Hasta el 44% de la población tiene una vivencia negativa de las Navidad. Se ha llegado a llamar depresión blanca” o “blues de navidad e incluye reacciones como tristeza, nostalgia, ansiedad, estrés, pérdida del apetito, insomnio, irritabilidad o falta de concentración.

Si, además, la persona está en medio de un duelo por la pérdida de un ser querido, disfrutar de una fiestas tranquilas y felices se vuelve muy complicado. Estar en un entorno de celebración donde se supone que se debe estar contento cuando no se está, complica enormemente la situación.

¿Cómo enfocar la Navidad si has perdido a un ser querido?

Aunque es probable que la idea que se repita en tu cabeza sea encerrarte en casa y esperar que todo pase cuanto antes, esta estrategia no es en realidad un alivio. La evitación no hace sino aumentar el dolor y postergar el duelo. Es importante poder construir una Navidad diferente, aceptando la tristeza que comporta, e incorporando nuevas costumbres para vivir las fiestas.

  • Decide con tiempo cómo quieres pasar los días más señalados. Si piensas reunirte con otras personas, expresa tus expectativas y planifica cómo te gustaría que fueran
  • Pide ayuda con cosas prácticas si la necesitas, no te sientas obligado a ocuparte de todo. Los preparativos pueden llegar a ser muy estresantes.
  • No te sientas culpable por hacer cosas diferentes. Es importante que vivas estos días de una forma auténtica, sin sentirte forzado a nada.
  • Respeta tus emociones y permítete expresarlas. Sentimientos contradictorios, sensación de desubicación, subidas y bajadas en tu estado de ánimo… permite que tenga cabida todo lo que vaya surgiendo, cada persona siente a su manera.
  • Anticípate y encuentra maneras de “cargar pilas” durante los días previos, por ejemplo, con técnicas de relajación, ejercicio físico, lectura…
  • Homenajea a tu ser querido, crea nuevas tradiciones o rituales que honren su memoria.
  • Tómate pequeños respiros durante las celebraciones si te sientes abrumado. Cultiva la serenidad a través del silencio, la respiración, el llanto…
  • Cuidado con los excesos: alcohol, automedicación… Aunque tengas necesidad de “anestesiar” el sufrimiento, por estas vías no harás más que aplazarlo. El dolor se supera atravesándolo por el medio.
  • Refuerza tu espiritualidad y tu sistema de creencias, ya sean religiosas o laicas. Puede ayudarte a reconectar con partes importantes y aportarte serenidad.
  • No olvides que al final, las navidades son unos días del año, y también pasarán.

Lo que debes saber…

  • Es importante poder construir una Navidad diferente, aceptando la tristeza que comporta, e incorporando nuevas costumbres para vivir las fiestas.
  • Respeta tus emociones y permítete expresarlas. Recuerda que no hay normas preestablecidas, cada persona siente a su manera.
  • Homenajea a tu ser querido, crea nuevas tradiciones o rituales que honren su memoria. No tiene por qué ser algo público