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Incontinencia

La incontinencia puede ser angustiosa para la persona y difícil para quien la cuida. Algunas veces se debe a una enfermedad física, de manera que es importante comentar este aspecto con el médico.

También se trata de…

  • Tener una rutina para llevar a la persona al baño y mantener esa rutina tan rigurosamente como sea posible. Por ejemplo, llevar a la persona al baño aproximadamente cada 3 horas durante el día. No esperar a que la persona lo pida, ya que es posible que no se dé cuenta a tiempo.
  • Estar atento a señales de que la persona tal vez tenga que ir al baño, tales como inquietud o tirarse de la ropa (a menudo el problema es que no saben qué hacer o cómo avisar). Actuar rápidamente.
  • Ser comprensivo cuando ocurren accidentes, no es culpa del paciente, ni es falta de higiene o dejadez. Conservar la calma y tranquilizar a la persona si está angustiada. Tratar de notar cuándo suceden estos accidentes para ayudar a planear maneras de evitarlos.
  • Si vamos a salir con la persona, planear con anticipación. Averiguar dónde están localizados los baños y asegurarse de que la persona se ponga ropa sencilla y fácil de quitarse (por ejemplo, pantalones con elástico).
  • Llevar un juego extra de ropa en caso de que ocurra un accidente. Existen también absorbentes o pañales de diferentes capacidades. En cualquier caso es importante en estos casos el cuidado de la piel, extremando la higiene y la hidratación de la misma.

Deambulación sin control

Algunas personas que padecen de Alzheimer tienden a deambular y salirse de sus casas o alejarse de quienes las cuidan. Saber qué hacer para limitar esa conducta puede proteger a la persona y evitar que se pierda.

  • Asegurarse de que la persona lleva consigo algún tipo de identificación o que usa una pulsera o medalla médica.
  • Notificar con anticipación a los vecinos y a las autoridades locales que la persona tiene la tendencia de deambular.
  • Mantener una fotografía reciente o un vídeo de la persona con Alzheimer para ayudar a la policía en caso de que la persona se pierda.
  • Mantener las puertas cerradas con llave. Considerar la opción de colocar una cerradura que se cierra con llave por dentro, o una cerradura adicional colocada en una parte más alta o más baja de la puerta. Si la persona puede abrir la cerradura porque le es familiar, cambie la cerradura.
  • Instalar un “sistema de anuncio” (timbres, campanillas, etc.) que suene cuando la puerta se abra.
  • Para disminuir el riesgo que la persona se “pierda” en el domicilio, es útil colocar carteles con dibujos que representen la estancia (una bañera o retrete en la puerta del cuarto de baño, una cama en la puerta del dormitorio, etc.).

A pesar de todo lo dicho, uno de los mejores consejos que se pueden dar al cuidador de una persona con demencia, es que se cuide. Mantener un espacio y un tiempo propios son vitales para poder mantener y renovar la energía necesaria para cuidar a un ser querido dependiente.

Lo que debes saber…

  • No hay que esperar a que la persona pida para ir al baño, sino anticiparse.
  • Es importante ser comprensivo cuando ocurren accidentes, conservar la calma y tranquilizar a la persona.
  • Es aconsejable que la persona lleve consigo algún tipo de identificación o que use una pulsera o medalla médica.

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