Probablemente tu concepto de yoga sea el denominado «hatha yoga»: ejercicios que preparan al cuerpo para la concentración. La posición de loto el saludo al sol… ¿te atreverías a hacerlos suspendidos en el aire?

Nuevas versiones del yoga arrasan en los gimnasios más VIP de todo el planeta. Para empezar, te vamos a hablar de una que requiere unas instalaciones muy especiales. Su objetivo, recrear las duras condiciones climáticas indias, la patria del yoga. Así arranca el «hot yoga», una disciplina que, sin duda, te hará sudar.

El «Hot Yoga», terapia caliente

El yoga caliente es una disciplina dura y no sólo por las 26 asanas (posturas) y sus dos pranyamas o respiraciones que repite durante 90 minutos. Se realiza bajo una temperatura de 38 a 40 grados, como si estuviéramos en un día veraniego en plena India.
Se pasa tanto calor, que te aconsejan beber cerca de dos libros antes de entrar a cada clase. Obviamente, con tanto sudor, eliminarás muchas toxinas, pero además, al estar los músculos tan calientes, se evitan lesiones y se facilitan los estiramientos. Y lo puede realizar cualquier persona, no importa su edad o nivel físico. Su creador, Bikram Choydhury, demostró que esta práctica regeneraba los tejidos y curaba enfermedades crónicas en un proyecto de la Universidad de Tokio, patrocinado por las Naciones Unidas. Y su vida fue un claro ejemplo de las virtudes del «hot yoga»: Bikram ya practicaba el Hatha Yoga en su India natal con apenas 3 años y con 11 años se convirtió en la persona más joven que ganaba la Competición Nacional de Yoga, por lo que fue bautizado como «Yoghi Raj» (el rey de los yoghis.). Sin embargo, a los 20 años se lesionó levantando pesas. A partir de ahí, comenzó a trabajar en su nueva técnica.
Aseguran que lo practican muchos famosos como Bill Clinton, Madonna, Kareen Abdul-Jabbar… Llegó a Estados Unidos invitado por el presidente Nixon, que sufría una lesión de espalda. No nos extraña que la revista Time haya dicho que Bikram es para el yoga lo mismo que Jane Fonda supuso para el aeróbic. Actualmente, hay unas 2000 secuelas de Bikram en todo el mundo. Una de ellas está en España y cuenta con dos sedes, una en Madrid y otra en Barcelona.

Aerial Yoga: súbete al trapecio

De momento, sólo lo podrás practicar en Estados Unidos. Se denomina Unata Aerial Yoga y fue creado por Michelle Dortignac, instructora de yoga y equilibrista. Se utilizan trapecios que penden del techo. Para practicarlo, te suspenderás en el cielo: gravedad cero, libertad de movimientos… Aseguran que, además de favorecer la flexibilidad, facilita los estiramientos.

Acroyoga: como evitar un divorcio

Este tipo de yoga nació en San Francisco y lo recomiendan muchos asesores matrimoniales como terapia, porque, esta modalidad, se puede realizar en pareja. ¡Y te tienes que fiar!
Empieza como una clase de yoga normal, pero pronto descubres que estás ejecutando las posturas en el aire. Contrapesos y equilibrios sobre tu pareja te permitirán realizar inversiones y acrobacias. Para terminar, se da un relajante masaje Tailandés.
Más tradicional, pero igual de «in» es el Ashtanga o lo que los expertos denominan el yoga de los ocho pasos. Quédate con cada una de sus fases y aprende su significado. Es un pequeño ABC de esta práctica milenaria, pero que se reinventa constantemente.

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Lo que debes saber…

  • El “Hot Yoga” se realiza a temperaturas entre 38 y 40 grados.
  • “Aerial Yoga”: se practica suspendido en el cielo con un trapecio.
  • El “Acroyoga” se puede realizar en pareja y sirve como terapia matrimonial.

«Nota informativa: los contenidos incluidos en esta sección ofrecen información relativa a terapias existentes explicadas por especialistas con experiencia en la materia con un objetivo divulgativo. MAPFRE no pretende en ningún caso posicionarse sobre su idoneidad ni promover expresamente su uso.»