Si viajas a menudo, quizás por trabajo, y tienes mucha presión laboral, esto te interesa.

Entre estas precauciones es importante la hidratación abundante, el control de la temperatura corporal, la postura correcta durante el vuelo y las medidas de prevención del llamado síndrome de la clase turista.

Síndrome de la clase turista en los vuelos de larga duración

El síndrome de la clase turista consiste en la formación de un trombo en las venas profundas de las piernas,  que posteriormente puede fragmentarse y desprenderse,  afectando a las  arterias pulmonares. Esto  se ha observado en pasajeros de vuelos de larga duración y sobre todo en viajeros de clase turista, debido a la mayor inmovilidad que tienen.

Afortunadamente la probabilidad sufrir este síndrome es baja en la población, pero a pesar de todo debemos conocer que existen factores que pueden aumentar el riesgo de una persona a presentar una trombosis:

  • Bajo riesgo: personas jóvenes, sanas, que no toman ningún medicamento
  • Riesgo moderado: personas de más de 40 años, que toman anticonceptivos orales, terapia hormonal sustitutiva o que presenta obesidad, enfermedad varicosa, insuficiencia cardíaca, embarazo o son fumadoras.
  • Alto riesgo: historia previa de trombosis o predisposición familiar a la trombosis, antecedentes de intervención reciente bajo anestesia general, traumatismo en las extremidades inferiores, miembros inferiores inmovilizados o enfermedades oncológicas.

En aquellos viajes que duren más de 3 horas se recomiendan una serie de medidas preventivas:

  • Procurar escoger asientos situados en el pasillo, pues permiten mayor movilidad.
  • No colocar equipaje debajo del asiento delantero pues disminuye aún más la posible movilidad de las piernas.
  • Si se está dentro del grupo de personas con alto riesgo, utilizar medias de compresión durante el vuelo para  favorecer la circulación.
  • Si se desea dormir durante  el vuelo conviene hacerlo con las piernas estiradas y relajadas.
  • Viajar con ropa cómoda y evitar los puntos de presión de la ropa ajustada.
  • Se recomienda beber abundante agua, no tomar alcohol antes y después del vuelo, ni bebidas con cafeína, pues pueden favorecer la deshidratación.
  • Evitar sentarse con las piernas cruzadas, pues dificulta el riego sanguíneo.
  • Realizar paseos cortos por la cabina cada 1 o 2 horas. Hacer ejercicios de estiramiento de la musculatura de la pantorrilla (elevando los dedos de los pies como para caminar con los talones y, al revés, elevando los talones como para caminar de puntillas.)
  • Si se tienen  factores de riesgo de trombosis, se recomienda consultar con el médico  antes de realizar un viaje de largo recorrido, ya que puede ser recomendable el uso de algún fármaco preventivo.

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