin la calefacción u otras fuentes de calor en marcha mientras se seque la ropa.