LO QUE DEBES SABER…
  • Es importante no percibir el conflicto como una batalla en la que se debe convencer al otro, sino como una manera de plantearse qué podemos cambiar para superar la crisis en la pareja.
  • Encontrar y afianzar aspectos en los que exista un buen entendimiento puede ser una buena manera de reforzar el vínculo de la pareja.

 

El primer paso es…

  • Reconocer la existencia del conflicto: hay personas que tienden a evitar o negar el conflicto a pesar de su evidencia. Esto dificulta la resolución y provoca una mayor incomprensión y distanciamiento entre los miembros de la pareja. El reconocimiento de la existencia de un conflicto es un paso fundamental para su posterior resolución.
  • Buscar momentos para tratar los temas conflictivos de la relación: las preocupaciones, el rencor o los malentendidos no deben acumularse sino que deben tratarse a su debido tiempo. Es recomendable dedicar un momento (salir a cenar o dar un paseo) para resolverlos.
  • La comunicación: cultivar una buena comunicación de base dentro de la pareja favorecerá la resolución de conflictos existentes y ayudará a prevenir que aparezcan otros nuevos.

Una vez detectado el conflicto…

Una vez se está en disposición de abordar un determinado tema conflictivo se pueden tener en cuenta las siguientes indicaciones:

  • Respetar la opinión de la pareja: no se trata de imponer o convencer sobre la propia posición en un determinado tema sino de entender la opinión de la pareja y llegar a un consenso. Es aconsejable ceder unos minutos a cada miembro para poder expresarse a la vez que el otro se esfuerza en tratar de comprender.
  • Intentar un acercamiento desde la comprensión: es importante no percibir el conflicto como una batalla en la que uno debe vencer al otro.
  • Evitar la queja y la crítica sistemática: debemos aprender a flexibilizar la propia posición y a proponer alternativas viables.
  • Ser conscientes de que la mayoría de conflictivos son subjetivos: no se trata de averiguar quién tiene la razón o quién está en la posición verdadera. Resulta de mayor utilidad aceptar de entrada que cada uno lleva “su razón” para, seguidamente, establecer pactos, cediendo y renunciando razonablemente en algunos aspectos.
  • No pretender solucionar un conflicto en una situación de hostilidad física y emocional: es preferible aplazar y reanudar el tema en un momento de mayor tranquilidad y buena predisposición.
  • Desarrollar la capacidad de auto observación: puesto que un conflicto es cosa de dos, puede ser muy enriquecedor plantearse qué podemos cambiar para superar la crisis en la pareja.
  • Afianzar puntos en común: puede ser de gran utilidad encontrar aspectos en los que existe un buen entendimiento como forma de reforzar el vínculo. Pasar más tiempo juntos, compartir actividades agradables y cultivar un buen nivel de complicidad, confianza, intimidad y pasión puede ayudar a gestionar con éxito los conflictos.