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Durante la vida fetal los testículos tienen que realizar un largo recorrido desde el interior del abdomen hasta el escroto. El descenso de los testículos se produce en el séptimo mes de embarazo. En ocasiones los testículos se quedan a medio camino y no se pueden palpar en la bolsa escrotal y es lo que llamamos criptorquidia.

Los testículos que no han descendido al año de vida se han de evaluar concienzudamente.

Causas

  • Ausencia total de testículo (anorquia): puede ser por un problema hormonal o bien porque se produjo una torsión del mismo durante la vida fetal que lo hizo desaparecer. Con el tiempo (a partir de la adolescencia) a estos niños se les pone una prótesis dentro del escroto por razones psicológicas.
  • El testículo no desciende a la bolsa escrotal porque está en el abdomen. Es una situación que hay que resolver en los primeros dos años de vida, normalmente con cirugía. Si no se hace descender el testículo a su posición normal existe el riesgo de tener un problema de esterilidad en la vida adulta ya que puede perder su función: fabricar espermatozoides.
  • Testículos ectópicos.
  • El testículo a veces está en la bolsa escrotal y a veces no: testículo retráctil o en ascensor.

Diagnóstico

El diagnóstico se realiza mediante la exploración física al no hallarse los testículos o el testículo en las bolsas escrotales. No debe confundirse con los teste en ascensor, en que el teste tiene un movimiento retráctil hacia arriba, estando la mayor parte de tiempo en escroto. Los o el testículo pueden encontrase a nivel intraabdominal, en el canal inguinal, o fuera de su lugar de desarrollo normal. Se debe corregir su posición antes de los dos años de edad. En la mayoría de niños antes del primer año de vida ya ha descendido.

Tratamiento

Se debe corregir la criptorquidea para asegurar un correcto funcionamiento gonadal en el futuro. Se puede realizar una ecografía inguinoescrotal para intentar localizar los testículos en el canal inguinal. La RMN sirve para localizar los testículos, pero en niños pequeños requiere sedación, por lo que es mejor realizar directamente una laparoscopia exploradora e intentar descender el testículo en el mismo acto quirúrgico. Si el teste se localiza en el conducto inguinal se realiza una incisión parecida a la de una hernia inguinal, y a través de la misma se libera todo el testículo hasta llevarlo dentro del escroto. Finalmente se fija al escroto para que no vuelva a subir.

Se puede realizar tratamiento hormonal con HCG o análogos de las hormonas hipofisarias para intentar descender el testículo.